lunes, 23 de diciembre de 2019

Hierba de brujas - Toti Martínez de Lezea


La última novela publicada por Toti Martínez de Lezea tiene por título Hierba de brujas. Con esta autora he tenido diferentes experiencias con sus diferentes libros. Quien la conozca ya sabrá que es una apasionada del género histórico y que es de lo que tratan sobre todo sus libros. Ella coge momentos concretos de nuestra historia y coloca en ellos un hilo de ficción. Sobre gustos no hay nada escrito y confieso que algunas de sus novelas me han gustado más o menos dependiendo de lo atractivo que me resultara ese contexto que tiene siempre tanta presencia en su historia.

Hierba de brujas tiene un título que ya nos da una pista de qué trata la novela. Todo comienza en 1493 con el nacimiento de un niño llamado Bernabé. El hijo del notario don Juan de Urruztia cuya madre muere en el alumbramiento. Esa es la razón que le llevará a ser despreciado por su padre, a criarse fuera de su hogar y condenado a una vida de infelicidad dedicada al estudio y carente de afecto.

Quince años más tarde nace una niña. Loredi es la séptima hija de una familia humilde, algo que le hace indeseada a los ojos de todo el mundo, por antiguas supersticiones que la señalan con el dedo. Su madre también muere en el parto y aunque todo el mundo cree que mejor sería deshacerse de ella, su padre la protegerá de todo lo malo que pueda pasarle.

Tiempo más tarde estos dos personajes se enfrentarán. Ella será acusada de brujería y él será quien quiera prenderla.

Esta es, a grandes rasgos, la trama de la novela. Una historia que nos habla de las creencias sobre la existencia de “brujas” y de cómo en la época se llevaron a cabo las acusaciones, persecuciones y castigos que con frecuencia eran la tortura y el destierro entre otros no menos inhumanas. Toti Martínez de Lezea delimita más la historia y la enmarca en la provincia de Navarra en los primeros años del siglo XVI. De 1525 a 1527 se desató una fiebre que dio lugar a una cruel y perversa “caza de brujas”.

Seguro que nos viene a la cabeza la Inquisición pero curiosamente en el libro se nos habla de jueces civiles, pues los miembros de la Inquisición ni siquiera creían en realmente en hechizos. Eran hombres inteligentes y estudiosos. Pero quizás por otras cuestiones o intereses muchas aldeas y pueblos navarros fueron mirados con lupa, examinados e incluso llevados a juicio sus miembros.

A mí es un tema sobre el que me encanta leer y en esta ocasión no me ha sido diferente. Me ha gustado mucho como se aborda en esta novela. Todos tenemos nociones generales de lo que pasó, hemos leído otros libros o visto películas pero cuando encontramos un libro que nos acerca más a ello, de forma rigurosa, detallada y tan bien narrada se hace más impresionante aún. A los que la hemos leído antes que Toti se aleja más de la ficción y se acerca a lo real.

Como es habitual en la autora, se recrea en ambientes, escenarios, en que conozcamos la época de una forma asombrosa. Sí que es cierto que por ello sus libros no son especialmente ágiles pero también que no son muy extensos por lo que no llegan a hacerse pesados.

Un punto fuerte de la novela creo que son sus dos personajes tan diferentes entre sí. Uno en cada lado de la balanza a pesar de que tienen cosas en común. Ambos perdieron a su madre al nacer. Aunque uno de ellos crecerá en el amor y el otro en la soledad. Así cada uno desempeñará diferentes roles: perseguidor y perseguido. Obviamente os podéis imaginar cual es cada uno.

En definitiva, he disfrutado con su lectura. Me ha resultado una historia muy intensa e interesante para leer con tranquilidad.