Título: Antología
poética
Autora: Sylvia
Plath
Publicación:
Navona, febrero de 2018
Páginas: 173
Sylvia Plath
(1932-1963) nació en Boston, Massachusetts, y estudió en el Smith College. En
1955 fue a la Universidad de Cambridge con una beca Fullbright, donde conoció a
Ted Hughes, con quien después se casó. En vida publicó un libro de poemas, El coloso (1960), y una novela, La campana de cristal (1963).
Cuando su título
más conocido, Ariel, fue
publicada póstumamente, A. Álvarez escribió en el Observer:
“Si bien los poemas
son vengativos, desesperanzados y destructivos, también son tiernos, abiertos,
inusualmente inteligentes, sarcásticos, firmes... Son obras de gran pureza
artística y, a pesar de todo su nihilismo, de gran generosidad... El libro es
un gran acontecimiento literario”.
Esta selección,
llevada a cabo por Ted Hughes de entre la obra completa, muestra que Sylvia
Plath era sin duda una poeta principal del siglo XX.
Mis impresiones
A Sylvia Plath la
conocí con la única novela que ha escrito, La campana de cristal. Ahora y gracias a que la editorial Navona ha reeditado
una colección de poemas de esta autora he tenido la oportunidad de acercarme a ella
de otra manera. La novela fue una obra descorazonadora y durísima de carácter semiautográfico
al igual que estos poemas.
La edición es de
lujo, dentro de su colección Ineludibles, bilingüe, traducida por Raquel
Lanseros que nos expresa en una nota la dificultad del trabajo. Nos presenta una
selección de Ted Hughes, poeta y marido de la autora, que hizo poco tiempo
después de que esta se suicidara basándose en su orden de creación y no en el
de publicación (desde 1956 hasta 1963), algo que ofrece la oportunidad de ver
la evolución de Plath. Actualmente, y a pesar de haber publicado un solo libro
en vida, es una de las autoras más reconocidas por su fuerte personalidad que
se refleja en sus obras.
Personalmente
hablar de poesía me parece complicado porque cada palabra, cada expresión está
sujeta diferentes interpretaciones y también son diferentes las emociones que
crea en el lector teniendo más aún en cuenta la complejidad de la mente de
Plath. Una mujer que fue muy joven, en su primer año en la universidad, ya
intentó quitarse la vida, fue tratada con el electroshock y aunque pareció
mejorar nunca terminó de gozar de una plena salud mental.
Todo ello se vuelca
en su obra dejándonos un conjunto de poemas en los que se percibe esa oscuridad
y pesimismo de su mente. La mujer (ella que dijo: “Mi gran tragedia es haber
nacido mujer”) es la gran protagonista en la que representa la indecisión, la
melancolía, la marchitez, un punto de excentricidad, a la enfermedad y esa
mente difuminada que tenía. Con muchas referencias a una naturaleza extraña,
inquietante y a una figura del ser femenino llena de contrastes y matices. En
estos poemas la muerte parece rondar muy de cerca, y de hecho no le quedaba
mucho de vida cuando escribió el último de los cuarenta y cinco que completan
esta colección.
“Su
cara roja y blanca, de pánico,
Sacaste
a sus gatitos fuera de la ventana
A una
especie de pozo de cemento
Donde
cagan y vomitan y lloran y ella no los oye
Dices
que no la soportas,
La
cabrona es una niña”
(Del poema Lesbos)
A pesar de ello las
palabras de la autora tienen gran belleza. Una belleza perturbadora porque
estos poemas son duros y crudos. Desprenden tristeza, incomprensión, miedo, a
veces mucha frustración y una desconexión con lo que le rodea y en definitiva
con esa vida que tan cuesta arriba se le hacía. Nos muestra una mente
angustiada y unas emociones incontenibles que se desbordan.
Se nota un gran uso
del lenguaje que adquiere gran expresividad, cargadas de metáforas y dobles
sentidos no son poemas fáciles de comprender. Al menos en mi caso han exigido
una lectura reflexiva y atenta a cada palabra y sujeta a una libre
interpretación que es mi caso puede o no estar equivocada pero en todo caso en
lo que a mí me ha sugerido.
Por ejemplo, en Solterona una joven se da cuenta de no
quiere tener ningún hombre a su lado en la que creo que la primavera simboliza
es enamoramiento loco y desordenado y lo compara con un invierno en donde el
corazón descansa con tranquilidad.
“Y
puso alrededor de su casa
Tal
barricada de pinchos y alambre
Contra
el clima rebelde
Que ningún
hombre insurgente podría soñar traspasar
Con maldiciones,
puños, amenazas
Ni con
amor, tampoco.”
(Solterona)
En el poema Las piedras hace referencia a esa
terapia con electroshock con que fue trataba cuando se encontraba en la
universidad y tras un intento de suicidio (“El
maestro joyero abre con su cincel / Un ojo de piedra / He pasado el infierno:
Veo la luz”). En Filo, el que cierra
la colección, Ovejas en la niebla, Suicidio en Egg Rock, se aprecia toda
una declaración de intenciones del que sería su final.
Sin duda uno de los
más duros es Papá, en el que,
comparando con el nazismo, le recrimina la incomunicación, la distancia y el
miedo que siempre le tuvo al mismo tiempo y en el fondo ese deseo de estar
cerca de él y conocerle como no pudo hacer en vida.
“Papá,
tendría que haberte matado.
Pero
has muerto antes de que me diera tiempo-
Pesado
como el mármol, saco lleno de dios,
Estatua
atroz con un dedo del pie gris”
Conclusión
Antología poética es una
lectura enriquecedora y enjundiosa en la que nos encontramos una colección de
poemas desgarradores que nos muestran la mente de una mujer enferma y su
percepción del mundo. Unas palabras que desde mi punto de vista exigen una
lectura reflexiva y en la que hay que mirar más allá de las palabras.