Título: ¿Acaso no
matan a los caballos?
Autor: Horace McCoy
Publicación:
Navona, abril de 2018
Páginas: 155
Gloria es una chica
apasionada que, como nuestro protagonista, intenta formar parte de la industria
de Hollywood. Ambos se hallan en realidad en un callejón sin salida, así que
ella propone que participen en un maratón de baile. Equivale a comida gratis y
una cama…mientras dure la competición. Pero entonces Gloria pide un favor, y la
amabilidad del chico se convierte en su perdición.
Mis impresiones
Al llegar este
libro a mis manos no había escuchado hablar sobre su autor ni tenía referencia
alguna. El título no me sonaba tampoco aunque si su versión cinematográfica que
es la película de Sydney Pollack, que se vio en la gran pantalla en 1969, y que
llevaba por título Danzad, danzad, malditos.
En principio no las había relacionado hasta que encontré el nexo de unión en el
interior del libro.
“Me
puse de pie. Por un momento volví a ver a Gloria sentada en aquel banco del
muelle. La bala acababa de darle en la sien; ni siquiera había empezado a manar
la sangre. El fogonazo de la pistola aún le iluminaba la cara. Todo simple como
el día. Ella estaba relajada, cómoda por completo. El impacto de la bala le
había impulsado un poco la cabeza hacia el otro lado; yo no tenía una visión
perfecta de su perfil, pero sí alcancé a ver la cara y los labios con la claridad
suficiente para saber que estaba sonriendo.”
Esta novela transcurre
durante el breve lapso del tiempo en que el acusado de un asesinato escuchada la
sentencia. Entre frase y frase va rememorando la historia que le ha llevado al
momento en que vive. Sus recuerdos nos llevan a California durante los años
treinta, los años de La Gran Depresión. Justo en el momento en que conoció a
una joven llamada Gloria, que como él mismo, trataba de hacerse un hueco en la
industria hollywoodiense. Pero todos sus empeños habían resultado infructuosos
y empiezan a verlo como una empresa imposible.
Cuando ella le
comenta que se va a celebrar una maratón de baile en la que reciben comida y
bebida gratis, además de mil dólares si resultan ganadores, deciden participar
en ella. Comienzan la competición junto a ciento cuarenta y cuatro parejas que
luchan por lo mismo.
¿Acaso no matan los caballos? nos habla sobre el pesimismo que reinaba en
los jóvenes durante la época de la Gran Depresión. Un momento en que la
economía se fue completamente a pique y que muchos se vieron entre la espada y
la pared. Las maratones de baile fueron un espectáculo bochornoso y lamentables
en el que unos cuantos se aprovecharon de la necesidad de los demás. Con la
imposibilidad de ganarse la vida muchas personas a falta de dinero permanecían
en las pistas de baile hasta la extenuación. No tardaron mucho en organizar
otras pruebas adicionales que usaban como reclamo del público, para divertirlos
a costa del sufrimiento de los demás. Como carreras alrededor de la pista, bodas
en directo mientras empresarios los utilizaban para publicitar sus marcas. El
concurso podía durar semanas incluso meses.
En este bucle
entran Gloria y el protagonista de esta historia, Robert. Comienzan el concurso
con ganas y la esperanza de poder ganar. Poco a poco las parejas, incluso ellos
mismos, se van agotando y algunas deciden abandonar. A través de las parejas
que van apareciendo vemos las miserias que sufrieron las personas que
participan en el mismo. El cansancio, los problemas físicos y anímicos, la desesperación
y también lo que nace de las personas en momentos así. La rivalidad, la
violencia, la deslealtad o la crueldad. Gloria es particularmente uno de los
personajes en que más se nota el cansancio y la decepción. Ella misma dice
estar cansada de vivir, pero no tener valor para acabar con su vida. Robert
tiene una visión más esperanzadora de la vida. Sabe que no es fácil lograr sus objetivos
pero tiene ganas de luchar por ellos.
Su título es una
gran metáfora de la compasión. En algunos sitios la califican como una novela
negra aunque yo no la calificaría como tal. No hay investigación, no hay policías,
ni escena del crimen. De hecho casi al principio sabemos todos estos datos. Es una
novela que nos habla de las miserias humana, del pesimismo, del afán de
sobrevivir, de cómo unos cuantos se aprovechan de la necesidad de los demás en
una época marcada por la crisis y la decadencia y como alguien puede llegar a
ciertos límites por lástima. Está claro que todo ello te lleva a reflexionar.
Me ha resultado una lectura muy original a pesar de que así contada quizás no se
perciba del todo su magnitud y la realidad de lo que ocurría en esos concursos.
No solo me ha
resultado diferente por su estructura que, como he dicho, va alternando una
frase que dicta la sentencia con los recuerdos del protagonista que nos va contando
todo en primera persona y alternando sus pensamientos en el momento presente. Es
una lectura fluida que por su extensión y la cantidad de diálogos que incorpora
se lee en un par de sentadas. La forma de relatar del autor es bastante sobria
y directa. Las descripciones son escasas y se centra más en la acción de los personajes.
Conclusión
¿Acaso no matan los caballos? ha resultado ser una gran lectura. Una novela
dura, realista, que te acerca al lado más inhumano del ser humano, aunque
parezca una paradoja. Una novela que con pocas palabras dice mucho. Os
recomiendo sin duda su lectura.