Título: Respira,
Rebeca, Respira...
Autora:
Bárbara Alves
Publicación:
Ediciones B, enero de 2017
Páginas: 309
¿Te has probado
toda la ropa del invierno pasado y solo te sirve la bufanda?
¿Tienes un sueldo
asombroso, capaz de dar risa y pena al mismo tiempo?
¿Tus hijos te
vuelven loca (y no precisamente de amor)?
¿El grupo de
WhatsApp con tus amigas está lleno de calificativos cariñosos como «zorra» o
«hija de puta»?
¿Tu marido es un
genio del escaqueo?
¿Hay veces que te
gustaría desaparecer del mundo con un bote gigante de Nutella?
Si has contestado
«sí» a tres o más de estas preguntas, entonces no hay duda: esta es tu novela.
Necesitas urgentemente una buena dosis de risas y lectura.
Engánchate al fenómeno #RespiraRebecca.
Engánchate al fenómeno #RespiraRebecca.
Rebecca, la protagonista de esta novela, tiene tres hijos, un marido guapísimo con tendencia al escaqueo, una madre pesada y adorable, un trabajo de mierda y un grupo de amigas totalmente locas.
Rebecca piensa que
los problemas son muy maleducados. Tienen la fea costumbre de aparecer todos
juntos, sin avisar.
Rebecca es
imperfecta, malhablada, ingeniosa y sincera.
Tal vez como tú…
Mis impresiones
Hace bastante tiempo que no leía una novela de estas
características ya que mis últimos intentos terminaron bastante mal con dos o
tres novelas en las que apenas llegué a la página cincuenta. Y no es porque el
Chick-lit no me guste sino que no me gustan todas las novelas que se inscriben
dentro del mismo. Hay algunas que yo creo que se van de las manos y solo
aglutinan escenas que pretenden ser divertidas y tan solo vemos encadenar un
cliché tras otro. Pero cuando me llegó la oportunidad de leer Respira, Rebecca, respira… me dio buenas
vibraciones y no me lo pensé demasiado. Y la verdad es que me alegro porque me
he lo he pasado bastante bien leyéndola.
“—Keanu, si vuelves a contestarme, te quedas
sin PlayStation. —Se lo digo despacito, susurrando, cerca de su oído, al más
puro estilo de El Padrino.
—¡No me quieres, mamá, no me entiendes!
¡Todos vais en mi contra! —Parece que está a punto de llorar, pero yo sé que
no, que es teatro; de todas maneras, si sigue mirándome con esa carita de
rebelde incomprendido, no tardaré mucho en claudicar.”
Rebecca, la protagonista de esta historia, es una mujer
de treinta y ocho años que trabaja como recepcionista en un gimnasio de lujo,
una tarea que realiza sin demasiado entusiasmo. Está casada con Diego, un
hombre guapísimo por el que está loca y es madre de tres niños ¿adorables?. Su
vida es bastante normal hasta que un día, de repente, todo parece complicarse a
la vez. Sus amigas parecen estar volviéndose locas, en el trabajo cada vez hay
peor ambiente, sus hijos la cansan en exceso y su marido… ¿Dónde narices se habrá
metido su Diego?
Respira, Rebecca,
respira… es uno de esos libros ideales para coger cuando buscas una lectura
ligera que te permita desconectar y no pensar en nada más ya que es una novela
divertida, amena y rápida. A mí la historia me enganchó desde el comienzo y me
ha gustado leerla. Me ha parecido muy fresca y muy actual con una protagonista
muy normal, llena de defectos y con una vida que tampoco es perfecta. Como yo
creo que nos ocurre a todos, Rebecca para a pasar por un momento de bajón.
La protagonista es una mujer de treinta y ocho años un
tanto peculiar. Es nerviosa, impulsiva, contestona y malhablado entre otros
defectos bastante aparentes. Pero es un personaje que me ha caído bien desde el
principio por sus ocurrencias y lo descarada que es. Y aunque yo no me he visto
reflejada en ella creo que habrá gente que si pueda hacerlo. Es cierto que la
autora no renuncia a ciertos clichés pero también es verdad que Rebecca dentro
de sus kilos de más, su pelo indomable y su poco estilo para vestir no es una
mujer traumatizada con su físico ni obsesionada con los cánones habituales de
belleza. Yo incluso diría que se reconoce a sí misma tal como es y se siente a
gusto.
Como madre tampoco es perfecta. Sus tres retoños la
vuelven loca. Y es que cuidar de un adolescente perdido entre las hormonas, una
niña de nueve años que parece tener una inteligencia de un adulto y un bebe de
dos años con un carácter muy fuerte puede ser agotador. Por eso de vez en
cuando Rebecca intenta escaquearse y se pierde en las redes sociales. El elenco
de secundarios son las personas con las que se relaciona en su día a día.
Diego, el marido por el que es capaz de perder los papeles y que cada vez pasa
más tiempo fuera de casa, Sofi, la estirada de su jefa y a la que Rebecca no le
cae del todo bien, su amiga Janet, en busca de la venganza contra la nueva
pareja de su ex son solo algunos de ellos.
El tono narrativo de la autora es fresco, con desparpajo,
hilarante y con mucha mala leche, lo que también es un punto a su favor. La
novela tiene un ritmo muy ágil y se lee con muchísima facilidad. Lo que quizás
no me ha gustado tanto es la cantidad de palabras malsonantes que contiene. No
es que me hayan molestado hasta el punto de condicionarme en sentido negativo a
la hora de la lectura pero hubiera podido prescindir de ellas.
Conclusión
Respira, Rebecca,
respira… es una historia que me ha parecido divertida, amena y entretenida.
Con una protagonista desastrosa y un punto de mala leche te saca más de una
sonrisa.