Hay ocasiones en las que no esperas demasiado de una
novela y sin embargo cuando te adentras en ella se produce la magia. Esa gran
conexión entre la autora y el lector que te hace vivir la historia en vez de
simplemente leerla. Esto es lo que me ha pasado con Si pudiera decírtelo. Una
novela que realmente no se las razones por las que llegó a casa y de la que no
esperaba nada pero en la que he encontrado mucho.
Audrey es una viuda de sesenta y tantos años cuya vida ha
sido dura. Poco a poco y con mucho esfuerzo ha ido reponiéndose a los muchos
varapalos que ha ido sufriendo y que la han ido marcando. Ahora, de nuevo, se
encuentra, en un momento clave en su vida. Recientemente ha descubierto algo
que le ha hecho replantearse las cosas e intentar poner fin a la distancia que
existe entre sus dos únicas hijas.
Ella no sabe que fue pero si sabe que algo pasó entre
Jess y Lily, cuando eran solo unas niñas, para que desde ese momento fueran
alejándose una de la otra hasta perder por completo el contacto. Ahora son
adultas. No se ven. No se hablan. Incluso las hijas adolescentes de ambas han
crecido sin conocerse. Y es hora de aclarar y poner sobre la mesa lo que fuese
que las ha mantenido enemistadas casi toda su vida. ¿Logrará Audrey acercar a
sus dos hijas? ¿Podrá desvelar que pasó hace tantos años ya? Y ella ¿Logrará
poner en orden su vida?
En esta novela vamos a encontrar una historia realmente
conmovedora. La de una familia desecha en la que los silencios, los secretos,
los reproches han ganado frente a los lazos de sangre. Una novela en la que los
sentimientos de culpa, el desconocimiento y los malentendidos han movido a sus
personajes durante a años.
Poco a poco iremos sumergiéndonos en un relato muy duro
que realmente nos emocionará profundamente y que llegará a doler. Todos sus
personajes comparten un trágico pasado y han tenido que enfrentarse a él en
soledad. Quizás hubiese sido mejor si las tres hubiesen podido apoyarse la una
en la otra pero algo sucedió que rompió una familia. ¿Qué puede ser realmente
tan grave para que dos hermanas pasen treinta años sin querer encontrarse?
Hannah Beckerman ha construido una novela que no tiene
mucha complejidad ni un ritmo endiablado sino que se centra en emociones y
sentimientos. Y yo creo que pocos serán los lectores que permanezcan impasibles
ante ella. Jugando con sus personajes, que son mujeres de tres generaciones de
una misma familia, con el tiempo, yendo y viniendo del presente al pasado,
creando tramas adicionales con sus circunstancias presentes la novela te atrapa
irremediablemente. Y aunque la autora, como he dicho, se centre en emociones y
el interior de sus personajes hay cierta intriga porque hay diferentes
misterios que se revelarán a lo largo de la novela pero no será hasta el final
cuando completemos el puzzle en nuestra cabeza. Y en ese momento se nos hace
imposible no juzgar.
Trata muchísimos temas que dan lugar a la reflexión.
Temas que giran alrededor de las relaciones familiares, de la importancia de
aclarar las cosas, de la capacidad de perdonar. Así mismo como podemos
llevarnos años pensando en algo que al final fue de otra forma y que a veces no
hay tiempo de corregir.
Pero sin embargo, hay un tema mucho mas importante y mas
complejo aún que lo referente a las relaciones fraternales, la pérdida o lo
justo. No lo voy a desvelar pero si decir que es un tema que daría para
discutir muchísimo y que es muy controvertido. Pero en el que no se si se puede
decir quien se equivoca y quien no ¿Esperanza o pesimismo? ¿Compasión o
realidad? Puede ponérsele muchos nombres….
Sin duda, una novela que no puedo hacer otra cosa más que
recomendar.