viernes, 25 de julio de 2014

Los sueños de la memoria - Juan P. Vidal



Título: Los sueños de la memoria
Autor: Juan P. Vidal
Publicación: Pámies, mayo de 2014
Páginas: 300

Martín descubre, tras al repentina y trágica muerte de su mujer y de su socio, la infidelidad de ambos. Tras varios días de dudas, decide hacerle una prueba de paternidad a su hija. Después de muchas vacilaciones, la abandona y huye a Nueva York siguiendo la pista de un padre al que siempre creyó muerto. Allí comienza una nueva etapa. En un constante ir y venir del pasado al presente, vamos descubriendo cierto paralelismo entre la vida de su progenitor y la suya. En poco tiempo se ve enredado en una peligrosa disputa por la herencia del que posiblemente sea su padre y que se encuentra gravemente enfermo. Un trágico incidente, en el que se involucrada la única persona que había conseguido despertar de nuevo en él la ilusión por vivir, acelerará unos acontecimientos que le permitirán comprender la sombra de su pasado y el de su familia.

Mi experiencia con la novela

Los sueños de la memoria es una de esas novelas que llaman la atención de forma instantánea. Su título (muy onírico), su evocadora portada y su intrigante sinopsis me resultaron muy apetecibles desde un primer momento. Del autor no tenía ninguna referencia ya que este es su primer trabajo en literatura pero eso no evitó el querer lanzarme a su lectura.

“Necesitaba dejarlo todo atrás. En el fondo me sentía como un hombre sin raíces, sin memoria y, lo que es peor, sin pasado; como un recién nacido, o al menos como alguien que desea volver a nacer y al que el destino le ha dado una nueva oportunidad. Me daba cuenta de que ya nada me ataba a mi pasado, ni siquiera a mi presente” (Página 17)

Un instante. En un solo instante nuestra vida, tal y como la conocemos, puede cambiar de forma radical. Perderlo todo o casi todo no es algo imposible y a veces una simple llamada cambia el transcurso de nuestra existencia.

Eso es lo que le ocurre a Martín, a quien una extraña llamada en medio de la noche le alerta de que algo terrible ha ocurrido. Pocos minutos después conoce la noticia de que su mujer ha sufrido un accidente de tráfico en el cual ha fallecido. Pero su sorpresa es mayor cuando descubre que viajaba durante la noche por una carretera comarcal acompañada de otro hombre con el mantenía una relación sentimental. Indagando un poco más Martín descubre que  ese hombre era su socio y amigo y la relación con su mujer venía desde varios años atrás.

Muy afectado Martín comienza a cuestionarse toda su vida incluso la paternidad de su hija que pretende esclarecer mediante una prueba de ADN. Casi a la vez que se producen estos acontecimientos, Martín recibe una carta de su madre, escrita poco antes de su reciente muerte, en la que le revela que su padre está vivo y que la última dirección conocida del mismo se encuentra en Nueva York.

Finalmente desesperado, agobiado y abrumado por la situación decide abandonarlo todo, incluso a su hija, y huir. Se marcha a Nueva York en busca de la verdad. Pero allí se verá involucrado en una turbia espiral de verdades y mentiras que amenaza con destruirlo…

En esta ocasión mi intuición me falló y si esperaba que inicialmente en Los sueños de la memoria primara la acción al introducirme en su lectura no tardé mucho en darme cuenta de que en una novela en que pasan muchas cosas pero su parte más atractiva, al menos a mí me lo ha resultado, reside en las jugosas reflexiones en las que el lector acompaña al protagonista. Todo lo que el mismo va viviendo le hará cuestionarse ciertos pilares que creía inamovibles en su vida y que comienzan desde su niñez cuando con diez años presenció una escena con la perdió la inocencia para siempre. Intriga, secretos familiares, verdades a medias, mentiras dolorosas se funden con una peligrosa trama cuyos personajes tienen como fin hacerse con una jugosa herencia.

Uno de los temas que planea durante toda la novela es la importancia de la identidad personal y la fuerza de las raíces familiares. El protagonista se encuentra traumatizado porque no sabe qué lugar ocupa en el mundo. Encontrar sus raíces significará encontrarse a sí mismo. Juan P. Vidal también nos habla de cómo influyen los demás en nuestra vida y de que nunca es tarde para comenzar de nuevo.

Son pocos instantes los que convierten a Martín, un hombre completamente normal y con una vida normal en una sombra sin pasado, presente ni futuro. Un hombre al que llegaremos a conocer en profundidad con sus complejos razonamientos, sus muchas equivocaciones, sus contradicciones y los altibajos que va sufriendo en sus estados de ánimo tras pasar por diferentes experiencias, algunas muy dolorosas. Pero lo que sobre todo necesita Martín es llegar a conocer la identidad de su padre y por fin aclarar sus raíces.  Su evolución a lo largo de la novela es muy evidente, lógica y visible para el lector ya que no le cuesta nada comprender de donde nacen cada uno de esos cambios que se producen en el protagonista.

Alrededor de este hay importantes secundarios. Casi todos ellos velados por un halo inicial de misterio que consigue perturbar de alguna manera al lector. Entre ellos se encuentra Marta, personaje revulsivo para nuestro protagonista, la misteriosa Silvia, un antiguo amigo de la familia David Zweig o Luis Blanco.

La novela está narrada en primera persona por su protagonista con un estilo narrativo cuidado, muy descriptivo y detallista en el que además destaca su carácter reflexivo. Es por ello, y aunque la novela no pierde la fluidez, que  Los sueños de la memoria avanza a un ritmo tranquilo. La narración se ve salpicada de saltos hacia atrás y adelante en el tiempo que van alternado el presente del protagonista con el pasado e ir mostrando al lector su infancia. También me gustaría destacar de ella que es una novela en que su autor insinúa ciertas cosas más que cuenta, que parece querer alentar nuestra intuición antes que poner todas las cartas sobre la mesa como si pretendiera que nosotros mismos las descubriéramos.

En cuanto a su estructura formal la novela se divide en cuatro partes bien diferencias por su contenido y tituladas como el presente, el viaje, el pasado y el futuro, en cada una de las cuales ya podemos hacernos a la idea de su contenido. Cada una de estas se divide a su vez en capítulos internos. En el último tercio de la novela, Juan P. Vidal nos va desvelando todos los misterios que entraña la novela. Aunque alguno de ellos no llegó a sorprenderme (ya lo imaginé desde el principio) la novela se resuelve  de forma inteligente, logrando el autor atar todos los cabos con coherencia y ofreciendo un buen cierre al lector.

Conclusión

Me ha gustado leer Los sueños de la memoria. Aunque quizás peca de ser demasiado lenta en algunos momentos, las interesantes reflexiones que nos presenta su protagonista me han hecho disfrutar de esta novela en la que la intriga también en uno de sus pilares fundamentales.