Título: La
niña alemana
Autor: Armando
Lucas Correa
Publicación:
Ediciones B, noviembre de 2016
Páginas: 448
Inspirada
en un hecho poco conocido: la negativa de Cuba y otros países a recibir a los
judíos que huían de la Alemania nazi a bordo del transatlántico St.
Louis.
Finalmente, solo a unos pocos se les permitió desembarcar.
Antes
de que todo cambiara, la vida de Hannah Rosenthal era de ensueño. Pero ahora,
en 1939, las calles de Berlín están embanderadas de estandartes nazis, su
familia ha sido desposeída de sus bienes y los judíos ya no son bienvenidos en
los lugares que antaño frecuentaban. Hannah y Leo Martin, su mejor amigo,
sellan un pacto: pase lo que pase, ambos compartirán un mismo futuro.
La
próxima partida del transatlántico St.
Louis con
rumbo a Cuba les proporcionará una chispa de esperanza. Tras una ardua gestión
para obtener visados, los Rosenthal y los Martin se embarcan en la lujosa nave
con destino a La Habana. La vida a bordo del St. Louis se asemeja a unas
vacaciones surrealistas para esos refugiados, pero los rumores inquietantes
desde Cuba no tardan en ensombrecer el ambiente festivo, y la nave que prometía
ser su salvación parece a punto de convertirse en su sentencia de muerte.
Hannah y Leo se ven enfrentados a una decisión desgarradora...
Siete
décadas después, en la ciudad de Nueva York, el día que cumple doce años, Anna
Rosen recibe un paquete de Hannah, una tía abuela a la que nunca conoció pero
que crio a su difunto padre. En un intento de reconstruir el misterioso pasado
de su padre, Anna y su madre viajan a La Habana para reunirse con la anciana.
Hannah les relatará el viaje en el St. Louis, les hablará de sus años en la
isla y revelará, por primera vez, el modo en el que ella y Leo cumplieron con
el solemne pacto que sellaron.
Mis
impresiones
Es asombroso que con todo lo que se ha hablado
sobre el periodo de la II Guerra Mundial queden aún episodios poco conocidos por la mayoría
de nosotros. La historia que os traigo tiene que ver con el antisemitismo nazi
pero no es otra novela que nos va a retratar lo mismo que ya conocemos y
sabemos sobre el Holocausto. Y a pesar de que el autor deja atrás campos de
concentración, cámaras de gas y crematorios su historia también es muy dura. Armando
Lucas Correa es un escritor cubano que acaba de publicar La niña alemana, la que es su primera novela, inspirada en una
historia real.
“Voy a cumplir doce años y
ya lo he decidido: mataré a mis padres.
Me acuesto y espero que se
duerman. Papá cerrará con llave todas las ventanas dobles, correrá las cortinas
de terciopelo verde bronce y repetirá las mismas frases de cada noche después
de la cena, que en los últimos días se ha convertido en un plato humeante de
sopa desabrida.”
La novela comienza en 1939 en Berlín. Hannah
Rosenthal tiene once años y la situación que se vive en Berlín la desespera.
Los judíos son despreciados y repudiados por el gobierno y la propia sociedad
en que se vive. Los padres de Hanna han perdido sus trabajos, sus amistades y
su propia vida. Antes eran personas con dinero y respetadas. Para escapar de la barbarie que están viviendo
sus padres deciden emigrar a Nueva York, un lugar donde olvidarse de todo y
comenzar una nueva vida en donde al menos no esté en peligro la suya propia.
Por suerte aún cuenta con Leo, que también viajará. Es su mejor amigo y con el que ha pactado que
siempre estarán juntos.
El viaje se realizará en un transatlántico
de lujo que primero les llevará a La Habana donde deberán pasar unos meses
hasta alcanzar su verdadero destino. Sin embargo una vez el barco alcanza
aquellas tierras se toparán con la triste realidad.
Una segunda trama se desarrolla en 2014
en Nueva York. Allí conoceremos a la pequeña Anna Rosen que ha crecido con su
madre echando de menos a un padre que murió antes de que ella naciera. Cuando
recibe un paquete de su tía abuela Hannah, que vive en Cuba y que es quien cuidó
de su padre, decide convencer a su madre para viajar allí y conocer los orígenes
de su progenitor.
La
niña alemana recrea, a través de un enorme trabajo
de documentación y una gran labor de investigación, la salida del trasatlántico
Saint Luis de Alemania y su llegada a La Habana. En él viajaban más de
novecientos refugiados judíos que esperaban encontrar en Cuba una tabla de
salvación. Llevaban permisos, habían pagado sus documentos pero poco antes de
zarpar el barco el gobierno de Federico Laredo Brú cambio de opinión
permitiendo solo a unas cuantas personas bajar del barco y vivir en Cuba. Las
negociaciones no funcionaron (Cuba pedía una cantidad desorbitada de dinero) y
el barco tuvo que abandonar sus costas y partir de nuevo hacia Europa, tras la
toparse también con la negativa de Estados Unidos y Canadá. Los novecientos
pasajeros que quedaban al bordo del barco fueron recogidos en países como
Inglaterra, Francia, Bélgica y Holanda corriendo diferentes suertes sus viajeros.
La
niña alemana no solo me ha gustado por este
episodio que no conocía sino también porque en ella se percibe la desesperación
de los que viajaban en ese barco. Personas que han huido de su hogar en donde
se les considera como apestados. Y ahora, varados en un barco, nadie quiere
aceptarlos como si portaran la desgracia. Pero también tiene interés la parte
de la novela que transcurre en Cuba, porque otro dictador allí decidirá quien
tiene derecho o no a vivir en el país. El desarraigo, la intolerancia o la pérdida
de un ser querido son los temas que nos vamos a encontrar en ella.
La novela tiene dos líneas argumentales
que se van alternando contándonos el pasado (la huida al comienzo de la guerra
y los años posteriores de Hannah en Cuba) y presente (la historia de una niña
que busca sus raíces). Las voces de Hannah y Anna (más de setenta años después),
como niñas, nos ofrecen una visión de la historia algo peculiar. No acaban de
comprender del todo lo que sucede a su alrededor y por ello dan palos de ciego
en su búsqueda de razones y culpables.
La novela está narrada con un estilo muy
ágil y directo que hace que la novela literalmente vuele. La historia es dura y
muy conmovedora y los relatos en primera persona te hacen ver perfectamente cómo
se sienten sus personajes. El odio y el fanatismo que ha llevado a vivir a
estas dos niñas sin un padre. Además su final es perfecto, porque en él culmina
una bonita historia de amor que ha sobrevivido a la separación y la desgracia.
Y no, no es la de dos amantes que se reencuentran después de muchos años.
Al final de la novela nos vamos a
encontrar el listado de todas aquellas personas de carne y hueso que iban en el
Saint Louis y algunas fotos reales. Un detalle que me ha encantado encontrar.
Como último dato os aclaro que parece
ser que esta novela forma parte de una trilogía que se aúna bajo una misma
temática. Aunque sus historias serán totalmente independientes.
Conclusión
Me ha gustado leer La niña alemana. Una historia dura, vibrante y muy emotiva que nos
muestra otro penoso episodio de la historia con una perspectiva diferente.
Puedes descargar La niña alemana en: epub