Título: Bajo su piel tatuada
Autor: Federico Relimpio
Publicación: Autopublicado, 2015
Páginas: 436
En un país
trastornado por una grave crisis económica, Mónica
apenas sobrevive trabajando como becaria en un periódico local. Su pasión por la verdad la
lleva a contactar con Yoani, una experimentada mujer cuya vida discurre
entre la marginalidad y la guerrilla urbana. Consciente del talento de Mónica,
Yoani le facilita datos y contactos para esclarecer una historia terrible: una tragedia
que arranca con el cadáver de un joven
sobre la mesa de autopsias. Hilando una serie de relatos
sin conexión aparente, se nos irán proporcionando las piezas necesarias
para entender la prematura muerte del joven y el desfile de sentimientos
desgarrados que inspiró a las mujeres que poblaron su vida. Historias
de siete mujeres, ensambladas en un retablo contemporáneo, que
tratarán de explicarnos los porqués de un cadáver que muestra las cicatrices
íntimas de la juventud de una época extenuada. Unas llagas insospechadas,
bien ocultas Bajo
su Piel Tatuada.
Mis impresiones
Bajo
su piel tatuada es la segunda novela del médico sevillano Federico Relimpio Astolfi. La
primera está muy relacionada con su profesión, la sanidad y la industria farmacéutica.
Su titulo es K.O.L. Líder de Opinión.
La novela de la que hoy os hablo es completamente diferente y me ha parecido
bastante original en cuanto a su estructura se refiere. Os advierto que es
complicado contar su argumento sin desvelar nada importante, por lo que
pretendo ser prudente.
Es una historia llena de otras pequeñas historias, como si se tratara de
una matrioska, una de esas muñecas
rusas que esconden otra muñeca más pequeña en su interior. Sin embargo y aunque
inicialmente pudiera parecer que unas no tienen nada que ver con otras poco a
poco irán colocando las piezas de un puzle que aúna una trama con un hilo
conductor. Todo comienza en una mesa de autopsias donde yace el cadáver de un
joven. No sabemos quién es ni en qué circunstancias ha muerto.
Después conocemos a Mónica, una joven becaria que trabaja para un
conocido periódico local se pone en contacto con Yoani, activista pro
ocupación, para que le revele alguna información que le permita tirar del hilo
y descubrir una historia bastante oscura en la que hay personas muy poderosas a
las que no interesa que la verdad salga a la luz.
Por otro lado vamos a ir conociendo la historia de siete mujeres que de
una manera u otra tienen que ver con el joven fallecido. A parte de ir
conociendo que relación tenían con él, algunas más próxima que otras, también
se nos irán revelando algunas parcelas de su vida y las consecuencias que
interiormente ha causado en ellas su muerte.
Federico Relimpio ha construido una novela marcada por el realismo de las
muchas vidas que componen esta historia. Vidas que podemos vivir muchos de
nosotros o personas que están a nuestro alrededor. La enmarca en una época de
crisis como la que vivimos en la actualidad y en un barrio especialmente
afectado y favorecido. Con ello nos muestra entre otras cosas la la precaria situación del trabajo, las
dificultades económicas, la marginalidad o la violencia pero también otras sentimientos como la
desesperanza, las escasas perspectivas de futuro, el malestar con uno mismo o
los sueños que no se cumplen. Es una historia descarnada que nos muestra los
bajos fondos de una sociedad injusta en la que cada uno sobrevive como puede
contando con la deshumanización del resto que mira hacia otro lado. Pero aparte
de todo esto salpica el relato de ganchos muy sutiles que nos plantean intrigas
que nos hacen continuar leyendo. De hecho sabemos que hay un cadáver y lo
primero que pensamos es que su muerte no ha sido natural.
Hay un amplio y variado grupo de personajes, en los que predomina el
plano femenino, de quienes vamos a conocer sus vidas. Algunos han tenido o
tienen más suerte que otros y, en consecuencia, sus circunstancias o su día a
día son más fáciles o complicadas. Lo que hace es dotar a todos de ellos de
mucha humanidad dibujándolos con trazos sencillos pero muy significativos. Por
un lado tenemos a Mónica, una joven becaria para un periódico que se introduce
en el mundo de la ocupación de edificios. Trabaja en unas condiciones precarias
y hace un trabajo insustancial que no la satisface. Así se pone en contacto con
Yoani y accederá a un mundo completamente desconocido para ella. Y así nos
vamos introduciendo en las historias de Mila, una mujer atrapada en un cuerpo
con sobrepeso que se traga sus deseos por su naturaleza inconfesable, Vane, que
ha sufrido un accidente y que no recuerda el motivo pero además tiene que
luchar contra las opiniones de los demás, Luisa, la forense a quien le toca
realizar la autopsia o Juani, que friega y friega nunca ve satisfecha su
curiosidad, entre otras mujeres que irán conformando la historia como Lidia, la
más envidiada del barrio. Son mujeres que sufren, que sienten soledad, que dan
y no reciben, que están frustradas, que tiran cada día del carro a pesar de
estar cada vez más cansadas.
En cuanto a su estructura, como ya os he comentado, me parece que debe
haber sido complejo haber engarzado historias tan dispares con sentido y de una
forma coherente. Al comenzar la lectura iba en sobre aviso de esta peculiaridad
y esto hizo que me tomase la lectura diferente. He sido paciente y he ido disfrutando
de cada una de estas historias y sus personajes. Sin embargo también ha habido
momentos en los que me he sentido un poco pérdida y he echado en falta alguna
puntualización adicional con ese cambio de registro.
Federico Relimpio nos cuenta la historia con saltos en el tiempo que con
frecuencia mide en relación a la autopsia. Cosas que han pasado antes y después
y que van haciendo que todo vaya
encajando a un ritmo tranquilo pero que no estanca en ningún momento. La forma
en que nos lo cuenta es a través de un narrador en tercera persona omnisciente
con una voz pulcra y cuidada cambiando de registro cuando algún personaje tiene
algún acento especial. Prestando especial atención a los detalles,
introduciendo en diversas ocasiones los pensamientos de sus personajes y
mostrándonos unos diálogos muy naturales.
Conclusión