Han sido las buenas reseñas que he ido leyendo por ahí
las que han hecho que por fin me acerque a este libro y no me arrepiento en absoluto
de haberlo hecho. La verdad es que no conocía al autor y no sabía qué me iba a
encontrar. Ahora os lo cuento.
La novela arranca con un suceso trágico que ha acabado prácticamente
con una ciudad entera. Un gran terremoto ha destruido Waliria, la capital de
Ariok y han muerto muchos de sus habitantes. Ante esta situación el rey
Magmalión ha decidido emprender un largo y peligroso viaje con su pueblo
buscando un nuevo lugar donde establecerse en tierras del sur, en Los Grandes
Lagos. La leyenda dice que es el lugar perfecto para construir una nueva
ciudad. Es consciente de que muchos de sus súbditos no llegarán vivos pero la
esperanza de la tierra prometida es mayor que el miedo.
En la caravana, y entre otros muchos y detrás del séquito
del rey, viaja un maestro carpintero llamado Bertrand de Lis con su hijo de
cuatro años, que ha perdido el habla desde que presenció la muerte de su madre
al ser aplastada en el terremoto. También viaja Astrid, que se ha quedado sola
en el mundo. La desgracia la ha hecho perder a su marido, el herrero, y su
hija.
Madera de savia
azul es una gran aventura épica en la que encontraremos el peregrinaje de
un pueblo hacia un lugar mejor. Un lugar del que solo han oído habla y no saben
si en realidad existe. El rey busca para su pueblo un ideal aunque tenga que
realizar algunos sacrificios. Cada uno de los personajes vivirá su periplo
personal y tendrá que pasar por muchas situaciones de diversa índole. Ya sea
reencontrarse con un ser querido, sobrevivir en un mundo donde prima la
posición social alta ante la del pueblo llano, conseguir los objetivos propios
o proteger a los demás.
Contar una línea argumental o trama única es imposible
porque esta novela hay bastantes tramas que transcurren de forma paralela a la
principal, la del éxodo de los habitantes de Waliria con las penurias que
vivirán por parajes desconocidos y a menudo hostiles. Más bien yo diría que es
una novela donde sobre todo resaltan sus personajes. Lo que les mueve, ya sea
el amor u odio, la ambición, el deseo de sobrevivir, la sed de poder o el
sacrificio propio por el bien ajeno. Todos ellos nos muestran una amplia gama
de sensaciones. Bien sean positivas o negativas al final yo creo que nos habla
de lo que impulsa al ser humano. Y obviamente
encontraremos dentro de los muchos que aparecen en la novela nuestros
preferidos y aquellos a los que aborreceremos.
La novela se sitúa en la época medieval y aunque hoy en
día vivimos en circunstancias muy distintas no nos separan tantas cosas de
ellos. Es decir, la mezquindad, por ejemplo, la seguimos experimentando aunque
la materialicemos de otras formas. La ambientación está muy bien lograda y
sobre, que es lo que me parece muy importante, es que el autor recrea
perfectamente la época, la forma de vida, las costumbres y el pensamiento sin
dar datos (creo que no se menciona en toda la novela el año en que transcurre)
y como lectora, lo identifiqué perfectamente.
El autor ha encontrado un equilibrio perfecto a la hora
de construir la historia. Con un lenguaje rico y cuidado pero a la vez sencillo
y ágil. Un ritmo que no decae en ningún momento a pesar de ser una novela
extensa. Va intercalando tramas, renovándolas al igual que los personajes y
escenarios. Hay una parte cercana a la histórica, hay aventura, hay drama… hay
un poco de todo en ella. No lo he mencionado hasta ahora y no voy a dar muchos
datos. Pero hay una segunda línea argumental situada en otro contexto temporal
que da lugar a un final que me ha gustado mucho.
Por todos los motivos expuestos recomiendo a cualquier
lector y sin reservas la lectura de Madera
de savia azul, una novela que además de entretenida, nos lleva por un mundo
lleno de desgracias, de dramas y desventuras pero también de amor, de lealtad y
generosidad.