martes, 1 de noviembre de 2016

Mujeres que compran flores - Vanessa Monfort



Título: Mujeres que comprarn flores
Autora: Vanessa Montfort
Publicación: Plaza & Janés, octubre de 2016
Páginas: 448

En un pequeño y céntrico barrio de la ciudad hay cinco mujeres que compran flores. Al principio ninguna lo hace para sí misma: una las compra para su amor secreto, otra para su despacho, la tercera para pintarlas, otra para sus clientas, la última... para un muerto. La última soy yo y ésta es mi historia.

Después de la pérdida de su pareja, Marina se da cuenta de que está totalmente perdida: había ocupado el asiento del copiloto durante demasiado tiempo. Buscando empezar de cero acepta un trabajo provisional en una curiosa floristería llamada El Jardín del Ángel. Allí conocerá a otras mujeres muy diferentes entre sí, pero que, como ella, se encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia dueña del local, surgirá una estrecha amistad de la que dependerá el nuevo rumbo que tomarán sus vidas.

Mis impresiones

Me gustó mucho la idea sobre la que gira esta novela y su portada me parece preciosa. Además no había leído nada de la autora y me apetecía estrenarme con ella.

“En un pequeño y céntrico barrio de Madrid habitado por actores, modernos de todo pelaje, parejas sin hijos, diputados ambidiestros que comparten un vermut entre sesión y sesión; en ese micromundo con su propio Cristo milagro, su secta destructiva, sus musas, sus teatros y pequeñas galerías, sus manifestaciones diarias, sus frases de escritores célebres pisoteadas por los turistas, los ancianos residentes, los civilistas militantes, los músicos de jazz y los arqueólogo que buscan concienzudamente los huesos de Cervantes… en ese barrio también hay cinco mujeres que compran flores.”

La novela comienza cuando Marina llega a un barrio céntrico de Madrid. Acaba de perder a su pareja y se encuentra totalmente desorientada. Es incapaz de pasar página porque lleva a cuestas una promesa que hizo y no puede cumplir.

Sin saber muy bien que hacer acepta un trabajo en una floristería que lleva más de dos siglos llamándose El Jardín del Ángel. La pequeña tienda de flores es regentada por Olivia, una extraña mujer con una vida un tanto atípica. Allí también conocerá a un grupo de mujeres que acuden a comprar flores con distintos motivos. Entre las cinco surgirá una amistad  sincera y entre todas comenzarán a cambiar sus vidas.

Mujeres que compran flores es una de esas lecturas que sientan bien al cuerpo y que proporcionan bienestar a la mente. Una historia de amistad pero también de esperanza y de nuevos sueños que cumplir. A través de las cinco mujeres la autora nos plantea los problemas universales que tenemos todos los seres humanos. Las relaciones de pareja, el trabajo, la autoestima o la familia. Mujeres que se han centrado en su trabajo y no han conseguido tener una vida familiar porque no les ha quedado tiempo. U otras a las que le es imposible conciliar la pareja y los hijos con su trabajo. Mujeres a las que les falta autoestima u otras que se ven marchitarse con el tiempo. Mujeres que han renunciado a sus sueños y a guardarse un tiempo para ellas. Mujeres educadas en una cultura asfixiante que no les da tregua. Porque a veces nos olvidamos de nosotras mismas, nos sacrificamos, cedemos y nos olvidamos de quienes hemos querido ser.

Como os he comentado son cinco mujeres las que protagonizan esta historia. El personaje que más sobresale es Marina. Como les ocurre a muchas mujeres siempre ha vivido en pareja (lo que la autora llama “el síndrome del copiloto”). Tan acostumbrada ha estado a depender de ella que por sí misma no sabe hacia dónde dirigir su vida. Gala es una mujer segura de sí misma y con un gran carácter pero no lleva bien el paso del tiempo. Casandra es una mujer que ha sacrificado tener una familia propia para alcanzar el éxito profesional. A Aurora siempre le han dicho que el cuerpo es el pecado y tiene un extraño concepto del amor.  Victoria es la última de estas mujeres y la que ha intentado hacerlo todo olvidándose de sí misma y ahora anhela lo que nunca ha tenido.

Como veis estas mujeres son muy diferentes entre sí. Cada una tiene un carácter y una flor que se acopla a ella. A pesar de que pueden caer en algunos clichés yo creo que representan la realidad. Y lo que  más me ha gustado es la frescura que presentan todos estos personajes muy bien ubicados y desarrollados dentro de la historia. Me han resultado muy creíbles.

La floristería para todas ellas será el lugar en el que puedan ser ellas mismas y en el que dar rienda a sus sentimientos y emociones, algo que les cuesta hacer dentro de su rutina. A través de las flores la autora las va definiendo y estableciendo metáforas muy bonitas y creando una atmosfera mágica en ese jardín en medio de las calles de Madrid. A pesar de que todas ellas tienen sus problemas, sus miedos, inseguridades o sueños no cumplidos la novela transmite un mensaje positivo. Nunca es tarde para cambiar.

En cuanto al estilo narrativo también me ha gustado. Monfort tiene una prosa bonita que inspira muchas emociones y sentimientos y como ya he dicho crea una ambientación muy especial en la novela. Utiliza simbolismos y metáforas que se pueden extrapolar a la vida misma y que dan a la historia cierto lirismo. Es verdad que no existen muchas sorpresas en ella pero sí que hay algunos pequeños misterios que nos llamarán la atención.

Conclusión

Mujeres que compran flores me ha resultado una lectura mágica y muy especial. Me ha gustado ir conociendo los puntos fuertes y las debilidades de sus personajes y a la vez me ha hecho reflexionar.