Título: Mientras pueda pensarte
Autora: Inma Chacón
Publicación: Planeta, octubre de 2013
Páginas: 347
Mi experiencia con la novela
Nunca me había sentido tentada de conocer a la extremeña
Inma Chacón, que fue finalista del Permio Planeta en 2011 con su anterior obra Tiempo de arena, hasta que ha tocado uno
de los temas de la actualidad que más me interesan. Se trata del robo y compra-venta
de bebés al nacer, un episodio muy oscuro en la historia de nuestro país que no
hace tanto que ha salido a la luz y ahora todos conocemos pero no debemos
olvidar que muchas mujeres han pasado muchos años de sus vidas sufriendo en
silencio por ello.
Mientras pueda
pensarte ha supuesto una sorpresa muy agradable para mí. Es, en mi opinión,
una obra con una estructura muy compleja desarrollada a través de varias voces
narrativas, que consigue dotar a sus personajes de credibilidad y alcanza una
increíble profundidad narrativa.
“No sé quién soy. Tengo casi cuarenta años, un trabajo estable y bien
remunerado como creativo de una de las agencias publicitarias más solventes de
Europa y un currículum que acredita cada paso de mi vida laboral. Mi nombre
figura en mi expediente universitario, en los certificados de mis másteres, en
mis notas del colegio, mi DNI, mi pasaporte y el libro de familia de mis
padres, con mi fecha y lugar de nacimiento, el número de tomo y la página del
registro donde me inscribieron al nacer. Todo oficial, todo correcto, todo
legalmente constatado. Pero no sé quién soy.”
Así comienza a contarnos Carlos como se ha sentido durante toda su vida. A
sus cuarenta años es un hombre de éxito que se dedica al ámbito publicitario
pero siempre ha dudado de su verdadera identidad. Las sospechas nunca
confirmadas de que sus verdaderos padres biológicos no son los que le han
criado son compartidas por su amigo José Luis quien ha emprendido una
investigación para determinar sus verdaderos orígenes tras una confesión que
revela su madre antes de morir. Al contrario que su amigo, Carlos no quiere
indagar en el tema y desea cerrar de cualquier manera ese episodio de su vida.
También conocemos a María Dolores, una mujer que busca desesperadamente al
hijo que le robaron al nacer. Sucedió hace cuarenta años en la casa cuna de
Valladolid, cuando ella era una joven de diecisiete años que se había quedado
embarazada estando soltera. Aunque los médicos y monjas le comunicaron que su
bebé estaba gravemente enfermo poco antes de morir, ella ha presentido todos
estos años que su hijo está vivo.
Inma Chacón ha construido una historia llena de matices que contempla
distintos puntos de vista sobre una mismo tema. Por un lado encontramos la
historia de María Dolores, una mujer que lleva cuarenta años sufriendo por la
pérdida de un hijo que está convencida de que no llegó a morir y se lo robaron.
Consiguió rehacer su vida pero siempre con la sensación de que le faltaba una
parte de ella. Gracias a su voz somos capaces de sentir esa impotencia, desesperación
y soledad. Esas ansías de buscar y no encontrar ya que no tiene pruebas que certifiquen
lo ocurrido y sin ellas nadie puede ayudarle.
En el lado opuesto están Carlos y José Luis que un día fueron hijos
robados. Ambos se han criado con otras familias pero siempre tuvieron la intuición
de que no pertenecían biológicamente a las mismas. Cada uno de ellos ha tenido
una experiencia distinta con sus padres adoptivos. Mientras José Luis ha tenido
una vida colmada de cariño y amor, Carlos conoció a una madre postiza que
siempre le dio de lado, dejándole claro que sus sentimientos hacia él nunca han
sido maternales. Esta ausencia de cariño
le ha marcado en su forma de ser y enfrentarse al mundo.
Todos los personajes que aparecen en esta novela me han parecido sólidos, creíbles.
Quizás porque su autora se esmera en que conecten con el lector describiéndolos
de tal manera que podemos ponernos en su piel a la perfección. Si algunos de
ellos despertarán nuestra simpatía hay otras figuras capaces de indignarnos y
molestarnos hasta el punto de provocar nuestro rechazo.
Mientras pueda pensarte tiene una alta carga
emotiva a la que se suma un toque de intriga al presentarnos ciertos interrogantes
desde su comienzo que invitan al lector a continuar leyendo para averiguarlos.
La novela está contada mediante tres voces narrativas que se mueven en
distintos planos temporales a través de constantes saltos al pasado y presente que
desarrollan de forma paralela su historia para llegar a un único punto final.
Esta es una estructura muy compleja que en ocasiones puede causar cierta desorientación
en el lector pero que termina formando un rico entramado de historias
conectadas entre sí con total coherencia y de forma impecable. Las tres voces
se corresponden con dos de sus protagonistas principales, Carlos y María Dolores,
que nos cuentan cómo han vivido de forma personal lo ocurrido más un narrador
en tercera persona que nos da un punto de vista más amplío de los hechos así
como las cuestiones que sus personajes no pueden conocer.
El espacio temporal de la novela abarca un largo periodo de tiempo que
arranca prácticamente con la instauración del franquismo en España hasta
nuestros días. He de confesar que al comienzo de la novela me preguntaba porque
la autora retrocedía tanto en el tiempo para hablarnos de los bandos, de
vencidos y vencedores y sus viejas redecillas pero todo termina cuadrando a la
perfección.
Mientras pueda pensarte se estructura en tres
partes divididas a su vez en cincuenta y siete capítulos de corta extensión que
imprimen cierta agilidad a su lectura, en conjunto con una prosa con estilo y cuidada
pero ágil y amena en donde prácticamente prescinde de cualquier elemento
superficial en la historia. En su desenlace es imposible dejar la novela puesto
que Inma Chacón sorprende con algún giro inesperado que complica más la
historia aunque mantiene en todo momento la coherencia narrativa que toma desde
el principio y sobre todo, hila perfectamente todas las tramas abiertas.
El objetivo de Inma Chacón, tal y como ella misma aclara al final de la
novela, es reivindicar el horror que sufrieron todas aquellas madres que
vivieron experiencias similares cuando les quitaron sus hijos, denunciando las argucias
y triquiñuelas de las que sirvieron algunas personas que jugaron a ser dioses y
que se creían en poder de la verdad cuando dispusieron que algunas mujeres no
tenían derecho a criar a sus hijos. Los motivos son tan absurdos como una
ideología contraria como en es el caso de las presas republicanas o los prejuicios
contra las madres solteras. Después se convirtió en una forma más de ganar
dinero pues los padres adoptivos pagaban, a menudo a plazos, enormes sumas de
dinero. Aunque esta es una historia de ficción su autora se ha basado en un
caso real del que tuvo noticia.
Conclusión
Mientras pueda pensarte es una novela que me ha
gustado mucho. Me he sorprendido, emocionado, me ha despertado rencores y me ha
hecho reflexionar. Es una historia tan dura como real pero narrada con mucha sensibilidad
y cuidado.