Título: Un pequeño favor
Autora: Darcey Bell
Publicación: Suma, octubre de 2017
Páginas: 376
Todo empezó con un
pequeño favor. Cuando su mejor amiga, Emily, le pide a Stephanie que recoja a
su hijo a la salida del colegio, ella accede encantada. Stephanie, una joven
madre viuda, se sentía muy sola hasta que conoció a Emily, una sofisticada
ejecutiva cuyo trabajo absorbe todo su tiempo.
Pero ahora Emily no
regresa. No contesta a las llamadas ni a los mensajes. Stephanie sabe que algo
va terriblemente mal: su amiga nunca abandonaría a su hijo, no importa lo que
diga la policía. Aterrorizada, pide ayuda a las lectoras de su blog y contacta
con el marido de Emily, el distante y atractivo Sean. Y no tarda en recibir una
noticia escalofriante. Pero pronto Stephanie se dará cuenta de que nada -ni la
amistad, ni el amor, ni siquiera un pequeño favor- es tan sencillo como parece.
Mis impresiones
La sinopsis de este libro me encandiló desde un primer
momento. Preveía misterio, suspense y una historia jugosa. Pero sobre todo me
hizo preguntarme ¿Qué puede ocurrir a una madre para que deje a su hijo y no
regrese a por él? Sin duda debe ser algo muy grave.
“Mi madre solía decir que todos tenemos
secretos. Por eso nunca puedes conocer realmente a alguien. Ni confiar en
nadie. Ni siquiera puedes conocerte a ti. A veces nos ocultamos nuestros
propios secretos.
Cuando era niña creía que era un buen consejo,
aunque no lo entendía del todo. O quizá sí, un poco. Los niños tienen secretos.
amigos imaginarios, cosas que les podrían traer problemas si algún adulto se
entera.”
Stephanie es una mujer que cuida sola a su hijo ya que su
marido ha muerto en un accidente de tráfico. Se habían mudado a las afueras de
Nueva York y fuera de su círculo no conocía a nadie hasta que Emily apareció en
su vida. Se conocieron gracias a la amistad de sus dos hijos, que iban a la
misma clase en el colegio, y ellas conectaron muy bien. Así comenzaron a turnarse
para recoger a los niños a la salida de las clases, a cuidarlos en casa y a
hacerse pequeños favores.
El último que Emily, una mujer muy ocupada que trabaja en
el mundo de la moda, le pidió fue que recogiera a su hijo a la salida del
colegio y se quedará con él unas cuantas horas. Pero Emily no volvió a
recogerlo, ni esa noche ni al día siguiente. Sean, el marido de Emily está
fuera de la ciudad por motivos laborales y ante esta situación Stephanie no
sabe qué hacer aparte de realizar un llamamiento a través del blog que tiene
sobre la maternidad.
Este es el punto de partida y no os cuento mucho más para
no destripar la historia. A partir de la desaparición de Emily Stephanie
comenzará a preguntarse dónde está su amiga y que es eso tan grave que le ha
podido pasar para que no vuelva a recoger a su hijo. Mientras tanto solo puede
cuidar del pequeño hasta que el padre regrese.
Un pequeño favor
es una novela que podemos encuadrar dentro del thriller doméstico, como se les
llama ahora. Una novela que tiene suspense, misterio y que te hace elucubrar
constantemente el rumbo que va a tomar la historia. Es cierto que algunas cosas
son ciertamente predecibles, pero hay otros giros argumentales que yo no
esperaba y que me han soprendido. De todas formas, tampoco me gustan las
novelas que intentan despistar al lector con omisión o datos no del todo
incorrectos que luego en un punto desvelan y no sabes de donde han salido. Al
final es una de esas novelas muy entretenidas, que te enganchan desde el
principio y que gracias a la ligereza con la que está narrada se lee en dos
ratos.
A mí me ha parecido una historia bastante retorcida en la
que todos sus personajes guardan secretos como ya nos indica el fragmento con
el que se abre el libro. No os voy a decir quién ni porque, pero me encantan
los personajes donde habita la maldad, creo que literariamente dan muchísimo
juego en las historias y que le ponen mucho interés a las tramas. Y ya no hablo
de maldad en el sentido de que lo hagan de forma gratuita o universal, sino que
el egoísmo, la ambición u otras circunstancias les llevan a cometer actos
reprobables.
En primer lugar, conocemos a Stephanie a través de su
blog en el que da consejos a las otras madres. Desde que se mudara a las
afueras y su marido muriese se siente muy sola. Allí no conocía a nadie y encontrarse
con Emily fue su salvación. Por fin tenía a alguien con quien compartir risas,
confidencias y ayudarse mutuamente. Pero ella también guarda sus propios
secretos y claro no se pueden publicar abiertamente. Por lo que de lo que
escribe en el blog no todo es cierto o al menos no como ella lo cuenta.
Emily es un personaje plagado de misterios que se irán
revelando poco a poco. Al principio se nos presenta como una mujer ocupada cuyo
trabajo en el mundo de la moda le absorbe mucho tiempo. Está casada con Sean y
parece tener una vida normal. Pero ¿Qué hay realmente bajo esa apariencia?
Como os he comentado la historia está escrita con un estilo
narrativo funcional, directo y muy ágil en el que va cambiando la voz narrativa
y el formato (la autora utiliza el blog para ofrecer y jugar con la información)
lo que contribuye a que la historia tenga muchísimo dinamismo. Sus capítulos cortos
y esa curiosidad por saber más de la historia hacen que leas un capítulo más y
otro más.
Todos los personajes tienen voz en esta historia y ellos
serán quienes nos desvelen sus propios secretos. A través de sus confesiones conoceremos las
mentiras, la forma en que por propio egoísmo jugamos con los demás, la
confianza, la lealtad, el egoísmo, la necesidad, etc
Conclusión
Un pequeño favor
ha sido una lectura entretenida, ágil y retorcida. Una de esas novelas plagadas
de secretos, que te enganchan desde la primera página. Y aunque puedas imaginar
algunos de ellos hay otros que te sorprenden. O al menos así ha sido en mi
caso.