Título: Fata Morgana
Autor: William Kotzwinkle
Publicación: Navona, diciembre de 2018
Páginas:211
No puedo obviar el hecho de que me acerqué a este libro
seducida por la idea de encontrar alguna reminiscencia a El nadador en el mar secreto, una novela del mismo autor que me
fascinó por completo. Después de leerla os puedo decir que si la buscáis por el
mismo motivo os equivocaréis porque son dos novelas completamente distintas que
muy poco pueden evocar una a la otra. Algo que me ha decepcionado un poco pero
ha sido completamente personal y cuestión de mi mente y expectativas. Kotzwinkle
fue un escritor con mucha personalidad y muy polifacético que cultivó un poco
de todo en su trabajo, A continuación y dicho ya esto paso a hablaros de ella.
La historia comienza en París en 1861, entre sus calles
oscuras y los bajos fondos se mueve el inspector de la policía Paul Picard
tanto por su preferencia por las prostitutas como por la intriga de perseguir y
las ganas de atrapar a un escurridizo asesino que está acabando con la vida de
muchas mujeres.
En esas anda cuando el prefecto le asigna un caso de lo
más especial. En la calle de Richelieu vive un hombre con todo lujo a pesar de
que nadie parece saber a qué se dedica exactamente o de donde sale el dinero.
Dos meses atrás había llegado desde Viena y oculta algo en el salón de su casa.
Algo que solo se puede ver pagando cien francos. Por ahí dicen que es cierto espectáculo
de magia y que posee una máquina que reproduce con gran fidelidad el futuro.
Es a partir del comienzo de la investigación de Paul
Picard el momento en que comienza un viaje por diversos países de Europa en una
búsqueda de cuyo objetivo él mismo no será consciente. Pero se irá encontrando
con variopintos personajes que le irán proporcionando inquietantes informaciones
a su paso por Austria, Alemania, Hungría o Transilvania. ¿Encontrará la verdad?
La novela es una mezcla extraña de géneros que se
encuentra entre un muy sutil relato policial en tono de sátira y la fantasía
pero no la que se acerca a la ciencia ficción sino aquella que representa un
mundo de magia, ilusiones y espejismos con un toque onírico también. Una novela
atípica, fresca, rara y original. De esas que cuando vas leyendo no intuyes que
te espera al pasar la página o al avanzar en el siguiente capítulo. Pero desde
luego hay ganas de hacerlo.
Además la contextualización temporal es otro punto que le
da un aire especial a la novela. Hemos pasado el ecuador del siglo XIX, justo
en el momento en que una corriente sobre lo paranormal, el ocultismo y las
ciencias esotéricas se pone en auge a través de la frenología, el mesmerismo y
diversos y curiosos objetos como los autómatas. Casi los primeros robots que el
hombre conoció.
La narración es exquisita. No puede ser más acertada.
Cuidada, elegante, sugerente con un punto de sensualidad y lirismo con el que
el autor construye un mundo de sensaciones donde la realidad y la magia se
difumina. Como temas yo veo una trascendencia del ser humano sobre lo mundano.
En definitiva, novela interesante, diferente y original
que prácticamente se lee del tirón y de forma gustosa. Y si queréis saber, si
no lo sabéis ya, que significa su título tendréis que leerla.