martes, 17 de diciembre de 2013

El guardián del tiempo - Mitch Albom







Título: El guardián del tiempo
Autor: Mitch Albom
Publicación: Maeva, noviembre de 2013
Páginas: 228


Sarah es una adolescente de diecisiete años que apenas tiene amigos, se lleva mal con su madre y sufre su primer fracaso amoroso. Víctor es un empresario adinerado que sufre una enfermedad terminal. Sarah y Víctor tienen una cosa en común: no están conformes con la cantidad de tiempo que les queda de vida. Ella quiere poner fin a su vida y él que la vida no acabe nunca. El Padre Tiempo, que fue el primer medidor de tiempo de la humanidad, lleva desde épocas inmemoriales escuchando peticiones como las de Sarah y Víctor, como castigo por querer controlar el paso de las horas y los días.


Finalmente, el Padre Tiempo consigue una misión, tiene la posibilidad de redimirse mostrando a Sarah y a Víctor el verdadero sentido del tiempo. Para salvarse debe salvarlos a los dos. Y para ello debe bajar a la Tierra. 

Mi experiencia con la novela

Inevitablemente vivimos anclados al tiempo que transcurre. En ocasiones lo queremos acelerar cuando esperamos con impaciencia que algo suceda, otras veces en cambio queremos que los segundos se detengan y muchos de nosotros atesoramos instantes especiales en nuestro corazón. Sea como fuere actualmente somos esclavos del tiempo, nos obsesionamos por controlarlo y vivimos mirando y preguntándonos constantemente la hora, ordenados bien sea por unas manecillas o unos simples números digitales que nos dictan que es lo que debemos hacer en cada momento. Son ellas quien nos interrumpen el sueño, quienes nos indican cuando hay que comer, las salidas y entradas, las que marcan nuestra rutina diaria … y al final el ritmo en que existimos .

Sobre esta base construye Micth Albom El guardián del tiempo, uno de los escritores contemporáneos cuyos títulos se encuentran en la lista de los más vendidos en la actualidad. Si el primer contacto con esta novela fue a través de su portada que logró llamar mi atención, su sinopsis también me pareció atractiva. Pero cuando comencé su lectura me di cuenta definitivamente de que no es una historia muy usual.

Hay un hombre sentado solo en una cueva.
Tiene el pelo largo. La barba le llega a las rodillas. Se sostiene la cabeza con las manos.
Cierra los ojos.
Está escuchando algo. Voces, voces incesantes. Brotan de un charco al fondo de la cueva.
Son las voces de los habitantes de la Tierra.
Y quieren una sola cosa:
Tiempo

La historia nos habla de Sarah y Víctor, dos personajes muy diferentes que se encuentran en distintas etapas de su vida. Mientras ella prácticamente ha empezado a descubrir el mundo, él se ve obligado a despedirse del mismo. Sólo tienen una cosa en común y es que no van a conformarse con el tiempo que tienen de vida, aunque para controlarlo tengan que ser ellos mismos quienes intervengan en su destino.

A sus diecisiete años Sarah Lemon es una joven inteligente y solitaria que no es muy feliz en su vida. Hija de padres divorciados desde los doce años no tiene una relación muy cercana con ninguno de ellos. Sobre todo con su madre con quien a pesar de vivir su trato está marcado por los silencios y la desconfianza. Tampoco tiene amigos ya que se pasa el día estudiando en casa y lamentándose de lo poco agraciada que es físicamente. Tras sufrir su primer desengaño amoroso comienza a plantearse si merece la pena vivir.

En cambio, Víctor Delamonte es uno de los hombres más ricos del mundo que a sus ochenta y cinco años de edad acaba de recibir un terrible noticia. La enfermedad terminal que padece le ha ganado el pulso y sus días están contados. Pero él, que con tanto esfuerzo ha construido su vida y ha peleado por cumplir sus sueños no está dispuesto a verse vencido tan fácilmente.

Mientras, el Padre Tiempo cumple su condena por ser el primer humano en medir el tiempo y sin poder hacer nada escucha las súplicas de toda la humanidad. Pero quizá pueda redimirse de alguna manera cuando le sea otorgado un viaje a la Tierra….

El guardián del tiempo me ha sorprendido de forma muy agradable hasta el punto de agarrar el libro y no poder soltarlo hasta terminar su historia. En primer lugar por su original planteamiento y en segundo lugar por su maravilloso desarrollo. Mitch Albom la narra a modo de fábula moderna de forma curiosa, inteligente y sencilla. En el mismo pretende hacernos reflexionar sobre el modo en que usamos el tiempo. Pero también pretende avisarnos de todo aquello realmente importante a lo que diariamente no le dedicamos el  tiempo suficiente reservándolo para cosas que quizás al final no lo tengan demasiado valor.

“Intenta imaginar cómo sería la vida si no contásemos el tiempo” (Página 14)

En el desarrollo de la novela no sólo son importantes los personajes de Sarah y Víctor sino que comienza contándonos la historia del Padre Tiempo, que inventó los primeros aparatos para medirlo y su castigo es la vida eterna, desterrado a una cueva y escuchando los lamentos y súplicas de la humanidad. Primeramente lo conocemos como Dor, habitante de la tierra hace seis mil años, cuando aún nadie conocía el concepto del tiempo. Un hombre adelantado a su época, curioso y observador que casi por casualidad descubre que el tiempo existe. Obsesionado con poder controlarlo ideó diversos sistemas de mediciones, solares o de agua, que la humanidad terminaría asimilando y convirtiendo en un lastre. Tal fue su osadía que el mismísimo Dios quiso reprenderlo por instar a la humanidad a controlar cada de unos de sus segundos, por imponerles un modo de vida tan rígido y en definitiva por jugar a ser Dios. Pero ahora el mismo Dios que lo ha condenado le dará una nueva oportunidad de redención. Viajará a la tierra para intentar salvar dos almas perdidas.

La novela está narrada a través de tres hilos argumentales –el de Sarah, el de Víctor y el de Dor- que transcurren de forma independiente y paralela pero que terminaran por fusionarse para finalmente terminar en un trama única al entrecruzarse la vida de los tres. Una de las cosas que más me han gustado de la novela es el estilo narrativo de Mitch Albom. Con pulso firme, una forma delicada y mucha sencillez consigue imprimirle algo especial a la novela, de forma que al ir leyendo te sientes obligada a releer alguna frase por su belleza. Tiene muy claro lo que quiere contar y los elementos que utiliza son los necesarios. Todo ello hace de El guardián del tiempo una obra ágil, narrada a buen ritmo y con cierta dosis de intriga que puede leerse del tirón.

La novela tiene un marcado carácter emotivo que el autor aprovecha para crear distintas emociones en el lector. Existen algunos momentos tristes y amargos pero su final me ha dejado una sensación de placidez y serenidad.

Conclusión

El guardián del tiempo me ha parecido una novela deliciosa, mágica, cargada de emociones, donde se nos avisa de lo efímero de la vida, de que tiene fecha de caducidad y hay que aprovechar cada uno de sus momentos.