lunes, 30 de julio de 2018

La primera mano que sostuvo la mía - Maggie O´Farrell


Título: La primera mano que sostuvo la mía
Autora: Maggie O´Farrell
Publicación: Libros del Asteroide, 2018
Páginas: 339

Cansada de someterse a la voluntad de sus padres, Lexie Sinclair decide abandonar la casa familiar en el campo e instalarse en Londres. Allí conoce a Innes Kent, el editor de una revista de arte que la introducirá en los ambientes bohemios del Soho de mediados de los años cincuenta, y empezará una vida completamente distinta a la que estaba prevista para ella.

Años más tarde, en el Londres actual, la maternidad ha trastocado la vida de Elina: un día se olvida de los zapatos al salir de casa y al otro es incapaz de recordar el día del parto. Mientras, Ted, el padre de su hijo, se va encerrando en sí mismo y empieza a recordar episodios de su infancia que había olvidado.

Con su habitual pericia narrativa, Maggie O’Farrell entrelaza la vida de dos mujeres separadas por varias décadas: el arte, el amor, la traición, los secretos y la maternidad establecen extraños paralelismos entre ellas. Galardonada con el premio de novela Costa, La primera mano que sostuvo la mía confirmó a su autora como una de las más prometedoras narradoras británicas.

Mis impresiones

Maggie O´Farrell se ha convertido para mí en una apuesta segura. Este es el cuarto libro que he tenido (La desaparición de Esme Lennox, Tiene que ser aquí e Instrucciones para una ola de calor) la oportunidad de leer de la autora y con todos me ha conquistado.

Verás. Los árboles de esta historia empiezan a agitarse, tiemblan, se recolocan. Soplan unas ráfagas de brisa marina y se diría que los árboles, por su inquietud, por la impaciencia con la que mueven la copa, sepan que va a pasar algo.
No hay nadie en el jardín, en el patio tampoco; solo unos tiestos de geranios y espuela de caballero se estremecen con el viento. Hay un banco en el césped y, a una distancia prudencial, dos sillas frente a frente. Una bicicleta reposa apoyada contra la casa.”

La primera mano que sostuvo la mía se desarrolla a través de dos líneas argumentales que se van desarrollando de forma alternativa. En los años cincuenta conocemos a una joven llamada Lexie Sinclair que vive en Devon, una zona rural de Inglaterra. Cansada de su vida en el campo, de sus muchos hermanos y de unos padres que no la comprenden decide mudarse a Londres y encontrar la oportunidad de llevar una vida diferente. Y lo consigue gracias a un hombre llamado Innes Kent que, entre otros empleos, se dedica a dirigir una revista.

En el Londres actual tenemos a una pareja llamada Elina y Ted, que acaban de ser padres por primera vez. Aunque para ambos el proceso de adaptación será duro es ella quien realmente sufre mayores consecuencias. Algo ocurrió durante el parto que la ha dejado extremadamente debilitada y que le hace no recordar nada de lo sucedido. Mientras Ted, también superado por el cansancio, comienza a rememorar episodios de su infancia.

Como ya me ocurrió en ocasiones anteriores me ha gustado mucho como la autora refleja la naturaleza del ser humano y sus relaciones. En esta novela crea unos personajes notables para hablarnos de historias de amor, de la libertad y triunfo personal o la maternidad. Sobre este último tema, que la autora explora a fondo, encontraremos el cansancio que produce las exigencias de un bebé recién nacido con el agravante de un parto que no ha salido del todo bien. La falta de sueño que produce un cansancio permanente, el agobio de las continuas visitas cuando en las primeras semanas apetece estar sola, el posible distanciamiento de la pareja, el dejar de lado su trabajo como pintora, los dolores físicos de la cesárea y a los psicológicos de un alumbramiento traumático. Eline solo puede recordar que había demasiada sangre. No idealiza ni suaviza, sino que nos presenta el proceso de una forma bastante cruda pero también natural. Lo malo y lo bueno. Lo más complicado y lo más tierno. Pero para Ted, tampoco será un camino de rosas y aparte de soportar también ese cansancio físico, se va agotando mentalmente con la llegada de unos extraños recuerdos de su infancia que no sabe dónde colocar.

Lexie abandona su pueblo rural y se traslada a Londres en donde aprenderá a vivir con libertad, a tomar sus decisiones y convertirse en una profesional del periodismo. Conocerá el ambiente del Soho en los años cincuenta. Es una mujer diferente a la común en su época. Independiente, comprometida, trabajadora y con sus propias ideas muy presentes. Lo cual tampoco elimina la posibilidad de tener una pareja, Innes, y que todo sea compatible.

Tengo que decir que prácticamente hasta la tercera parte del libro no he sido capaz de encontrar el nexo que unía ambas historias. Y no es de esas novelas en las que una te atrae más que la otra sino que ambas lo han hecho por igual. Disfrutaba cada una por diferentes razones y por los acontecimientos que sucedían pero también con cierta intriga de conocer la razón por la cual la autora nos hablaba de personajes tan diferentes, con vivencias tan diferentes en dos hilos temporales también tan relativamente lejanos. Esto también nos hace ver cómo ha cambiado la sociedad aunque en principio los personajes parecen descolados de la época que les ha tocado vivir.

O´Farrell es una narradora con talento y oficio. Me gusta mucho como aborda sus historias. Es pulcra, detallista y a la vez sus historias son cercanas y muy humanas. Me encanta como da vida a unos personajes muy humanos, llenos de matices y de formas muy sutiles. No hay blancos ni negros, sino una enorme gama de grises para construirlos. Creo que es la forma en que los personajes se hacen más realistas a los ojos del lector.

Será un narrador en tercera persona omnisciente quien conduzca ambas historias. Lo cual nos permite ver los personajes desde fuera y desde dentro así como manejar bien sus relaciones. Estos personajes están muy trabajados y muy bien concretados. De forma que los comprendemos bien, vemos sus emociones y consigue que empaticemos con ellos. Es una novela que nos habla del amor en diferentes variantes y de diferentes formas, de la soledad, de la pérdida y en la que también irán saliendo secretos.

Conclusión

Me ha encantado leer y he disfrutado mucho con La primera mano que sostuvo la mía. Una historia narrada con talento y de forma inteligente sobre las vivencias y emociones de dos mujeres en dos momentos diferentes. Una novela realista, con muchos matices y una lectura estupenda.