Conocí a la
periodista y escritora Inés Plana hace algo más de un año con la que fue su
primera novela titulada Morir
no es lo que más duele, una novela que me gustó bastante y que gracias a
ella he llegado a la continuación, Antes mueren los que no aman. No es una continuación
en sentido riguroso pues lo que ambas novelas tienen en común es su personaje
protagonista siendo casos completamente diferentes y más aún que la primera
quedó completamente cerrada. Es por ello que ambas novelas pueden leerse de
forma completamente independiente.
La autora ha
localizado temporalmente la acción en plena crisis (por el estallido de la
burbuja inmobiliaria) allá por el año 2009. Gente que iba directa al paro, hipotecas
astronómicas imposibles de pagar, empresas en quiebra y una negatividad y
tristeza general en toda la población.
En este contexto la
mañana del 23 de diciembre se produce la muerte de una mujer de una forma
bastante sorprendente. Mientras se manifestaba por los recortes de la Seguridad
Social es empujada por una mujer que huye del lugar inmediatamente y choca
contra un cristal que se rompe pero del que queda un gran trozo de vidrio
intacto que decapitara a la mujer en el suelo.
La investigación oficial será asignada al teniente de la Policía
Judicial de la Guardia Civil Julián Tresser. Aunque él está más
preocupado por ciertos asuntos personales.
Y es que ha aparecido por fin una pista sobre Luba, la joven de doce
años desparecida hace dos años y que ha buscado de forma obsesiva.
Nos encontramos ante una novela que entra dentro del supesne
o no del todo novela negra (ya sabéis que a veces no soy muy acertada en
géneros) y en ella he visto algunas similitudes en cuanto el estilo a la
anterior y que me han hecho que disfrute mucho con ella. No es una novela de
esas de ritmo frenético sin ton ni son ni una novela más grave y de mayor
calado.
En realidad, esa muerte (¿asesinato? ¿accidente? ¿homicidio
involuntario? Solo fue un empujón…) a la que asistimos en el segundo capítulo
incluso llega a pasar a un segundo plano (por mucho que haya prisas por
resolverla) y nos centramos en como digo, temas muy delicados. Tenemos la
historia de una joven que ha escapado de una red de trata de blancas y justo
cae en una casa en donde sus habitantes tienen ciertos secretos que guardar. La
forma en que Inés Plana narra todo esto me ha gustado mucho, si que es verdad, que
no genera mucho suspense, ni mucha tensión, pero aporta otro tipo de interés a
la novela.
Son varias subtramas más las que se van sucediendo de forma
paralela. Sé que en la sinopsis del libro se amplía la información pero yo
prefiero plantarme aquí. Me ha resultado original la arquitectura, no es una
novela de mucha tensión, de giros argumentales que dejen con la boca abierta,
de tensión máxima es algo que notas que se va cociendo a fuego lento.
Los personajes me han parecido muy potentes y con mucha
garra. Todos ellos tienen sus complejidades, sus dramas personales, sus
motivaciones además de sus dilemas morales. Todos tienen vidas complicadas y
cargadas de circunstancias negativas y muy intensas. Y a través de ellos aborda
temas mundanos como el amor, la familia, la soledad, etc pero también temas más
importantes como las mafias, las luchas de poder o la explotación sexual.
En definitiva, creo que Inés Plana ha escrito una buena
novela de personajes, donde lo más evidente pasa a segundo plano y desde las
sombras aparecen poco a poco sus intimidades y con ello lo más inquietante de
la novela.