miércoles, 28 de noviembre de 2012

Una tienda en París - Máxim Huerta

Teresa es una mujer con una vida bastante anodina y gris. Vive sola en un ático, tiene un trabajo bastante anodino en la empresa familiar y el único pariente que le queda es una vieja y gruñona tía con la que creció. Su madre murió cuando ella tenía siete años y la tutela de Teresa fue a parar a la hermana gemela, la tía Brígida.

Así su infancia y adolescencia fue muy triste. Maltratada por un tía con muy mal carácter  y  absurdamente severa no llegó a sentir ningún afecto ni cariño de su parte. La rigurosa Brígida, ejercía un control absoluto sobre su vida. No solo le indicaba cuando y como debía hablar, como debía vestir y vigilaba sus estudios con una voluntad férrea.

En cuando Teresa terminó sus estudios decidió emanciparse y marcharse a vivir en soledad a un ático heredado de sus padres. Aún así su existencia no ha mejorado. Para distraerse asiste a unas clases de pintura que tampoco terminan de llenar su vacío interior.

Lo que más desea es añadir al color a su vida, al igual que a sus dibujos. Pero una tarde paseando por las calles de Madrid siente la imperiosa necesidad de entrar a una tienda de antigüedades. Allí la espera un cartel rescatado de una tienda de Paris que cambiara su vida para siempre.

Es a partir de ese momento cuando Teresa siente las fuerzas necesarias para abandonarlo todo y comenzar de nuevo.

Mi experiencia con la novela

Máxim Huerta es una cara bastante conocida del mundo de la televisión. Actualmente podemos verlo en un conocido magazine pero sus comienzos fueron en los informativos. A veces cuesta trabajo trasladar una figura mediática a la faceta de escritor. No es que yo tenga nada en contra de él sino que en ocasiones me cuesta otorgar cierta seriedad a las caras que relaciono con la pequeña pantalla. Antes de que este libro llegase a mis manos no me había planteado la posibilidad de acercarme a ninguna de sus novelas. Después de leerlo mi opinión se podría resumir muy fácilmente. Se trata de una novela muy entretenida que aunque tiene algunos aspectos no tan positivos he llegado a disfrutar ampliamente.
 “Una tienda en París” es una novela protagonizada por dos mujeres, Teresa y Alice, muy diferentes entre sí y que vivieron épocas muy diferentes. A lo largo de la novela el autor disecciona un fragmento de sus vidas.
El relato comienza presentándonos a Teresa, una mujer aburrida de todo. Cansada de su vida, de su trabajo y hasta de los colores grises que emplea en las clases de pintura a las que asiste. Procedente de una familia acomodada y traumatizada en su infancia por su tía Brígida se siente incapaz de tomar ciertas decisiones. Es consciente de que necesita un cambio de rumbo en su vida, añadir color, dejar llevar y vivir nuevas experiencias pero es incapaz de lanzarse hacia el vacío.
Cuando por casualidad encuentra un cartel en una tienda de antigüedades se siente irremediable atraída por ese objeto. Se trata de un letrero de principios del siglo XX que anuncia una tienda de tejidos ubicado en París. En el mismo hay escrito un nombre, Alice Humbert y una dirección. Teresa comienza a preguntarse quién fue esa mujer, cómo fue su vida y qué fue de ella. Y así es como comienza a indagar en la vida de Alice y para ello no hay mejor manera que viajar en persona a la ciudad de la luz y comenzar su búsqueda en la propia tienda.
La vida de Alice es completamente opuesta a la Teresa. Una mujer nacida en una familia humilde que logró codearse con la flor y nata de la sociedad parisina de los años veinte. Todo comenzó con unos posados desnudos para distintos fotógrafos. A partir de entonces su vida comenzó a cambiar rodeándose de gente famosa, un ambiente chic, a vestir los mejores diseños y a beber champán en las fiestas de moda olvidándose de la modesta muchacha que un día fue.
Es cierto que al comienzo de la novela me costó entrar en la historia. Los primeros capítulos me parecían más de lo mismo y me recordaban a tantas otras novelas leídas. Tenía la sensación de que no me aportaba nuevo. Pero después de leer tres o cuatro capítulos comencé a notarme cada vez más a gusto entre sus páginas y con la necesidad de continuar descubriendo la historia.
Uno de los principales problemas que tuve al comienzo fue una de las protagonistas, Teresa. Me costó conectar con ella, con su actitud tan temerosa, con esa indecisión. Es verdad que el autor consigue transmitir esa apatía que el personaje no me pareció especialmente atractivo.  Además en los primeros capítulos ocurre poca cosa porque son una especie de introducción. Simplemente nos va narrando cómo fue la vida de Teresa. En cambio cuando aparece en escena la brillante Alice enseguida me sentí atraía por ella. Es un personaje fuerte, carismático y seductor.
En realidad Alice es el punto fuerte de la novela, el detonante de la historia y el que hace que merezca la pena acercarse a esta novela. Imposible no encandilarse con este personaje que prácticamente de la nada consigue llegar a conocer lo mejor de París y  a tener su propia tienda. En el fondo nunca muere la sencilla y necesitada muchacha que un día fue y sus orígenes terminarán por determinar su final.
El estilo de Máxim Huerta es muy sencillo. Parco en florituras y filigranas pero muy rico en adjetivos e incluso melodioso. La amplia presencia de los diálogos lo que hace que su lectura sea muy ágil. El vocabulario que usa es muy sencillo aunque en ocasiones me ha parecido demasiado coloquial. Narrada en primera persona por cada una de sus protagonistas está salpicada de recuerdos de su infancia, de sus sensaciones y sus sentimientos. Cada mujer que protagoniza esta historia tiene una vida completamente diferente a la de la otra aunque llega un momento en el que puede establecerse cierto paralelismo en sus vidas.
La historia se desarrolla en dos épocas alternando capítulos entre las protagonistas. Pero no me ha gustado la transición entre ellos. Los capítulos están simplemente numerados y nada nos indica que hemos pasado de una época a otra de forma que en ocasiones me ha resultado difícil identificar el personaje hasta haber leído un buen fragmento.
El libro está bien ambientado. Me ha gustado sobre todo como recrea el ambiente de Paris en los años veinte. Lleno de esplendor, de lujo, de fiestas, de artistas, modelos, mujeres impresionantes y hombres divertidos por donde circulan personajes tan conocidos como Coco Chanel.
Uno de los puntos que definitivamente no me ha convencida es el de las presencias espirituales. Sin contar nada más y para los que hayáis leído el libro creo que la historia podría llegar a entenderse igualmente sin introducir este elemento que aporta un toque de irrealidad en la historia.  Tampoco me gusta la reaparición de personajes que se supone que han ya han caducado en la historia y que damos por desparecidos.
El final de la novela es bastante abierto. Es cierto que muchos asuntos quedan más o menos resueltos pero otros muchos quedan en el aire dejándolos a la libre interpretación del lector. Esta es una novela que perfectamente podría continuar en una segunda parte. Como ya he dicho se centra tan solo en un fragmento de las vidas de las protagonistas.
Conclusión
A pesar de los pequeños inconvenientes que he encontrado en esta novela he disfrutado con su lectura una vez fui capaz de hacerme con la historia. “Una tienda en París” es una historia que cuenta con muchas emociones, que nos habla de amor, de París, de la vida y de la importancia de las segundas oportunidades.  Muy recomendable su lectura.