Título:
Antes de los años terribles
Autor:
Víctor del Árbol
Publicación:
Destino, 2019
Páginas: 461
Que Víctor
del árbol no es un autor como otro cualquiera es algo de lo que tengo la certeza
absoluta desde que leí su primer libro. Una novela con una portada tan fea que estuve
meses mirándola sin decime a darle una oportunidad. Esa novela era Respirar por la
herida y desde entonces ninguna de
las novelas de este autor han pasado en balde por mí.
Soy una
firme defensora de las novelas de entretenimiento. Son necesarias para ciertos momentos y circunstancias, pero luego hay otra
serie de novelas que dejan poso y se sufren. Entre estas últimas están las del
autora.
Isaías
Yoweri vive en Barcelona, tiene una tienda de restauración de bicicletas, que
es lo que siempre había soñado, y está a muy pocos meses de ser padre junto a
su mujer, con la que tiene una relación muy sana y equilibrada.
Sin embargo
la visita de un viejo conocido va a poner su mundo patas arriba. Es un hombre
llamado Enmanuel que le pide que regrese a Uganda, su país de origen, para
participar en unas conferencias que buscan la reconciliación en el país. Isaías
debe hablar de lo que vivió allí siendo un niño muchos años atrás, antes de
llegar a Barcelona y conseguir una vida completamente normal. Aunque la idea no
le parece muy apropiada al final termina abriendo esa pesada puerta y viaja a
Uganda en donde tendrá que enfrentarse a su pasado.
Antes
de los años terribles es una de
esas novelas que, aun siendo ficción, desvelan una cruda y terrible realidad.
La mayoría de las novelas de Víctor del árbol tocan temas espinosos y esta no
podía ser diferente aunque lo hace en un registro atípico. En mi opinión es una novela que pretende
denunciar una realidad de la que muchos vivimos ajenos. Y que es nos habla de
la sangrienta dictadura de Idi Amin en Uganda, de la LRA, la guerrilla que se
llevó a cabo reclutando a niños que perdían la vida por razones que ni siquiera
comprendían. Esta parte, desafortunadamente es la más pura realidad.
El
protagonista de esta historia es Isaías, un refugiado en España que no ha
tenido infancia. O más bien la infancia que tuvo en su país natal fue horrible.
No os voy a contar mucho de sus intimidades porque ya lo hace el mismo
regresando al pasado. Nos contará el niño que fue, nos hablará de su familia,
sus amigos, de sus sueños y cómo llegó a ser captado por la oscuridad. En España tan solo es el “Negro de las
bicicletas”. Un africano de treinta y seis años que vive con una abogada
divorciada y mayor que él. Nadie intuye su realidad y nosotros al conocerla nos
estremeceremos y por muy difícil que nos resulte creerla cierta, lo pudo haber
sido.
Y aunque no
es tema principal de la novela hay una especie de ¿crítica? al racismo aun a día de hoy
tan presente en nuestra sociedad. O si no es el color de la piel es el estatus
y el dinero. Nacemos ya marcados por el lugar, nuestra familia, nuestro color
de piel o nuestro dinero y eso es algo que nunca se podrá borrar.
Pero por
muy dura que nos resulte, también es esta una historia de supervivencia, de
superar el pasado y de rehacerse uno a sí mismo. No es esta una historia para
darse un atracón, se te puede indigestar. Se trata de una lectura concienzuda,
que te remueve y es al final cuando el ritmo se dispara.
La novela
está narrada en primera persona por el protagonista de la historia que sitúa su
foco del relato en dos momentos claves de su vida. Uno casi en la actualidad y
el otro entre los años 1992 y 1994 que son esos años terribles a los que hace
referencia el título.
En
definitiva, la verdad es que en esta ocasión Víctor del Árbol me ha sorprendido
con la temática de su novela. No esperaba que trata un conflicto socio-político
de este calibre y menos en Uganda. Pero a pesar de todo ello es de nuevo una
novela que te da una bofetada de realidad, que narra horrores pero que a la vez
resalta el valor del amor.