Título: Las señoritas Lagarde
Autora: Jacinta Ramírez de Rodrigo
Publicación: La esfera de los libros, julio de 2016
Páginas:348
Cuatro hermanas. Un secreto familiar. Un amor prohibido
Octubre de 1875, Antonio López de Sandoval, brigadier de ingenieros, regresa a España después de haber luchado en Cuba durante cinco años. Su vida esconde un gran secreto. Determinado a que nadie lo descubra, se dispone a abandonar el ejército y a refugiarse en una pequeña localidad andaluza. Aquí, el enigmático personaje conoce a Esperanza Lagarde, de quien se enamora perdidamente.
La precaria economía familiar de la joven es uno de los motivos por el que sus hermanas permanecen solteras, pero hay otro más importante. Cuando Antonio lo averigua, toma una sorprendente decisión que acabará cambiando la vida de todos.
Basada en hechos reales, esta es una historia de intrigas, sospechas y engaños.
Una aventura increíble que recrea una época en la que las mujeres no podían elegir su destino.
Mis impresiones
Esta novela me atrajo desde que la vi entre las novedades de La esfera de lo libros porque representa el tipo de historia que más me llama la atención. Una historia de mujeres en un tiempo complicado para ellas; pero también contenía la palabra “secreto” que me atrae como un imán. Antes de comenzar la novela me fijé en que en la contraportada se comentaba que está inspirada en una historia real. Y llegué a un cierto punto en que dado el argumento de la misma me llegó incluso a inquietar.
Los Lagarde son una familia que vive en Sanlúcar de Barrameda en 1876. El padre, Don Pedro, es un abogado conservador que respeta la tradición a rajatabla. Doña Caridad es una mujer apocada y tímida que no desea tener vida social por lo que en la casa de los Largarde apenas se reciben visitas. De hecho ni siquiera saben atenderlas como es debido. De las cuatro hermanas, las dos mayores, Caridad y Rosario, han nacido con la desgracia de ser poco agraciadas físicamente, lo que junto a un carácter retraído y una economía familiar muy precaria que no les permite ofrecer una dote a las muchachas, ha hecho que pasado el cuatro de siglo de su vida sigan aún solteras y sin ningún pretendiente a la vista.
Cuando ese verano Antonio López de Sandoval, un brigadier ingeniero, regresa de su estancia en Cuba tras luchar en aquel país durante más de cinco años conoce a Esperanza, la más pequeña de los Lagarde que apenas tiene quince años, quedándose absolutamente prendado de ella. Pero Don Pedro ha decidido que siguiendo la tradición sus hijas se han de casar riguroso orden de edad por lo que mientras no se casen las tres anteriores nadie podrá pedir la mano de la benjamina de la familia.
Así Antonio, con un pasado oscuro a cuestas del que los pocos que lo conocen no quieren hablar, idea un increíble plan para conseguir su objetivo.
Las señoritas Lagarde me ha resultado una lectura deliciosa que por una parte tiene un aspecto costumbrista o histórico y por otra nos presenta varias intrigas (incluso me atrevería a decir que tiene un leve toque de novela negra) a la vez que una historia de amor obsesivo. ¿Y que no es una persona capaz de hacer por amor? Avanzaba en la lectura deseando saber cuál es ese secreto que ocultaba el protagonista y además como resolvería ese plan tan descabellado que Antonio idea para conseguir casarse con Esperanza. Realmente no tiene desperdicio. A medida que iba avanzando en la historia no me podía creer que la misma estuviese basada en hechos reales. La autora ha referido que la inspiración surgió de su propia familia cuando encontró un guardapelo que había pertenecido a su bisabuela. La novela me ha gustado mucho, me ha parecido original y con una forma de narrar muy fresca.
Se trata de una novela coral en la que aunque hay algunos personajes que sobresalen el peso de la trama lo soportan todos ellos. De Antonio López de Sandoval al inicio de la novela sabemos muy poco salvo que guarda un secreto. Luego es un hombre educado, considerado y cuyas referencias militares son inmejorables. Don Pedro, padre de familia de los Lagarde, es un abogado aferrado a la tradición y a hacer las cosas como dios manda. Se mantiene es una buena posición social a pesar de su economía. Su esposa al contrario que él es una mujer retraída y huraña que solo se preocupa por las tareas del hogar, algo que hace de forma primorosa. Así sus hijas prácticamente encerradas no tienen amistades ni vida social a excepción de Milagros, alegre, parlanchina, inteligente (tiene una voz destacada en la novela) e incluso atractiva al contario que Rosario y Caridad que son bastante feas. Y Esperanza, la más pequeña, es la que más belleza ha heredado de su madre. Uno de los mejores personajes de la novela es Antonio, con el cual la autora juega constantemente y nos da una de cal y una de arena. Será al final cuando desvelemos quien es.
Os hablaba antes del aspecto histórico o costumbrista que tiene la novela y que en mi opinión está muy bien trabajado resultando una ambientación muy realista para el lector. Por un lado vemos como a finales del siglo XIX la tradición dictaba que las hijas se sacaran según su orden de nacimiento. Así hasta que la primera no encontraba un marido que la mantuviera las demás permanecerían custodiadas por su padre. La importancia de la clase social, la belleza o el dinero (en este caso las dotes podían surtir a las primeras) determinaban el valor de una muchacha para un hombre. Y esto era importante porque el matrimonio era el único futuro al que podían aspirar.
Políticamente la novela se desarrolla unos cinco años después del derrocamiento de Isabel II y el asesinato del general Prim siendo este último hecho una parte importante en la trama de la misma. Casi al mismo tiempo, en Cuba se produjo la guerra de los diez años y el ejército español se trasladó allí a luchar. A lo largo de la novela iremos viendo la Restauración de los Borbones con Alsonso XII en cabeza y viviremos su matrimonio con Mercedes de Orleans y su posterior fallecimiento. Pero sin embargo mientras vas leyendo no percibes que la autora te está dando información porque esta engarzada de tal forma a la novela y con tanta ligereza que no llega a hacerse muy evidente.
Otro aspecto que me gustaría destacar es la calidad narrativa de la autora. Utiliza un lenguaje cuidado y refinado, con mucha personalidad y un cierto sabor antiguo que nos recrea aún mejor la época en que transcurre. Y a pesar de ello la novela transcurre con mucha agilidad y frescura. Quizás al final hubiese agradecido que la historia se alargara un poco más. Los misterios se cierran pero me ha sabido a poco y quería que continuara un poco más. A´pesar de ello me ha parecido un buen final.
Conclusión
Mi recomendación es clara. Las señoritas Lagarde es una novela que me ha hecho disfrutar de lectura magnifica y una historia con misterio, con un toque histórico y una narración insuperable.
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