miércoles, 25 de mayo de 2016

Las horas robadas - María Solar



Título: Las horas robadas
Autora: María Solar
Publicación: Grijalbo, mayo de 2016
Páginas: 218

Amores ingenuos.
Amores rotos.
Y un amor clandestino capaz de desafiar el paso del tiempo.

La muerte de un anciano con un mensaje en su mano, «Dime que me quieres», destapa una pasional historia de amor que nunca terminó. Ambientada en la confusa España de 1979, dos años antes de que se aprobara la ley del divorcio, dos familias se ven arrastradas por ese viejo secreto y por la necesidad de cambiar sus vidas.

María Solar brilla con luz propia y hace gala de un contundente dominio del ritmo narrativo en esta historia de personas que dominan o que son dominadas, rutinas que matan el amor, infidelidades que ven la luz, adolescentes que descubren el sexo y la traición... Una novela de sentimientos que envuelve al lector en sus páginas y que le lleva a conocer personajes inmersos en una época, no tan lejana, donde vivir sin ataduras era una tarea pendiente.

Mis impresiones

María Solar es una periodista que trabaja en el mundo de la comunicación. Hasta el momento había proyectado su carrera hacia la literatura infantil y juvenil en la cual ha sido premiada en más de una ocasión. Las horas robadas es su primer trabajo dedicado a los adultos.

“Cuando Lola llegó a casa no la esperaba ningún beso detrás de la puerta, aunque le hubiera gustado. Hacía solo unos años eran los niños los que la besaban. Una lluvia de besos pegajosos con restos de chocolate, los más dulces y necesarios”

La novela comienza en Santiago de Compostela en el año 1979 con la muerte de Anselmo. Es su propio nieto Roberto el que le encuentra sin vida tendido en la cama con un trozo de papel entre las manos con una frase escrita que dice: “Dime que me quieres”. Este mensaje hará que salga a la luz una historia de amor prohibida que ha estado latente durante muchísimos años sin que nadie, a parte de sus protagonistas, la conociera.

Puede parecer que Las horas robadas sea otra historia más donde sus personajes descubren la verdadera historia de la generación anterior que han guardado con celo hasta la hora de su propia muerte. Pero esta novela aparte de ello es el testimonio de una época y dos formas de vivirla. España se encontraba en plena transición tras la muerte de Franco y por fin se vivirán ciertos cambios que hasta el momento habían estado vetados.

Y estos cambios los veremos a través de dos familias muy diferentes entre sí. La de Lola y Antonio, una pareja que cree en la libertad, que tiene una forma de pensar muy adelantada a la época y que ahora, con la ley del divorcio a punto de convertirse en realidad, pretenden divorciarse. Ambos son abogados y quieren transmitir a sus hijos, Roberto y Ana, los valores en los que creen a pesar de que en el vecindario no estén muy bien vistos. Anselmo era el padre de Lola que regresó de Argentina, a donde había emigrado buscando fortuna, tras la muerte de esposa cinco años atrás.

En cambio la familia que han formado Damián y Rosa es muy diferente. Su economía es muy ajustada de modo que la pareja, sus tres hijos y Carmen, la madre de Damián, viven escatimando cada peseta. Damián es un hombre de mentalidad antigua que controla a toda la familia y lo hace a través de la violencia. Es por ello que en casa todos le temen y hacen lo posible para que no se enfade. Pero cualquier situación, por pequeña que sea, puede dar lugar a una escena dramática, golpes, bofetadas, humillaciones… y la rabia contenida, la impotencia, el miedo y la desesperación.

“La sangre se lava, el dolor pasa, las heridas cierran y sanan pero el miedo no se lo lleva un poco de agua oxigenada. El miedo se queda, crece como la hiedra enraizando en las paredes del cuerpo, ocupándolo todo como una hierba venenosa, ahogando el sitio para otros sentimientos y el aire para gritar y deshacerse de él.”

Las horas robadas me ha resultado una novela con una trama que es muy sencilla pero a la vez auténtica. En mi opinión su autora ha realizado un excelente trabajo de ambientación en la novela trasladando al lector por completo a los años ochenta con muchos detalles que algunos podremos recordar más o menos depende de nuestra edad. Algunos podremos recordar la televisión con dos canales que había que sintonizar a través de un botón, la llegada de las imágenes en color,  los pagos a plazos, las misas del domingo que le dan cierto aire nostálgico a la novela.

En plena transición la población se estaba adaptando a los cambios sociales y políticos que para algunos iban demasiado rápido mientras otros los esperaban con ansía. Algunos veían el futuro con esperanza, alabando los cambios, y esperando que fueran a más. Otros sin embargo se quedaron anclados en el modelo de patriarcado, de una mujer esclava en un hogar, con la obligación de poner la mesa a una hora y sentar a la familia, con la imposibilidad de trabajar o sentirse dueña de su propia vida porque un marido le decía lo que tenía que hacer. El maltrato no era raro en esta época y los demás miraban hacia otro lado cuando se producía. Nadie cuestionaba la autoridad del hombre.  Pero también vemos como se produce el cambio en la siguiente generación, en los hijos de estos matrimonios que ya piensan que la mujer puede tener otra alternativa a casarse y tener hijos.

Las horas robadas es una novela coral en que no solo vemos cómo viven estas familias sino que seremos testigos de sus historias de amor, de la diferente forma en que se vive en las distintas etapas de la vida. DE la impaciencia y el miedo de la juventud hasta la capacidad de esperar de los amantes en los últimos años de vida. Los personajes están tratados de manera sencilla pero cada uno ocupa un lugar concreto en la novela. Son sus sentimientos los que la autora pone en relieve.

El estilo narrativo de la autora es natural, sencillo y directo, sin florituras ni elementos superficiales que distraigan de la trama pero con cercanía hacia el lector de forma que no cuesta nada conectar con la novela y sentirse parte de ella. Además se lee con una enorme fluidez y la alta presencia de diálogo hace que la leas sin darte cuenta.

Conclusión

Las horas robadas nos narra una historia sencilla y muy agradable que nos transporta a una época pasada en la que los cambios marcaban el futuro de las familias españolas. En este contexto conoceremos a sus personajes y viviremos con ellos sus historias de amor, sus conflictos familiares, sus sueños y esperanzas.


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