jueves, 12 de diciembre de 2013

El pabellón de las Peonías - Lisa See



Titulo: El pabellón de las peonías
Autora: Lisa See
Publicación: Salamandra, 2008
Páginas: 352
«El amor es de origen desconocido, pero siempre prevalece. Los vivos pueden morir de amor, y gracias al poder del amor reviven los muertos. El amor no es amor verdadero si quien lo siente no está dispuesto a morir por él, o si no puede devolver a la vida a quien ya ha muerto. ¿Es necesariamente irreal el amor que nace en el sueño? Porque en este mundo no faltan los amantes oníricos. El amor es algo sólo plenamente corpóreo para quienes deben satisfacerlo en la almohada, y para quienes sienten renovados sus afectos cuando se retiran de sus cargos.»

Prefacio de El Pabellón de las Peonías, Tang Xianzu, 1598


Peonía es una joven tradicional china de pies vendados que está a punto de cumplir los dieciséis años y espera con nerviosismo la llegada de su boda que se producirá en pocos meses. La joven no conoce al que será su futuro esposo pues su padre concertó el matrimonio al poco de que se produjera su nacimiento.

Para celebrar su aniversario, el padre de Peonía ha organizado en la casa familiar la representación de su obra favorita, El pabellón de las peonías, que ha de durar tres días. Una historia que habla de un amor capaz de traspasar las fronteras de la muerte.

Al evento asisten diversos parientes y amistades de la familia y cuando un encuentro fortuito lleva a Peonía a conocer al joven Wu Ren se enamora inmediatamente de él. Tres noches bastan para ocupar su corazón por completo y sentirse incapaz de aceptar a otro hombre. Pero la muchacha sabe que sus destinos no han de cruzarse pues ella está comprometida con otro hombre.

Aquejada de mal de amores Peonía se rebela contra su matrimonio y se somete a un encierro para estudiar y escribir sobre la ópera. La joven se priva de comer y poco a poco irá abandonando el mundo de los vivos para habitar el de los muertos. Pocos días antes de la boda finalmente muere y su espíritu queda anclado al mundo de los vivos. Es entonces cuando la protagonista debe recorrer un largo camino para encontrar el descanso.

Mi experiencia con la novela

De Lisa See había leído previamente El abanico de seda y Dos chicas de Shangay, dos novelas disfruté muchísimo. Me encanta la cultura oriental y estos dos títulos son muy interesantes para acercarse a este mundo exótico, lleno de belleza y de contrastes.

Sin embargo, después de leer El pabellón de las peonías mi sensación ha sido algo distinta. No es que la novela no me haya gustado sino que tiene mayor dosis de fantasía que las anteriores. Y es quizás este aspecto el que más me ha costado asimilar. Por un lado la autora nos vuelve a mostrar las costumbres chinas y enseñar su concepción del mundo pero esta vez orientado a los ritos mortuorios y el plano espiritual que recrea de forma detallada. Durante su lectura tenía la clara sensación de estar ante un cuento que al final nos deja una enseñanza.



La historia trata sobre una joven china que aquejada de mal de amores se deja morir esperando reencontrarse con su amado tras la muerte, momento a partir del cual tendrá que enfrentarse al sufrimiento que le provoca su situación. Peonía la protagonista es una muchacha perteneciente a una de las mejores familias de Hangzhou que ha dado lugar a nueve generaciones de funcionarios imperiales. Criada con una educación exquisita y comprometida en matrimonio desde su nacimiento. No es especialmente hábil en el desarrollo de labores femeninas ni siquiera sus pies vendados son los más pequeños pero es una joven inteligente y estudiosa. Dos cualidades que su padre se ha esmerado en desarrollar pero que no tienen ninguna validez en la sociedad pues las muchachas chinas son educadas para servir a su familia política.

Como todas las chicas de su edad espera una boda mágica y un marido amable, atento y cariñoso a pesar de no haberlo elegido ella misma y que el amor entre los cónyuges no sea importante. Es el romanticismo lo que lleva a Peonía a dejarse morir cuando descubre que nunca podrá estar al lado del hombre al que ama y como en la ópera confía en que su espíritu encuentre la manera de pasar la eternidad junto a su amado. Pero no todo ocurre como ella lo había planeado y una vez entre los espíritus Peonía no encuentra su lugar.  

Aunque pueda parecer imposible su autora ha confeccionado esta historia basándose en un hecho real. Cuando se documentaba para escribir un artículo sobre la antigua ópera china El pabellón de las peonías descubrió que muchas muchachas que habían leído la obra morían enfermas de amor. Dejaban de comer imitando a su protagonista y esperaban la muerte intentando encontrar el amor tras ella.  La obra fue escrita por Tang Xianzu en el siglo XVI, un época caótica en china y que trataba sobre una mujer capaz de dirigir su destino, donde dos jóvenes solteros mantenían relaciones sexuales a la vez que realizaba una crítica al gobierno. La obra fue inmediatamente censurada por el gobierno por considerarla lasciva e incluso se llegaron a quemar los ejemplares y prohibir sus representaciones, incluso llegando a nuestros días la exclusión de parte de su contenido.

Muchas de estas jóvenes mientras agonizaban escribían poemas que sus familias para honrarlas publicaban después de su muerte. Este es el caso de  Chen Tong, Tan Ze y Qian Yi, tres personajes que aparecen en la historia y tienen una base real. Tres pioneras femeninas que escribieron un libro y que fue otro pilar en el que la autora se basó.

Es muy importante conocer el contexto en el que la trama se desarrolla porque representa una parte muy importante de la historia china. En el año 1644 se derrocó la dinastía Ming y comenzó el reinado de loa manchúes y la dinastía Qing. La guerra fue brutal. Los hombres fueron humillados y obligados a mostrarse sumisos ante el régimen pero como siempre fueron las mujeres las que más sufrieron. Muchas fueron vendidas, como concubinas, violadas o asesinadas pero muchas también consiguieron salir a la calle y se convirtieron en escritoras, pintoras o aventureras como forma de expresar su dolor.

La autora cuenta con una prosa llena de belleza, delicadeza y lirismo. Con un gran componente onírico, poético y sentimental. Muy rica en descripciones y detalles supone un excelente relato de algunos aspectos de la cultura tradicional china.  Sus fiestas, los ritos a los antepasados, sus símbolos de fertilidad, el papel de la mujer en la sociedad así como el amor son los temas que nos acercarán y nos harán comprender el sentido de muchas de sus acciones. Algunas de ellas crueles como el vendaje de pies en niñas para conseguir los lotos, el mayor misterio y tesoro de una mujer.  Una práctica que consiste en romper los huesos de los dedos de los pies y plegarlos sobre la planta. Pero también la vida de sumisión y aislamiento que llevaban las mujeres en el interior de sus casas y como encontraron la forma de hacerse oír a través de sus escritos en una sociedad en la que no es necesario que la mujer piense por sí misma.

La novela se estructura en cuatro partes determinadas por el contenido de la historia. La historia está narrada en primera persona por su protagonista principal, Peonía que de forma lineal recorre un camino a través de la vida y la muerte. Pero habrá muchas otras mujeres que cobren importancia en la historia.

Lo que si he notado es un ritmo un tanto irregular en su desarrollo. Hay partes verdaderamente maravillosas aunque algunas son un tanto lentas y giran constantemente alrededor de las mismas ideas, por lo que pienso que no está a la altura de El abanico de seda aún siendo una obra meritoria. Muy lograda, sin embargo la parte final en que la historia alcanza su desenlace y que nos presenta unas buenas conclusiones.

Conclusión

A pesar de que pienso que no es la mejor novela de Lisa See he disfrutado mucho con esta lectura.
                                                    
El pabellón de las peonías no es sólo una historia impregnada de magia, amor y fantasía sino que es un excelente retrato de las tradiciones chinas referentes a los ritos sobre la muerte y la ceremonia matrimonial sino que además nos ofrece un testimonio del papel de la mujer en ese periodo histórico.