Título: El músico de la lluvia
Autora: Mar Mella
Publicación: Autoeditado, agosto de 2017
Páginas: 514
Mis impresiones
Mar Mella quizás os resulte más familiar por Azul Vermeer, una novela que resultó
finalista en 2011 del Premio de Novela Ateneo de Sevilla. Aún no he tenido la
ocasión de leerla pero está más que apuntada por las buenas críticas y las recomendaciones
personales que me han ido haciendo. Por lo que me han comentado El músico de la lluvia es una novela
completamente diferente.
“La
tarde en la que el piano volvió a Valldemossa, llovía. Una cortina de agua que no cesaba desde que
el temporal había quedado atrapado entre los montes que rodeaban el pueblo. La
celda de la Cartuja ya estaba dispuesta para albergarlo, en la misma estancia
dónde había sido compañía de Frédéric. Las mismas paredes encaladas… escasos
adornos. Atmósfera de recogimiento y silencio sólo interrumpida por el
constante tañer de la lluvia sobre los vidrios de la ventana. Tal y como había
pasado aquella noche, tantos años atrás, antes de que tuvieran que precipitar
su partida para tratar de esquivar a la muerte.”
La historia
comienza con tres personajes. José y Adriana, padre e hija, que viajan por
diferentes razones a Mallorca. Ella para impartir unos cursos de música, pasión
a la que se dedica, y él para visitar a su amigo Santiago en cuya casa se alojarán
ambos. Santiago es un escritor con mucho éxito que se apoya en los
conocimientos como profesional de la psiquiatría de José para construir y dar
verosimilitud a sus novelas.
Es allí donde
Santiago pone en manos de José el diario de un muchacho llamado Bartolomé que
comenzó a escribirlo en 1780. Y este diario nos lleva a los últimos años del
siglo XVIII, cuando el músico Fréderic Chopin y la escritora George Sand llegan
al pueblo de Valldemossa y conocen a un monje cartujo.
No os querido
contar mucho de lo que ocurre en El músico de la lluvia en primer lugar
porque es una novela que hay que leer y en segundo lugar porque contar más de
su argumento sería destriparla por completo. No es una novela que tenga una
trama apasionante de esas que te enganchan a la historia y suceden muchas
cosas. No. Es una novela que nos va a contar las vidas de un grupo de
personajes con las interacciones que suceden entre ellos. Y a pesar de todo ello
es una novela que se lee con gusto y resulta muy agradable gracias a la manera
de contar de Mar Mella, que te hace disfrutar.
La novela se
divide en dos partes que suponen un punto de inflexión en la historia. En la
primera de ellas nos encontramos en el presente y vamos conociendo la vida de
tres personajes que se han encontrado en Mallorca. Poco a poco la autora va desentrelazando
su vida y esos hechos y circunstancias que los han ido marcando y que a día de
hoy no han superado junto a los problemas que cada uno de ellos tiene en la actualidad.
José y Adriana nunca han tenido una verdadera relación padre e hija. A él la
paternidad le vino muy grande y más interesado en su trabajo que en cuidar de
una niña muy pronto se alejó de su mujer y su hija. Una hija que se acostumbró
a ello, que creció sin saber muy bien quien era su padre y que, aunque ahora
tienen una relación más fluida, no acaba de ser todo lo completa que cabría
esperar. Santiago llegó a Valldemossa por casualidad y decidió afincarse allí. Un
escritor de éxito con un carácter un tanto especial, anárquico y cambiante,
descubriremos en algún momento su talón de Aquiles.
Como también veremos
los puntos fuertes y débiles y la lucha que emprenden dos figuras reales que
forman parte de la historia de la cultura. Uno es el famoso pianista Chopin y
otra es la escritora francesa George Sand que acuden a la isla por recomendación
médica y su estancia allí se convierte en un infierno. Me ha gustado conocer a
Sand, que en realidad se llamaba Aurore, una mujer diferente que vestía de
hombre y que se implicaba en la causa política.
Con estos
personajes vemos el contrapunto de la forma en que se vivía en París en el
siglo XVIII y la forma de vida Mallorquín. Esta pareja llega esperando encontrar
algo muy diferente de lo que van a vivir. Allí después de algunos inconvenientes
terminan alojados en la Cartuja de Valldemossa, situación que la autora
aprovecha para darnos unas pinceladas de la vida de esos monjes, ya no solo en
Mallorca sino también en Paris.
Mar Mella tiene
una forma maravillosa de escribir. Su estilo es sencillo y elegante. Con fluidez
y con detallismo nos lleva por las vidas de estos personajes, profundizando
muchos en ellos y dibujándolos con mucha definición.
Como os he dicho
ya, la novela se divide en dos partes y quizás, y en mi opinión, estas tienen
muy pocos elementos en común. Me hubiese gustado que Mar Mella estableciese un
nexo de unión entre las dos historias un poco más consistente porque me ha dado
la sensación de que leía dos historias independientes a pesar de que cada una
de ellas ha tenido sus diferentes puntos de interés.
Un detalle que me ha gustado mucho es que la autora ha intercalado en la historia a modo de separación de capítulos muchas frases de George Sand que me han encantando, me han dejado pensando y que han despertado mi curiosidad por leer a la autora.
Un detalle que me ha gustado mucho es que la autora ha intercalado en la historia a modo de separación de capítulos muchas frases de George Sand que me han encantando, me han dejado pensando y que han despertado mi curiosidad por leer a la autora.
Conclusión
He disfrutado
leyendo El músico de la lluvia. Aunque quizás no la recomendaría a
cualquier lector. Me parece una novela preciosa para aquellos que busquen una
buena narración de las historias, que nos buscan tramas con demasiada acción y
que sin embargo, disfrutan de una historia narrada con tranquilidad y sin sobresaltos.
Esta novela es para dejarse llevar por las sensaciónes que transmite.
Y si os apetece leerla os ofrezco una oportunidad aquí: