lunes, 7 de noviembre de 2016

El misterio de las cabras y las ovejas - Joanna Cannon



Título: El misterio de las cabras y las ovjeas
Autora: Joanna Cannon
Publicación: Grijalbo, octubre de 2016
Páginas: 410

Verano de 1976. La señora Creasy se ha esfumado sin dejar rastro. Su marido, perplejo y desesperado, revuelve sus cosas tratando de encontrar alguna pista, mientras los vecinos echan la culpa a la ola de calor de haber alterado a esa mujer afable y generosa aunque propensa a sonsacar los pecadillos a los demás.
Cuando la policía la declara oficialmente desaparecida e inicia la investigación en La Avenida, la pequeña Grace, de diez años, decide aportar su grano de arena y emprende sus propias pesquisas con la ayuda incondicional de su mejor amiga Tilly.
Juntas van de casa en casa interrogando subrepticiamente a los residentes. Pero a medida que las puertas y las bocas van abriéndose, esa avenida empieza a revelar sus más oscuros secretos y pronto las detectives aficionadas descubrirán más de lo que habrían sospechado.

Mis impresiones

Confieso que no las tenía todas conmigo cuando comencé a leer esta novela. Su título que en principio llama la atención también puede llevarnos a equívocos. O al menos esto sucedió en mi caso que imaginé que esas ovejas y cabras iban por otro lado.

La novela comienza el día 21 de junio de 1976, cuando la señora Creasy acaba de desaparecer sin dejar rastro del barrio donde vive. Mientras su marido desesperado intenta encontrar una explicación, los vecinos de La Avenida, el lugar donde vive, se prestan a todo tipo de conjeturas. Todo el mundo sabe que la desaparecida era una mujer muy amable que se relacionaba con todo el mundo, incluso con el hombre que vive en el número once a quien nadie tolera en el barrio, pero también que conocía demasiado bien la vida de todos los demás.

En este contexto, Grace y Tilly, dos niñas de once años emprenderán su propia investigación para intentar averiguar que ha sido de la señora Creasy.

El misterio de las ovejas y las cabras ha sido una muy grata sorpresa y un soplo de aire fresco que he ido leyendo muy gustosa. Os he dicho antes que me había formado una imagen errónea de la novela y me ha gustado mucho lo que he encontrado en ella. Ante todo creo que esta es una novela de intriga o suspense. No al estilo policial sino más bien psicológico. Tenemos un barrio en el que todos sus vecinos guardan algún secreto, una mujer desaparecida y dos niñas que van investigar por su cuenta.

Este punto de las niñas me ha resultado una idea genial porque le da mucha gracia a la novela. Los malentendidos y la forma en que las pequeñas interpretan las conversaciones de los mayores dan muchísimo juego en la historia y además de ahí sale su título. Sin embargo y aunque me encantaría hacerlo no voy a comentar nada sobre ello porque creo que es mejor que cada lector lo descubra por sí mismo. Solo os diré que no tiene nada que ver con los animales de granja que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en ovejas y cabras. Su connotación es bien distinta. Además Grace y Tilly lo miran todo con la inocencia que tiene la infancia prescindiendo de los prejuicios. A lo largo de la novela las veremos evolucionar intentando llegar a comprender el mundo de los adultos, tan lejano y con tantos dobles sentidos que a ellas se les escapa.

Podríamos decir que El misterio de las ovejas y las cabras es una novela coral donde sus protagonistas son los vecinos que viven en La Avenida, el lugar donde se desarrolla íntegramente la historia. Aunque sí que es cierto que Grace tiene mayor protagonismo en la misma. Y ¿Qué podemos esperar de un vecindario? Secretos, murmullos, alianzas extrañas, rumores sin fundamentos y un secreto que guardan muchos de sus vecinos. Algo que hicieron entre todos diez años antes de que ocurra la desaparición de la señora Creasy y que puede tener algo que ver con la misma. No es que estén desarrollados con mucha profundidad psicológica pero sí que los iremos conociendo los suficiente a media que avanzamos en la historia. Los Forbes, los Roper, los Bennet y  los Lamb entre otros vecinos le han declarado la guerra por ello a Walter Bishop, el vecino que vive en el número 11 y al que quieren echar a toda costa. ¿Qué habrá hecho este personaje para levantar tanto odio?

La novela cuenta con dos narradores. Por un lado tenemos la voz de Grace en primera persona dispuesta a desenmascarar la verdad sobre la desaparición de su vecina. Iremos siguiéndola en sus pesquisas, sus reflexiones (que no tienen desperdicio) y las conversaciones con los demás vecinos. Por otro lado nos encontraremos con una voz en tercera persona omnisciente que nos da la información de lo que sucede entre los propios vecinos y completa la información a la que Grace no podría acceder. También se ocupa de lo que sucedió diez años atrás a través de flashbacks. El estilo narrativo de la autora es realmente ágil (aunque su ritmo no sea trépidamente más bien lo definiría como medio) de forma que la novela vuela entre las manos. NO solo por su estilo muy directo y sin apenas descripciones sino porque también buena parte de la novela transcurre a través de diálogos que me han resultado muy ingeniosos.

Como ya os he dicho la historia es de suspense pero además tiene un sentido del humor un poco ácido y una parte más emotiva que en mi opinión casan perfectamente con la historia. Al final El misterio de las cabras y las ovejas nos habla de la rumorología, de los prejuicios y la forma en que callando, mintiendo u omitiendo información podemos perjudicar a los demás. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por el sentimiento que vemos en una mayoría y no nos paramos a pensar o cuestionar las cosas de forma que es como si tuviésemos los ojos vendados. La novela nos da un toque de atención y nos avisa de que hay que ser prudentes y no creer cualquier cosa que los demás nos cuenten.

Conclusión

A estas alturas ya os habréis dado cuenta que la novela me ha gustado mucho. Es entretenida, divertida e intrigante con un toque de humor y una parte más emocional. Esta mezcla me ha gustado mucho y ha hecho que haya disfrutado mucho leyéndola.