Título: El chico
que nunca llamó
Autora: Rosie Walsh
Publicación: Plaza
& Janés, julio de 2018
Páginas: 375
Toda gran
historia de amor esconde un secreto...
Sarah conoce a Eddie, se enamora perdidamente y
pasan juntos siete días maravillosos. Ella está convencida de que lo que hay
entre ambos es amor de verdad, nunca ha estado tan segura de algo. Así que
cuando Eddie le dice que debe marcharse unos días y promete llamarla desde el
aeropuerto, Sarah no duda de que lo hará.
Pero Eddie no llama ese día. No el siguiente.
Ni el otro.
Los amigos le aconsejan que lo olvide como él
ha hecho y que siga adelante. Sin embargo, está convencida de que ha tenido que
pasarle algo que explique su desaparición.
Y cuando decide buscarlo, abre sin saberlo una
puerta cerrada desde hace mucho tiempo.
Mis impresiones
Hay ocasiones en la
que llevamos junto a una persona toda una vida y parece que no llegamos a
conocerla y sin embargo hay otras veces en las que entra alguien nuevo y nos
sentimos tan cómodos que parece que hemos estado siempre juntos. Puede ser una
amistad o una historia de amor como sucede en este libro.
“Cariño
mío:
Hoy se
cumplen diecinueve años de esa luminosa mañana en que nos sonreímos y nos
dijimos adiós. En ningún momento dudamos que volveríamos a vernos, ¿verdad? La
pregunta no era si eso ocurriría, sino cuando. De hecho, ni siquiera era una
pregunta. Tal vez el futuro nos parecía tan insustancial como el borde ondulado
de un sueño, pero nos incluía incuestionablemente a ti y a mí. Inseparables.”
Sarah es una mujer
divorciada que ha pasado una semana maravillosa con Eddie, un hombre al que
acaba de conocer pero que cree firmemente que es el amor de su vida. Ella vive en
Nueva York y todo ha pasado mientras pasaba unas pequeñas vacaciones en su
pueblito natal de Londres. Han sido pocos días pero intensos y se separan con
la promesa de que volverán a verse tras las vacaciones que él va a tomarse y
que tenía ya planificadas. Ambos incluso han llegado a hacer planes de futuro.
Cuando van pasando
los días Sarah se impacienta al no recibir ninguna noticia de Eddie. Sin
embargo no pierde la esperanza y para reafirmarse solo puede pensar en que algo
trágico le ha debido ocurrir. Quizás un accidente de tráfico o algún problema
que no puede resolver. Mientras sus amigos se empeñan en quitarle de la cabeza
esas ideas. Cuando alguien no llama es que simplemente no quiere volver a saber
nada de la otra persona. Pero ella intentará de todas las maneras posibles
contactar con él. Los mensajes y las redes sociales se convierten en un medio
en el que solo encuentra un gran vacío y el silencio.
Este es el punto
del que parte El chico que nunca llamó,
una novela que nos narra una historia de amor que he visto un tanto forzada. La
autora va intercalando capítulos en los que nos narra lo que ocurrió durante
esa semana que Eddie y Sarah estuvieron juntos para que comprendamos la
relación que forjaron y el porqué de ese empeño en dar de nuevo con él. Pero no
he logrado sentir esa intensidad o esa magia que si lo han hecho los personajes.
Otros capítulos desarrollan la acción en el presente en los que percibiremos su
obsesión por encontrarle.
No es la única trama
que va a tener lugar porque también iremos conociendo el pasado de Sarah con su
familia en el que se produjo una pérdida importante. Y que es algo que pesará
mucho al personaje. Yo creo que la autora al final con esta novela pretende que
nos cuestionemos y reflexionemos sobre la culpa, sobre los errores que
cometemos, sobre la capacidad de perdonar y como hay que ir dejando atrás el
pasado y mirar hacia el futuro. Hay que aprender a caminar con esa mochila
puesta que todos llevamos. Es difícil olvidar pero necesario aprender a vivir
con lo ya hecho.
A la vez la historia
tiene cierta “intriga” porque al principio no sabemos qué ha pasado con Eddie.
Parece que su persona se ha borrado de la faz de la tierra. No se conecta a las
redes sociales ni responde a los mensajes. ¿Le habrá ocurrido algo de verdad o
será que ha cambiado de opinión y la semana que compartieron ya quedó atrás?
Es una novela en la que crreo que la autora tarda en meterse
en materia e introduce algunas escenas que para mí gusto no tenían demasiada
relevancia. Sí que es cierto que va mejorando a medida que transcurre y al final, cuando se empiezan a
desvelar cosas, que sucedieron en el pasado cobra interés y he disfrutado con ese último tramo.
En los los personajes no he encontrado ese anclaje emocional
que yo creo hubiese necesitado. Sarah es un personaje que en cierto
modo he llegado a entender pero no he logrado hacerme del todo con ella. Me ha
faltado esa empatía que le da intensidad y emoción y que te hace ponerte en su
lugar. Cuando vamos conociendo su vida comprendemos la necesidad de cariño que
tiene y como necesita anclarse a Eddie pero también me ha parecido
excesivamente obsesiva. Llega un momento en que no se entiende su
comportamiento. Y a Eddie lo voy a dejar como una incógnita para no desvelar
más de la cuenta.
Como ya he mencionado antes el incio de la novela me ha resultado
excesivamente lento. A pesar de que la autora va y viene en el tiempo, que va
cambiando la estructura, incorporando cartas o utilizando bastantes diálogos la
acción de la novela es bastante pobre. Sí que al final valorando el contenido
es una historia jugosa que quizás contada de otra forma hubiese disfrutado en
mayor medida. La narración de esa semana que pasan juntos me ha resultado
demasiado extensa y detallada. Yo creo que lo mejor del libro es la última
parte en la que nos encontraremos algunos giros y algunas sorpresas inesperadas
que cambian la percepción de la historia.
Conclusión
El chico que nunca llamó es una novela con la que no he acabado de
conectar. No creo que sea un mal libro y la historia
me ha parecido en conjunto interesante. Si os llama la atención dadle una
oportunidad.