Título: Olive
Kitteridge
Autora: Elizabeth
Strout
Publicación: Duomo
Páginas: 352
UNA NOVELA DE UNA EMOCIÓN INTENSA Y ÚNICA
Olive Kitteridge es una maestra retirada que vive en un pequeño lugar de
Maine, en Nueva Inglaterra. A veces dura, otras paciente, a veces lúcida, otras
abnegadamente ciega, Olive lamenta las transformaciones que han agitado el
pequeño pueblo de Crosby y la deriva catastrófica que va tomando el mundo
entero, pero no siempre se da cuenta de los cambios menos perceptibles que
afectan a las personas más cercanas: la desesperación de un ex alumno que ha
perdido las ganas de vivir; la soledad de su hijo, que se siente tiranizado por
los irracionales caprichos maternos; y la presencia de su marido, Henry, que
vive su fidelidad conyugal como una maldita bendición. Mientras la gente del
lugar va afrontando sus problemas, sean leves o graves, Olive va tomando
conciencia de sí misma y de las personas que la rodean, muchas veces
dolorosamente, pero siempre con una honestidad entrañable.
Mis impresiones
A Elizabeth Strout, ganadora del Premio Pulitzer en
2009 entre otros, ya la había conocido con otras de sus obras (Me
llamo Lucy Barton, Amy
e Isabelle y Todo
es posible) y me gusta especialmente la sensibilidad y la delicadeza con
las que trata las relaciones humanas. Han sido novelas que he disfrutado mucho
por lo que tenía ya ganas de leer Olive
Kitteridge, una novela que os anticipo que no me ha decepcionado. La obra
también ha sido adaptada a una minserie de televisión de título homónimo.
“La
bahía había empezado a rizarse y la marea estaba subiendo, de manera que era
posible oír las piedras más pequeñas moviéndose conforme el agua las
arrastraba. También se oía el chasquido de los cables golpeando los mástiles de
los veleros amarrados. Unas cuantas gaviotas graznaban al abatirse para recoger
las cabezas, colas y lustrosas tripas de pescado
que el
niño arrojaba al agua mientras limpiaba las caballas en el muelle.”
Esta obra podemos considerarla una novela y a la vez
un libro de relatos. Una estructura original que da pie a la autora a retratar
la vida en un pequeño pueblo costero de Nueva Inglaterra llamado Crosby. A través
de estos trece relatos iremos conociendo las vidas de sus habitantes cada uno
con sus particularidades, sus problemas, sus deseos y anhelos. El nexo de unión
entre todos estos personajes es una mujer llamada Olive Kitteridge (que aparece
en todos ellos aunque sea de forma tangencial), que fue una temida y respetada
maestra de matemáticas, casada con Henry, un farmacéutico. A través de los años
iremos viendo algunos de los acontecimientos que marcan sus vidas así como las
personas que los rodean. No tienen por qué ser grandes acontecimientos pero
cada uno ellos va abriendo un camino.
Olive es un personaje que me ha gustado mucho por su
marcado carácter. Una mujer de armas tomar, con arrebatos de mal humor y una
sinceridad a veces devastadora a la que vamos conociendo poco a poco y por lo
que el personaje dice de sí mismo. No necesitamos que la autora le ponga
adjetivos y me parece una propuesta arriesgada. Cuando la vemos por primera vez
ya está jubilada, sabremos lo que en el pueblo piensan de ella, la veremos enfrentarse
a la salida del nido de su hijo (a quien siempre ha sobreprotegido), la
relación que tiene con su esposo, algunas diabluras que realiza como consuelo y
como se enfrenta a los avatares de la vida. Si Olive es un personaje con mucha
fuerza y garra (aunque también cortante y a veces tosco), Henry, su esposo, es
una figura entrañable. Amable, servicial y una persona a quien todo el mundo
quiere. A pesar de esas diferencias en sus caracteres forman una buena pareja,
bien avenida aunque tampoco perfecta. En su largo matrimonio no siempre han
estado de acuerdo o no han ido en la misma dirección.
Como ya he dicho, Olive
Kitteridge es un libro que se encuentra a caballo entre la novela y el
género de los relatos pero todos ellos con una cohesión y una evolución natural.
Se podrían leer de forma independiente aunque es recomendable hacerlo en orden
porque la vida de Olive va avanzando en sentido lógico. La voz narrativa es una
tercera persona omnisciente que muestra gran sensibilidad y conocimiento a la
hora de dibujar al ser humano. Sus personajes no son héroes ni víctimas. Son personas
normales y corrientes que justo por ello emanan humanidad.
Así mismo la autora tiene un estilo narrativo que te
reconforta, te hace sentir muy a gusto entre sus páginas. Es cercana, cuenta
con gran atención al detalle, aporta muchos matices y tiene cierta tranquilidad
narrativa. No es una de esas novelas con gran ritmo ni en la que tengan que
suceder grandes cosas para cautivarte. Cada una de historias tiene su punto de interés.
Como suele pasar en este tipo de libros puede ser que
con unos relatos conectes más que con otros aunque en general a mí todos me han
parecido buenos han sido sin duda los referentes al personaje que da nombre al
título los que más he disfrutado. E incluso me hubiese gustado que la autora
los hubiese alargado más.
A través de ellos Elizabeth Strout nos habla de los
errores cometidos, del paso del tiempo con lo que ello conlleva, la perdida de
la juventud, el deterioro del cuerpo y la mente o el miedo a la soledad a parte
de otros temas normales y cotidianos que es donde radica la fuerza de esta
novela. Los recuerdos, las experiencias vividas, las desilusiones, las
motivaciones, historias de amor y desamor, desencuentro, conflictos con los
familiares, vecinos o amigos. En definitiva, lo que es la vida real.
Conclusión
Por su elegancia, delicadeza y sutileza Olive Kitteridge ha sido una obra que he
disfrutado ampliamente. Elizabeth Strout nos presenta un relato humano de gran
valor y que denota que su autora es muy obseravadora.