viernes, 25 de enero de 2013

El secreto de Ángela - María López Castaño

Nos encontramos en Cantaloa, en el año 1906. Ángela es la gobernanta de uno de los mejores hoteles del  país. Lleva más de cuarenta años dedicada al servicio del mismo y conoce cada rincón como la palma de su mano. El  Gran Hotel es un espacio concebido para ser muy especial, marcado por el lujo y la elegancia que promete confort y sobriedad a sus inquilinos.

Cuando se produce el derrumbe de una pared del sótano se descubre allí un cadáver enterrado que sostiene un medallón en su mano. Inmediatamente se abre una investigación que intentará arrojar luz sobre lo que en principio parece ser un asesinato.
Para comprender toda la historia tendremos que remontarnos al año 1863 cuando Ángela, una muchacha sencilla y dulce que sólo contaba con trece años llega al Gran Hotel para trabajar como camarera junto a otras niñas. Allí alejada de su familia y bajo la supervisión de una exigente  gobernanta, Mercedes, aprenderá a trabajar duro y a mantenerse disciplinada.

Pero Ángela también descubrirá el amor entre las paredes del hotel, porque en cuanto conoce a Carlos, el hijo mayor de los propietarios del hotel, se queda totalmente prendada de él.

Mi experiencia con la novela
El secreto de Ángela es una novela basada en la conocida serie de televisión española Gran Hotel.  Normalmente sucede que una película o serie están inspiradas en un libro previamente escrito pero este es el caso opuesto ya que la serie ha servido como inspiración a la periodista y guionista María López Castaño para construir esta novela.

Antes de comenzar la reseña me gustaría aclarar que conozco la existencia de la serie pero no he llegado a verla en ninguna ocasión y la información que tengo sobre ella es muy escasa. Así que no voy a hacer ninguna comparativa entre ellas ni os puedo ofrecer ningún dato adicional al que me ha reportado la lectura del libro. Cuando vi este libro publicado me llamó la atención por la historia que contaba su sinopsis ya que la serie no actuó de ninguna manera como reclamo para mí.

Aunque una historia nace de la otra, parece ser (por lo que he leído en la red) que hay bastantes diferencias entre ellas.  En cierto modo tras leer el libro he sentido curiosidad por la serie pero no me atrae suficiente para verla.
De forma preliminar me gustaría decir que el libro me ha gustado. Se trata de una lectura muy entretenida que debido a su estructura las páginas vuelan en un par de tardes. Cuenta con la dosis justa de intriga y amor que se reparten el protagonismo a partes iguales.

La historia está narrada con continuos saltos en el tiempo. Comienza en 1906, cuando Ángela lleva años ocupando el puesto de gobernanta del hotel, desvelándonos la aparición de un cadáver en el sótano y se remonta al año 1863 para narrarnos como llegó  Ángela a ser una trabajadora del mismo. Poco a poco se va descubriendo la trama de la novela mientras nos movemos por diferentes años entre ambas épocas.


En el año 1963, Ángela es tan solo una niña de trece años que se ve obligada a trabajar cuando su padre queda impedido en un accidente provocado por una bala perdida. Su primer empleo la lleva a servir a Doña Emilia, una anciana un tanto brusca que poco tiempo después muere. De nuevo sin trabajo, a Ángela sólo le queda probar suerte en el Gran Hotel, un lugar que se caracteriza por el lujo y la sofisticación que rodea cada rincón. A sus instalaciones acude la más selecta clientela pero también las personas más exigentes y caprichosas.

El hotel está regentado por la familia Alarcón.  Don Fernando es el dueño del hotel y el cabeza de familia descendiente directo de los fundadores del hotel. Doña Consuelo, su mujer, adora las frivolidades y su máxima preocupación es crear un ambiente social adecuado en el hotel. La pareja tiene tres hijos, Carlos, el primogénito que es un muchacho inteligente e innovador, Ricardo, celoso y siempre a la sombra de su hermano y la pequeña Lucía, una muchacha soñadora y romántica.
Entre el servicio se encuentra Mercedes, la gobernanta con un carácter rígido e inflexible que marcará las pautas a seguir para las jóvenes trabajadoras o Clarisa, una chica un tanto peculiar entre otros muchos personajes.

En la parte situada ya en el siglo XX, aparecen algunos descendientes de los Alarcón como Alicia (un personaje que me ha parecido especialmente interesante), camareros nuevos, e incluso el investigador del caso, Ayala, que pretende desvelar la identidad de los restos óseos encontrados.
Sin grandes pretensiones psicológicas los personajes están medianamente conformados y perfilados. Queda claro el papel de cada cual en la historia y en conjunto no sólo funcionan sino que encajan perfectamente. La autora no arroja datos ni descripciones sobre ellos sino que poco a poco se van dibujando en la historia a medida que esta avanza. Sin duda, el personaje, en el que centra mayor atención y cuidado es Ángela, su protagonista.

En el libro hay diferentes tramas, cada una ellas tiene su atractivo. Por un lado no sabemos la identidad del cadáver que aparece, que representa el medallón que sostiene, ni como murió, si fue asesinada y en ese caso quién fue el asesino. Y por otro lado tenemos la historia de amor de Ángela y Carlos, el hijo mayor de los Alarcón. Esta no cuenta con una especial originalidad pues ahora mismo me vienen a la mente otros libros que tratan el mismo tema, el amor entre personas de diferentes clases sociales, pero lo que no sabemos es su desarrollo y cómo acabará.
La autora para narrarnos la historia utiliza una prosa funcional y fluida con un lenguaje accesible, directo y sencillo. Prescinde de descripciones y detalles a la hora de crear ambientes y costumbres y se centra directamente en la trama. Los diálogos tienen una amplia presencia a lo largo de todo el relato lo cual le imprime cierta agilidad a la hora de la lectura. A la hora de imprimirle el ritmo la autora se ha decantado por aumentarle la velocidad a la vez que se acerca a su desenlace.

A pesar de que el libro me ha gustado mucho en ciertos momentos he echado en falta una buena recreación del entorno o de las costumbres y el ritmo diario del hotel. Es cierto que es fácil imaginar escenarios en primer lugar porque al estar perfectamente fechado al inicio cada capítulo ya te haces una idea del entorno y en segundo lugar aunque no seas un seguidor habitual de la serie seguro que has visto alguna imagen de ella en televisión.
Palacio de la Magdalena en Santander
La acción se sitúa en Cantaloa, una ciudad ficticia donde se supone que se erige el hotel y  transcurre a mediados del siglo XIX y  principios del XX. En la serie el escenario sobre el que se ruedan los exteriores es el Palacio de la Magdalena en Santander.

Conclusión
El secreto de Ángela me parece una buena novela para dejarse llevar por una historia, entretenida con las dosis de amor e intriga en su justa medida. Sin muchas pretensiones disfrutando de una lectura amena, directa y que atrapa.


** Gracias por el ejemplar a: