Título: El gato que
curaba corazones
Autora: Rachel Wells
Publicación: Duomo, marzo
de 2017
Páginas: 384
¿Puede un gato
cambiar tu vida?
Déjate sorprender.
Déjate sorprender.
Conoce a Alfie,
un gato que te enamorará. Un protagonista dulce y simpático que tiene la capacidad
de ayudar a las personas a encontrarse a sí mismas.
Una novela que regala felicidad y te recuerda que la vida siempre depara sorpresas.
Como a
cualquier otro gato, a Alfie le encanta pasarse el día dormitando en el sofá,
delante de la chimenea. Le basta con unas cuantas caricias y algún que otro
ronroneo para ser feliz, pero, de repente, se verá obligado a abandonar el
hogar en el que se ha criado, se encontrará solo y perdido por las calles de
Londres. Todo cambia al llegar a Edgar Road, un lugar lleno de jardines y
preciosas casitas unifamiliares. Alfie comprende enseguida que solo allí
conseguirá sentirse de nuevo como en casa. Únicamente allí podrá encontrar una
nueva familia.
Los habitantes del barrio, sin embargo, aún no están preparados para acogerlo. Demasiado absortos en sus problemas, no tienen tiempo para ocuparse de él, aunque pronto descubrirán que Alfie no es un gato cualquiera, sino que tiene un don especial: capaz de intuir los deseos mejor guardados de las personas, Alfie también puede reparar lo que el destino ha roto en sus vidas y escuchar la melodía silenciosa de sus corazones.
Los habitantes del barrio, sin embargo, aún no están preparados para acogerlo. Demasiado absortos en sus problemas, no tienen tiempo para ocuparse de él, aunque pronto descubrirán que Alfie no es un gato cualquiera, sino que tiene un don especial: capaz de intuir los deseos mejor guardados de las personas, Alfie también puede reparar lo que el destino ha roto en sus vidas y escuchar la melodía silenciosa de sus corazones.
Mis impresiones
Quien tenga o haya tenido alguna vez un gato, como siempre ha sido mi
caso, sabe que son unos compañeros muy singulares. Son inteligentes, curiosos,
cabezotas, perezosos y muy mimosos. A los gatos les gusta dormir junto a sus
dueños y si tienen la ocasión pasarán encima de ellos el mayor tiempo posible.
“Me estaba haciendo el dormido, pero en realidad tenía las orejas bien
tiesas para escuchar lo que estaban diciendo mientras intentaba, al mismo
tiempo, no sacudir la cosa por los nervios. Me había acurrucado en el sillón
favorito de Margaret –o, mejor dicho, en el que había sido su sillón favorito-
y desde allí observaba a su hija y a su yernos hablar de lo que iba a ocurrir y
a decidir mi futuro.”
Alfie es un gatito gris de cuatro años que acaba de perder a su dueña.
Con Margaret era muy feliz ya que podía pasarse todo el día haciendo lo que más
le gustaba como dormitar en el sofá y
siempre tenía mimos y muestras de cariño. Sin embargo, tras la muerte de
Margaret, Alfie escucha a su hija diciendo que le buscarán un lugar en una
protectora. Ya le habían hablado otros gatos de este tipo de sitios y el minino
no quiere acabar allí así que toma una decisión: huir y cambiar su destino.
Los primeros días en la calle son confusos y muy duros. Él no sabe
nada del mundo. No sabe cazar ni buscar alimento, no sabe cruzar una calle,
tiene frío, la lluvia le horroriza y le atemorizan los peligros que hay ahí fuera.
Así que, aconsejado por un gato que conocerá, ideará un plan que le proporcione
la vida que desea. Así que cuando llega a Edgar Road piensa que la calle es un
paraíso. Allí pretende convertirse en un gato de portal en Edgar Road y
encontrar una nueva familia. ¿Lo conseguirá?
El gato que
curaba corazones es una de esas historias frescas, ligeras y entretenidas que con
cierta carga emotiva nos enseñan que en la vida vamos cerrando capítulos
constantemente. A veces son mejores, otras veces son peores pero que pase lo
que pase hay que tener esperanzas en el mañana. Aunque en un momento dado
veamos muy oscura la situación las cosas pueden terminar solucionándose. O por
los menos si una puerta se cierra definitivamente, otra se abrirá y al cruzarla
encontraremos nuevas ilusiones. También creo que es una novela que nos avisa de
que no podemos quedarnos sentados y ver la vida pasar si no que debemos ser
nosotros mismos los que luchemos para cambiar ese presente que no nos gusta.
En la novela iremos conociendo las aventuras y desventuras de Alfie en
su periplo hacia la búsqueda de la felicidad mientras nos irá presentando a los
personajes humanos que tendrán también su protagonismo en la historia. Ellos
han tenido que abandonar sus vidas anteriores por diferentes motivos y como
Alfie están buscando su lugar en el mundo. El gatitoe será una pieza clave en
sus nuevas vidas y hará todo lo posible por ayudarlos.
Alfie es un gatito inocentón, mimoso y dependiente del ser humano que repentinamente
un día se encuentra en la calle. Está acostumbrado a la seguridad y la
comodidad de un hogar pero sobre todo necesita cariño. La calle es un lugar completamente
desconocido para él, no entiende las reglas de supervivencia y se enfrentará a
muchos peligros. Así irá espabilando y dándose cuenta de que ya no cuidará
nadie de él, aprende a hacerlo él mismo. Cuando Alfie llegue a Edgar Road con
el objetivo de establecerse allí irán apareciendo una serie de personajes (a
quienes conoceremos a través de los ojos del felino) humanos cuyas historias
iremos conociendo.
Claire es una joven de treinta y ocho años que acaba de mudar y se
pasa el día llorando muy triste. Además cada vez está más delgada y su afición
a la bebida es preocupante. Jonathan también es nuevo en el barrio, vive solo y
es un tipo con muy mal humor al que parecen no gustarle los gatos. No. Definitivamente
estos no representan un buen hogar para Alfie. Así probará con otros dos hogares.
Poll y James acaban de mudarse por temas laborales. Tienen un pequeño bebé y
aunque todo parece normal, algo no acaba de encajar. Francesca y Thomasz tienen
tres hijos y son emigrantes de Polonia. Al igual que Alfie echan de menos su
hogar. Sienten que no encajan y la gente tampoco les ayuda a encontrar su
hueco.
Con estos personajes la autora toca temas tan dispares como el
desengaño amoroso, la regresión en la carrera laboral, la depresión post-parto,
la soledad, la violencia en el hogar, el racismo o la intolerancia. Son
cuestiones en las que no profundiza demasiado puesto que la estructura tampoco
creo que se preste a ello. Hubiese quedado demasiado forzado.
En cuanto al estilo narrativo es una de esas novelas que prácticamente
se leen del tirón. Narrada con agilidad, frescura, desenfado y dinamismo será
Alfie, el protagonista, de forma muy simpática (también hará sus travesuras) quien
nos la narre en primera persona. No es en principio una novela que destaque por
su originalidad puesto que ya he leído otras narrada desde la perspectiva de
algún animal pero sin duda es una historia que cautiva por su sencillez y
emotividad. Vamos a ver el mundo desde la perspectiva de un gato que nos cuenta
cómo ve él el mundo humano con comportamientos que no acaba de entender y las
relaciones que se establecen entre unos y otros.
Conclusión
El gato que curaba corazones me ha resultado una lectura simpática,
agradable, entretenida y moderadamente emotiva. Agradezco a la autora que no la
haya convertido en un drama lacrimógeno y opte por lanzarnos un mensaje lleno
de positividad.