Título: La
campana de cristal
Autora: Sylvia
Plath
Publicación:
Edhasa, 2008
Páginas: 383
Esther es una joven universitaria que recibe un
premio consistente en vivir unos meses en New York y conocer los entresijos del
mundo editorial (publicaciones de cuentos o libros, revistas de moda...). En
esos meses vive una vida regalada, con lujos y atenciones. Pero de entre esas
primeras páginas surge Esther con su apabullante y tenaz vida interior. Su vida
es una sucesión de tensiones morales, sociales, de imposiciones escritas y no
escritas; de tabúes sexuales; de costumbres rurales en un mundo cambiante; de
sueños incumplidos; de necesidades vitales apartadas; de anhelos desesperados;
de miedo, de mucho miedo por la vida. Cuando acaba su estancia en New York y vuelve
a su pueblo caerá sobre ella todo el peso de la realidad cierta o no.
Mis impresiones
La campana de cristal fue la única novela escrita, y publicada en 1963,
por la poetisa Sylvia Plath que se suicidó pocos días después de que la obra
viera la luz. Era bonita e inteligente pero estaba enferma. Parte de lo que le
ocurría lo podemos comprender gracias a esta novela que parece ser semiautográfica.
Puede que esta sea la razón por la que inicialmente fuera publicada con el
seudónimo de Victoria Lucas. Para mí una obra en la que ya se de antemano parte
de una realidad me hace afrontarla de otra manera. La novela llevaba ya muchos
años en casa y tenía miedo a enfrentarme a ella. Tanto por su contenido como
por la forma en que estaría narrada.
La
campana de cristal nos cuenta la historia de una joven llamada Esther Greenwood
que ha obtenido una beca que la lleva a vivir unos meses en Nueva York. Allí
comparte un hotel femenino con otras doce jóvenes, trabaja escribiendo para una
revista femenina y vive una vida colmada de lujos a los que nunca imaginó que
podría aspirar en el pequeño pueblo donde siempre ha vivido en las afueras de
Boston. Ella se deja llevar por todo lo que este nuevo mundo le va enseñando.
Sin embargo, Esther no es capaz de encontrar un camino. Sabe dónde está y
porque pero no sabe qué hacer después. Cuando regresa a su hogar su estado
mental empeora cayendo en una depresión severa.
“Me
vi a mí misma sentada en la bifurcación de ese árbol de higos, muriéndome de
hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y
cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y,
mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a
arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies.”
(Página
126)
Es
una novela cruda y dura en la que con el relato de Esther en primera persona
vamos adentrándonos en el mundo de una joven que se está convirtiendo en adulta
y que busca su lugar en el mundo. Mientras su protagonista intenta encontrarse
a sí misma se va abriendo como una flor dejando constancia de esos sentimientos
a veces perdidos, a veces contradictorios, sus mentiras para enmascarar la
realidad y la decadencia el personaje hasta su caída hasta lo más hondo. Pero
¿Logrará superar ese monstruo llamado depresión?
Lo
que más me ha gustado es ver la psicología, magníficamente dibujada, de su
personaje protagonista. Se nota que la propia Sylvia Plath ha volcado mucho de
su ser en el personaje. Poco a poco
Eshter va cayendo en una depresión y ves reflejado cada pensamiento que pasa
por su mente sintiéndote parte de ese mundo confuso y que se va destruyendo
poco a poco. Quizás para algunos la depresión sea algo ajeno o desconocido y
para otros desgraciadamente resulte familiar, bien sea a través de uno mismo o
de alguna persona cercana. Y Sylvia Plath te lo muestra de forma bastante
cruda, sin concesiones pero también sin literatura ni fantasía.
Pero
también vemos sus intentos de salir a flote, de vivir la vida y anclarse a la realidad.
Aunque la verdad es que en muchas ocasiones llega al límite. A ese punto
peligroso para la propia vida. Pero ¿Cuál es la razón por la que Esther
realmente ha caído en el abismo? Ees ambiciosa, quiere brillar, ser una gran escritora
pero se siente incapaz de escribir. ¿Es ese el origen o es la consecuencia?
Porque la muchacha que en su pueblo era inteligente y sobresaliente resulta que
en Nueva York no destaca en nada.
A
través del relato de Esther también podemos ver pinceladas de la sociedad americana
de los años cincuenta tocando muchos temas de naturaleza social y moral. En uno
de ellos explora la sexualidad femenina. Vemos como existe esa doble moral que
diferencia a hombres y mujeres. Ellos son libres y se les otorgan concesiones
en cuestiones sexuales. Ellas deben guardar su virginidad como un tesoro para
ofrecérsela a un marido que es la mejor opción que la vida les puede ofrecer.
Un hombre que las alimenta y las haga sentirse seguras en casa. Pero ¿Qué
ocurriría si una mujer decidiese ser independiente? Buddy Wilard es el hombre
con quien todo el mundo espera que se case Esther pero ella descubrirá en él
cosas que le desazonan, que le hacen querer descartar esa posibilidad. Así
intentará experimentar con otros hombres que se van cruzando en su camino.
La
depresión es una enfermedad intangible que no se puede ver desde fuera pero que
desde dentro resulta devastadora. Una enfermedad que se ha intentado combatir
con medios tan agresivos como la lobotomía, aunque eso ya pertenece a una época
anterior a Esther. Sin embargo si sufriremos su terrible tratamiento con
electroshock, uno de los pocos métodos que por entonces y a falta de compuestos
químicos creían efectivos.
Al
comienzo de la novela me sorprendió mucho la prosa de la autora. Esperaba un
estilo difícil, recargado o rebuscado y lo que he encontrado ha sido una prosa
detallista e intimista pero narrada con sencillez y mucha fluidez. Claro que no
es una novela para darse el atracón ni leer con prisas. Sino que es una
historia para leer con tranquilidad y dejarte llevar por las reflexiones por
las que te lleva. Sylvia Plath utiliza bonitas e inteligentes metáforas (como
el fragmento de la higuera que os he puesto antes).
La
novela da comienzo mientras Esther está en Nueva York y luego regresaremos
junto a ella a su verdadero hogar en Boston y con este también lo hace el tono
de la historia y el personaje. Una novela que comienza narrándonos de una forma
bastante aséptica la vida de una joven en Nueva York y termina llevándonos por
sentimientos sombríos y una historia durísima.
Conclusión
La campana de cristal
es una descorazonadora que te deja una sensación agridulce. La de una novela
maravillosamente relatada que explora una enfermedad peligrosa y más común de
lo que pensamos pero cuya lectura de se hace dura.