jueves, 21 de noviembre de 2019

La cadena - Adrian McKinty


Que levante la mano aquel que nunca haya recibido ninguna de esas cadenas que de una mano a otra van perpetuándose en el tiempo. Ya sea por email, por WhatsApp o por cualquier otra vía, y con diferentes objetivos, solo son bromas o juegos de los cuales podemos pasar si nos apetece y no darle mayor importancia. Pero y si de repente un día te vieras dentro de una cadena mucho más peligrosa, que pone la vida de tu familia en juego y de la que solo podrás salir indemne haciendo lo que te ordenan…

Esta es la premisa de la que parte, Adrian McKinty. De un juego del que es difícil escapar.

Todo comienza una mañana normal y corriente en la vida de la protagonista. Rachel Klein deja a su hija Kylie en la parada del autobús escolar como todos los días y se dirige al hospital para ver a su oncóloga. Al parecer los últimos análisis son preocupantes. Sin embargo nunca llegará a la consulta porque una llamada impactante la desvía de su camino de forma inminente.
Su hija ha sido secuestrada y al parecer forma parte de un mecanismo mucho más complejo que un secuestro normal. No solo quieren dinero, sino que todo esto forma parte de una cadena que ella ha de perpetuar secuestrando a otra persona, que a su vez debe hacer lo mismo. Eslabón a eslabón. Mientras todos cumplan con su misión todo el mundo estará a salvo.
Desde luego a mí el punto de partida de La cadena me ha parecido de los más originales que he leído últimamente. Es uno de esos thrillers de acción que te atrapan desde la página uno y que no puedes soltar hasta la última página. Es la típica novela diseñada para eso. Tiene acción, tiene ritmo, tiene tensión y además te hace ponerte en el pellejo de la protagonista.
Te hace pensar en qué harías tú si te vieras en su lugar. Rachel es una mujer normal y corriente como lo puedes ser tu o lo soy yo (si es que el caso y no eres un hombre aunque también es aplicable al sexo opuesto). Estas tranquila, tu hija está en el colegio (un lugar donde aparentemente pocas cosas le pueden pasar) y de repente alguien te llama y te dice lo contrario. No está allí sino en el sótano de otras personas a quien no conoces y no sabes que van a hacer con ella.
Pero no solo es cuestión de dinero. Te obligan a cometer el mismo delito. Debes secuestrar a otra persona y hacer que su familia haga lo mismo. La situación en que se encuentra Raquel es completamente atípica y perturbadora. No solo depende de ella sino de las acciones de los demás. Un juego muy peligroso. Pero ¿Cómo secuestrar a alguien cuando nunca has cometido un delito? ¿Será capaz de hacerlo? ¿Y tú, serías capaz?
Es una de las cosas que más me han gustado en la novela ver cómo el personaje titubea, le da vueltas al asunto y toma una decisión. Siempre decimos que haríamos cualquier cosa por nuestros hijos pero ¿hasta qué punto es eso cierto? ¿Qué límites reales podemos sobrepasar y cuáles no?
Además de este gran problema tendrá que hacer frente a su enfermedad que parece que vuelve. Ha pasado por el trance de un tratamiento contra el cáncer y ahora parece que tendrá que volver a pasar por ello. Además, está divorciada y prefiere no decir nada a su exmarido temiendo que llame a la policía ¿No sería esto lo más sensato? Las instrucciones han sido muy claras.
Sin embargo si contará con la ayuda de Pete, su cuñado, con quien formará un tándem perfecto. Un personaje muy diferente a ella.
No os he querido contar más de su argumento, que lo hay. Me he quedado en las generalidades y en los puntos más llamativos. La novela es interesante de principio a fin, está narrada con agilidad y en muchos momentos es poco predecible. Me parece una historia muy visual y cinematográfica (es absolutamente perfecta para la gran pantalla). Su lectura me ha resultado asfixiante. ¿Qué cosa peor hay que enfrentarte a tu conciencia?
En algún momento nos puede parecer que el autor peca de fantasioso y obviamente no deja de ser una novela de ficción, pero me ha inquietado que se ha inspirado en un sistema de secuestros de intercambio que al parecer se lleva a cabo en México, lo cual me ha puesto los vellos de punta.
Sin duda os recomiendo La cadena, un thriller de esos absorbentes que una vez empiezas no puedes parar. Me ha resultado muy original a la par que entretenida y la he disfrutado mucho. Además a mí me ha hecho reflexionar y ponerme en lugar de su protagonista. He de reconocer que el autor tiene una mente un tanto retorcida.