viernes, 5 de febrero de 2016

Cada día cuenta - Yauci Manuel Fernández



Título: Cada día cuenta
Autor: Yauci Manuel Fernández

Publicación: Esdrújula, octubre de 2015
Páginas: 205

Su esposa le había dado algunas señales, pero Marc no quiso verlas...

Con casi cuarenta, casado con Natalia, con su hija Anabel de nueve años y un trabajo de funcionario, el protagonista vivía una existencia "políticamente correcta". La había convertido en una aplastante rutina, ciertamente, más se había adaptado a ella y, atrapado en su conformismo, ni se planteó introducir cambios... Por ello, Marc se quedó anonadado cuando Natalia decidió divorciarse y llevarse con ella a Anabel. De repente, la vida cómoda ya no era rutinaria sino que carecía de sentido.

Con la ayuda de Ben, su hermano mayor, el protagonista da un giro radical y se plantea comenzar desde cero en cualquier parte. Esa decisión le llevará a Finlandia, donde un buen amigo es profesor en la Universidad de Oulu y le abre las puertas de su casa. Allí, Marc conocerá a la joven Amanda, vivirá experiencias nuevas, verá el Sol de medianoche y admirará bellezas que desconocía...

Pero no cuenta con lo imprevisible que es la existencia y hasta qué punto lo pondrá a prueba.

Mis impresiones

Esta es una reseña de las complicadas, no porque el libro lo sea sino porque es una novela cuyo argumento o temática no se puede hablar mucho pero a la vez resultaría necesario para que comprendías con qué os vais a encontrar. Y es que me ha ocurrido que el comienzo de la novela me despistó bastante y lo que vino después me pilló totalmente desprevenida.

“Cuando Natalia y Anabel salieron por la puerta sentí un inmenso vacío. Qué idiota hay que ser para no darse cuenta de que tener una familia al lado es una de las cosas más importantes de la vida. Ahora, nada tenía sentido”

Con esta reflexión comienza Marc, el protagonista a contarnos su historia. Pero ya es demasiado tarde porque su mujer le ha abandonado y con ella se ha llevado a su hija. Su matrimonio hacía tiempo que no funcionaba demasiado bien. La rutina, la desidia afectaban a su esposa y aunque ella en cierto modo le avisaba, él no supo responder a tiempo.

Ahora Marc se encuentra solo y desorientado. Su hermano Ben le convence para que abandone el anodino trabajo como funcionario que tiene y se embarque en una nueva aventura que de un nuevo rumbo a su vida. De esta forma termina en Finlandia en donde tiene un buen amigo que le acoge durante un tiempo. También conocerá a Amanda, una chica joven y misteriosa que le ofrecerá una nueva visión de la vida. Pero un terrible suceso está a punto de acontecer y con él se moverán todos los cimientos que sustentan su existencia….

No puedo contar más de la trama de esta novela que en un principio se nos muestra como una historia ligera en la que un personaje rompe con su vida y empieza una nueva. Pero al ir avanzando en la novela ocurre algo inesperado y la historia se torna muy dura. Tan dura que en ciertos momentos me costaba leer porque es un tema que me toca la fibra sensible y me afecta. Aunque yo creo que esto es algo muy personal porque cada uno tenemos ciertas cuestiones que nos tienen más sensibilizados. No quiero desvelar cuál es el suceso que va a cambiar la vida del protagonista (porque sería contar demasiado de la trama y porque en la sinopsis oficial no se hace tampoco) pero si me gustaría hacer hincapié en que el autor de la novela quiere mostrar al lector que no valoramos lo suficiente las cosas o personas que tenemos en nuestra vida.

Cada día cuenta nos habla de los errores que cometemos. A veces tiene que ocurrir algo dramático para que miremos a nuestro alrededor y comprendamos que hemos obrado mal. A veces es recuperable pero otras veces estos errores que cometemos son irreparables. Al final el mensaje que su autor nos quiere transmitir hace honor a su título y nos indica que es importante cada día que vivimos y cómo lo vivimos, que huir no sirve de nada.

Me ha parecido muy curioso el hecho de que la novela se desarrolle  en un tiempo futuro no muy lejano al que vivimos y lo hace remarcando las diferencias sociales fruto de la posición económica. Algo que actualmente estamos viviendo pero que en la novela su autor lleva aún un poco más allá. Los ricos tienen más opciones que los pobres, esto es demasiado obvio. Aprovecha y vierte su parte de crítica en nuestro sistema social y nos avisa de que lo que vendrá puede ser peor.

Os confieso que con Marc he tenido mis más y mis menos. Un personaje que de entrada no me gustó y me pareció tremendamente egoísta. Después que su mujer y su hija se marcharán de casa la opción más fácil para él fue irse, viajar y buscar nuevas experiencias en la otra punta del mundo. No pude evitar juzgarle de forma negativa. No me pareció justo que abandonara a su hija, dejando todo en manos de su mujer, buscando nuevas emociones. Pero a lo largo de la novela y por todo lo que ocurre el protagonista va evolucionando y abriendo los ojos al mundo real. Es el dolor lo que hace que el abandone esa inmadurez que marca al personaje y por fin se da cuenta de los errores que ha ido cometiendo en su vida. Esta construcción del personaje era necesaria para poder llevar a cabo la historia y en el fondo se hace eco de la realidad.

No es el único personaje que transita por la historia aunque si el mejor definido. También vamos a conocer a Amanda una joven que en principio se nos presenta de forma un tanto misteriosa y será quién impulse en Marc un gran cambio.

Cada día cuenta está narrada con un estilo ameno, fluido y cercano al lector a pesar de la gran carga emocional que alcanza la novela. Mediante un narrador en primera persona, que es el protagonista de la historia, el autor consigue involucrarte en la vida de los personajes y hacerte sufrir con ellos. Y es que con este punto de vista aprovecha no solo para narrar lo que va sucediendo sino también para que sepamos lo que el protagonista piensa y siente en cada momento. La indecisión, el arrepentimiento, los reproches, la desesperación o la impotencia son sentimientos universales que todos conocemos y por los que hemos pasado alguna vez.

Conclusión

Cada día cuenta me despistó durante algunas páginas y me metió de lleno en un tema que suelo esquivar.  No puedo decir que he disfrutado la lectura sino que la he sufrido. No porque sea un libro malo, que no lo considero en absoluto, sino porque a mí me ha afectado personalmente. Pero todo esto depende de las vivencias que uno tenga. Es un libro donde rebosan las emociones, el dolor, el arrepentimiento y todo narrado con una increíble fluidez y cercanía.