miércoles, 23 de septiembre de 2015

La vaca que se subió a un árbol - Gemma Merino



Título: La vaca que se subió a un árbol
Autora: Gemma Merino
Publicación: Picarona, septiembre de 2015
Páginas: 32
Tamaño: 27 x 21,6 cm
Edad: 3-6 años

Tina no es como otras vacas. A ella le encanta explorar, descubrir y soñar. ¿Podrá enseñar a sus hermanas que en la vida hay más cosas que comer hierba?

Reflexivo y divertido, es el perfecto libro para cualquiera a quien le guste experimentar cosas nuevas.

Mis impresiones

De Gemma Merino y, publicado también por el sello Picarona, os hablaba a principios de año de El cocodrilo al que no le gustaba el agua. En casa es uno de nuestros cuentos favoritos de forma que se encuentra entre los que más veces elegimos para leer antes de irnos a dormir. Tanto su historia como sobre todo sus ilustraciones nos encantan y no nos cansamos de contar y ver una y otra vez esta pequeña y a la vez gran historia.

La vaca que se subió a un árbol es el nuevo trabajo de la autora y una historia completamente distinta pero que tiene todos aquellos elementos que tanto nos gustan de la anterior. Es fácilmente identificable en ella el estilo tan personal de Gemma Merino.


Esta es la historia de Tina, una vaca única. A diferencia de sus tres hermanas, a las que solo les interesa la hierba fresca y jugosa, ella es muy curiosa, le encanta explorar, descubrir y siempre tiene alguna nueva y extravagante ocurrencia. Un día, cuando se encontraba indagando el bosque decidió que tenía que intentar algo nuevo. Ni corta ni perezosa comenzó a subirse a un árbol. Subió, subió y subió hasta que al llegar a lo más alto encontró…


La vaca que subió a un árbol es un relato destinado a los más pequeños original, cargado de simpatía y buen rollo que además contiene valiosos mensajes para los niños de la casa. Por un lado les invita e experimentar, a imaginar y dar alas a sus ideas tal y como hace la vaca Tina. Y por otro lado les incita a que aprendan que no hay que escuchar a los demás cuando te ponen trabas o te dicen que no podrás hacer algo. Si uno tiene fe en sus ideas debe llevarlas a cabo. También encierra otro mensaje y es que hay que abrirse al mundo y mirar más allá de lo que uno tiene delante. Si nos fijamos solo en lo que tenemos cerca podemos estar cegados ante un mundo lleno de sensaciones y belleza.


La autora de esta historia es la arquitecta catalana Gemma Merino que en 2011 fue galardonada con el Premio Macmillan a la Ilustración Infantil. Tanto el texto como las ilustraciones son obra suya y si el primer aspecto está lleno de magia a las imágenes tampoco se les puede pedir nada más.

Las ilustraciones, que representan las vacas y los escenarios por donde estas se mueven, resultan muy simpáticas, divertidas, desenfadas y muy coloridas. Además me encanta el recurso que emplea la autora (ya lo hizo en El cocodrilo al que no le gustaba el agua) de dividir algunas páginas en varias viñetas que nos enseñan la progresión de la historia. Además en esta ocasión también hace un guiño a su anterior obra y recupera un personaje que a los que la tenemos nos resulta familiar. A mí hija este pequeño “cameo” le ha encantado y se ha llevado una gran sorpresa al encontrarlo entre sus páginas.


Se nota el mimo con el Picarona selecciona y edita sus álbumes infantiles. Son títulos que estoy segura de que con el tiempo los niños recordaran con especial cariño. Por lo que no puedo dejar de concluir que La vaca que se subió a un árbol es la historia muy recomendable con la que disfrutaran tanto ellos como nosotros. Esperaré más publicaciones de esta autora.

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