Si hay algo que nos gusta a los aficionados a la lectura
es hablar de libros, compartir recomendaciones o recordar aquellas lecturas que
nos han dejado un buen gusto. Pero hay una serie de libros que nos marcan parra
siempre y son los primeros que leímos. Aquellos que nos transportaron por
primera vez a otros lugares, esos primeros personajes que nos conquistaron y
esas nuevas aventuras que vivimos. Basándose en esa idea Salley Vickers
construye su nueva novela.
La acción comienza en el año 1958 en un pequeño pueblo de
Inglaterra llamado East Mole. Allí la protagonista, una joven llamada Sylvia
Blackwell acepta un empleo como bibliotecaria de la sección infantil. Sus
comienzos allí son muy buenos. Alquila una casita que no es perfecta pero tiene
un buen precio, en la biblioteca hay mucho trabajo por delante que ella asume
encantada y la gente parece haberla recibido con los brazos abiertos.
Pero sin embargo las apariencias engañan. Cuando la joven
se enamora del médico del pueblo, que también es un recién llegado, las cosas
se complican…
No os puedo contar mucho más acerca del argumento de esta
novela porque ya os lo contaría todo. Más importante que su trama son sus
personajes. De hecho, considero que La bibliotecaria es una novela de
personajes en la que sus pequeñas historias son la verdadera alma de la novela.
Historias corrientes y mundanas que nos hablan de la forma de ser y de pensar
de un lugar, de un pequeño pueblo rural donde todo el mundo se conoce y donde
las noticias y rumores corren como la pólvora.
Y sin duda, otro aspecto muy destacado de La
bibliotecaria es que ella misma es un gran homenaje a la literatura infantil. La
obra no solo está plagada de referencias a muchos libros o autores que nos
resultarán familiares a la mayoría sino que nos lanza un gran mensaje y es el
gran poder que tienen los libros de influir y cambiar nuestra vida.
Tenemos a una protagonista muy especial. Una joven, con
un carácter no demasiado complejo sino que es una figura amable. ¿Cómo no va a
serlo alguien que cuida, que se esmera, que ama los libros? Ella será el
personaje central y alrededor de quien se moverán el resto de personajes.
Al final es una historia que nos llena de nostalgia. A parte
de todos los recuerdos que no puede llegar a evocar la narración es amable,
cercana y sencilla. No es una historia que tenga mucha complejidad argumental
ni tensión. De hecho tarda bastante en presentarse el nudo de la historia
mientras que hasta entonces la autora se centra en cómo se relacionan los
personajes entre sí y en que vayamos conociendo sus vidas. Cada uno tendrá su carácter
propio.
Sylvia llega con ganas de hacer cosas, de cambiar las
vidas de sus vecinos (sobre todo a través de la literatura) y algunos de ellos
mantendrán la mente abierta mientras otros serán más reticentes a los cambios. Y
ella misma será de alguna manera víctima de esos cambios que suscitarán ciertos
recelos en los demás.
En definitiva, La bibliotecaria es una historia de
lectura tranquila y sosegada que se disfruta por la sencillez de su argumento que
te llena de nostalgia. Aunque al final de la misma, comprendes muchas más cosas
que atañen al ser humano y la forma en que se relaciona con los demás.