Título: Todo lo que sucedió con Miranda Huff
Autor: Javier Castillo
Publicación: Suma, 2019
Páginas: 440
Este es mi primer acercamiento a Javier Castillo a pesar
de que Todo lo que sucedió con Miranda
Huff es su tercera novela y del éxito que consiguió las anteriores. Ambas
forman parte de una biología que tengo en casa y de la que he leído muy buenas
reseñas. Solo me falta encontrarle hueco. Mientras tanto me he estrenado con
este thriller que os adelanto me ha parecido de lo más entretenido que he leído
últimamente. Prácticamente la he devorado y la he disfrutado mucho.
La novela comienza cuando Ryan Huff llega a la cabaña en
el bosque de Hidden Springs y no encuentra a Miranda, su mujer, por ningún
lado. Habían quedado en verse allí y pasar el fin de semana por recomendación de
su terapeuta a quien han acudido para intentar solucionar la enorme crisis por
la que está pasando la pareja.
A ella no la encuentra a pesar de que unos instantes
antes le había enviado un mensaje. Lo que si encuentra es una casa vacía con
rastros de sangre en el cuarto de baño.
No os quiero contar mucho más pero con este punto de
partida nos encontramos una de esas novelas que te atrapan en una vorágine de
acontecimientos que van enturbiando la trama poco a poco y cada vez hay más
intriga. Tenemos en primer lugar el misterio de la desaparición de Miranda ¿Voluntaria
o forzosa? ¿Seguirá viva? ¿Es suya la sangre encontrada? Pronto aparecerán más cadáveres
y uno de ellos se remonta a los años setenta conectando con el pasado de
ciertos personajes entre ellos dos de sus protagonistas.
Ya os he nombrado a dos: Ryan y Miranda, una pareja de
guionistas con problemas económicos además de sentimentales. Viviremos su relación
desde ambos puntos de vista y desde el comienzo. Veremos como las imágenes que
proyectan cada uno de ellos comienzan a enturbiarse cuando los conocemos a
través de los ojos del otro. Este juego de espejos me ha gustado mucho en parte
porque creo que en ciertos momentos el autor ha arriesgado y por otro porque nos
hace dudar de todo el mundo. También veremos cómo cada uno de ellos ha
contribuido a llegar al punto donde están. Y en plena crisis, él será como
marido el primer sospechoso. Hay un tercer personaje que será un pilar
fundamental en la historia pero del que no os voy a hablar. Su relación con los
personajes se remonta a la universidad donde los tres se conocieron por su
pasión por el cine, un arte muy presente en la historia.
Hay una cosa que caracteriza esta novela y es que el estilo,
la trama, la ambientación y los personajes están escritas al más puro estilo
americano. De hecho me ha recordado bastante a Joël Dicker y si la hubiese
leído sin ver el nombre no hubiese pensando que el autor es nuestro. Al mismo tiempo
me ha parecido una novela muy cinematográfica en la que yo como lectora, he ido
viendo todo claramente en mi mente. No me ha costado imaginar nada de ello a
pesar de que no es una de esas novelas en las que no se escatiman en detalles.
Es más si otro aspecto caracteriza a esta novela es la
velocidad a la que transcurre la historia y la velocidad de lectura con que te
sumerges en ella. Primero por ese ritmo con que nos encontramos los
acontecimientos, también por un estilo directo, sencillo, y que atrapa y por
ultimo por la curiosidad que te lleva a querer saber más y más.
Son tres voces narrativas las que nos van a contar los
acontecimientos por lo que tenemos varias perspectivas de la historia (dos en
primera persona y una en tercera persona) que se van moviendo entre el pasado y
el presente para ir reconstruyéndola.
Muertes, misterio, pasado, mentiras, cine y la búsqueda
de lo perfecto es lo que nos vamos a encontrar es un thriller de ritmo
vertiginoso, que nos cuenta una historia oscura, con giros argumentales y una
trama que hacen que Todo lo que sucedió
con Miranda Huff sea tan entretenida como adictiva.