lunes, 28 de enero de 2019

El puente de Clay - Markus Zusak


Título: El puente de Clay
Autor: Markus Zusak
Publicación: Lumen, noviembre de 2018
Páginas:670

Hace ya más de diez años que encontré por casualidad me encontré con un libro llamado La ladrona de libros que me gustó mucho. Luego vi que poco a poco se convertía en todo un best seller. Su autor, Markus Zusak, no ha vuelto a publicar nada hasta hace muy poco y regresa al panorama editorial con una novela que tiene muy poco que ver con la anterior. En este caso es una saga familiar pero muy poco convencional.

La novela comienza presentándonos a los cinco hermanos Dunbar: Matthew, Rory, Henry, Clay y Tomy. Todos ellos viven juntos y solos. Su madre murió y poco después su padre les abandonó. Desde entonces se han protegido unos a otros, tienen una casa llena de mascotas poco habituales como un mulo y se buscan la vida como pueden. La gente los considera unos barbaros incivilizados que hablaban mal, que se dedican a jugar, a pelear y a vagar.

A pesar de todo, la vida para ellos siempre continuaba hasta que un día se cuela en su hogar un hombre al que llaman el Asesino. Pero ¿Qué quiere este hombre de ellos? ¿Cuáles son sus intenciones? Lo cierto es nunca, nunca más ninguno de ellos volverá a ser el mismo.

Como os decía al principio El puente de Clay es una especie de saga familiar pero no tiene nada que ver con la novela arquetipo que nos suele llegar encasillada en este género. Es por un conjunto de varias cosas que me ha parecido una lectura fresca, original y novedosa dentro del género. Y ya me di cuenta desde su comienzo que para mí fue desconcertante. Por mucho que daba vuelta a las páginas no era capaz de centrarme y no entendía muy bien lo que estaba leyendo. Una sensación que hasta avanzar un poco más no se desvaneció. Y justo en ese momento en que se produce un click es cuando tu mente comienza a anudarlo todo y se disfruta realmente de la novela. Al final ha terminado gustándome mucho. De hecho mientras más avanzaba más lo hacía.

Poco a poco el autor nos va introduciendo en un mundo de secretos por descubrir, de emociones, de pérdidas y engaños. Hace que reflexionemos, que nos replanteemos ciertas cosas relativas a la naturaleza humana. Nos habla de vidas difíciles, de huidas, encuentros y nuevas oportunidades. De amor a la música y al arte. De abandono, tristeza y desamparo. Una novela con gran cantidad de sentimientos humanos.

Sobre los personajes cada uno de ellos cumple muy bien su función. Los cinco chicos Dunbar ocupan cada uno su lugar en la novela y son fácilmente identificables por el lector. Tomy, el coleccionista de mascotas, Henry, el descentrado, Rory, el buscavidas, y Mathew, el responsable, y Clay, quien guarda a sus espaldas un enorme secreto. A parte de ellos hay otros personajes comparsa que crean otras subtramas paralelas a la principal (que por cierto no os he hablado mucho de ella y creo que es mejor así). Quizás los personajes no tienen un enorme desarrollo psicológico ni el autor profundiza demasiado en ellos. Son personajes que hablan por sus acciones y no por su interior. De hecho los cinco hermanos son de pocas palabras quizás porque tienen miedo a expresar lo que sienten.  Aun así, son capaces de generar sentimientos y conectar de diferentes formas con el lector.

La forma en que la novela está escrita también es una buena razón para leerla. El narrador es Matthew, el hermano mayor, que escribe la historia en una vieja máquina de escribir (me en la novela). La forma en nos habla de la historia pasada de sus padres, la de sus hermanos, familia, amigos o gente que estuvo cerca de ellos en un pasado más cercano. Su estilo es muy lírico, rico en metáforas, con una fuerte carga simbólica (que ya apreciamos en su título) y referencias a ciertos títulos de la literatura clásica, la música y el arte. Su arquitectura muy compleja que va saltando en el tiempo, que cambia arbitrariamente de personajes y como os decía antes, que al principio es motivo de despiste del lector pero que al final de la novela se aprecia como un gran esfuerzo.

En conclusión, El puente de Clay es una novela narrada de forma impecable, con una trama que va envolviéndote poco a poco, unos personajes con los que empatizar y unos momentos inolvidables para cualquier lector. Si buscáis algo fresco y diferente os lo recomiendo.