Título: Mujeres
de agua
Autora: Antonia
J. Corrales
Publicación:
Ediciones B, mayo de 2016
Páginas: 280
Una novela sobre el poder de la amistad.
Sobre las pasiones humanas y sus misterios.
Una obra en la que la vida se nos muestra tal
y como es: realista, dulce, amarga y llena de esperanza.
Bajo la protección de un paraguas rojo, Mena,
Remedios y Amanda caminan juntas en las páginas de esta conmovedora historia
para demostrarnos que la amistad, el amor, la superación personal y las ganas
de seguir adelante son la clave de la felicidad. Con cada uno de sus actos nos
enseñan que todas las mujeres de agua tienen la fortaleza que necesitan para
superar los obstáculos. Sólo es necesario proponérselo.
No te sorprendas si te descubres en alguna de
las páginas de esta novela. Si eso ocurre, no lo dudes. Déjate llevar. Porque
Mujeres de agua es una de esas extraordinarias novelas que te transforma, te
hace tomar decisiones y te acompaña. Un paraguas rojo bajo el que ya se cobijan
miles de lectores.
Mis impresiones
Hace unos días os
hablé en el blog de En
un rincón del alma, una novela de carácter intimista que me hizo disfrutar
con una historia cargada de sentimientos. En ella se nos narraba con mucha cercanía la historia de Jimena, su protagonista,
cuando lo abandona todo y emprende un viaje para encontrarse a sí misma. Mujeres de agua es su continuación aunque
no en el sentido estricto de la palabra, ya que esta novela se puede leer
independientemente de la anterior. Esta terminó con un final cerrado por lo que
no sabía que iba a encontrarme exactamente en esta historia. Antonia J.
Corrales le ha pasado el testigo a la hija de Jimena. Voy a intentar no
descubrir mucho de la novela anterior aunque será inevitable hacer ciertas
alusiones a ella por lo que si tenéis pensado leer esta novela puede que os
interese dejar de leer aquí.
“A
veces los recuerdos se adhieren al presente como la propia piel y nos acompañan
en cada paso. Se columpian en los perfumes de los que comparten contigo
almuerzo o un café en vaso de plástico en la puerta del restaurante. Bailan con
el humo del apresurado cigarrillo que te ha permitido desconectar del trabajo.
Se cobija, como lo hacen tus sentimientos, bajo un paraguas rojo, de la lluvia
de un otoño húmedo, vespertino y melancólico”
Mena, una mujer
joven, tiene que aprender a vivir con la ausencia de su madre a pesar de que
cada día la echa más de menos y su recuerdo es constante. La huida de Jimena
cambió la vida de toda la familia teniendo que acomodarse cada uno a la nueva
situación. Pero la familia no son solo aquellas personas con las que uno tiene vínculos
de sangre sino que a veces está se puede formar por sentimientos como la
amistad, la comprensión, el cariño y el apoyo mutuo. Así Mena, Remedios y
Amanda, a quien conocimos ya en la novela anterior, formarán una alianza
inquebrantable y aprenderán a superar el dolor y encontrar el camino de la felicidad
sin olvidarse de aquellos que fueron importantes en el pasado.
Aunque Mujeres de agua tiene mucho que ver y enraíza
en En un rincón del alma, nos vamos a
encontrar una historia diferente en la que los sentimientos y las emociones de
sus protagonistas quedan en relieve y están marcadas por las traiciones, las
infidelidades, las inseguridades, el amor, la vida familiar, la crisis de pareja,
las relaciones paterno-filiares, la rutina, el sentimiento de soledad pero sobre
todo la amistad como un salvoconducto que puede con todo. Una novela intimista
que recrea un mundo femenino muy particular con sensibilidad y profundidad.
Prácticamente el
cuadro de personajes se reduce al plano femenino siendo las mujeres las que
toman la batuta y dirigen esta historia. Todas ellas están bien construidas y
perfectamente diseccionadas psicológicamente pero lo que más me sorprende de
Antonia J. Corrales es su capacidad para que las comprendamos sin que haya
necesidad de que nuestras ideas, pensamientos o incluso acciones tengan
necesariamente que coincidir con las de sus protagonistas. Y esto es lo que me
ha pasado en esta novela. No comparto algunas de las ideas que tienen estos
personajes y aun así he logrado entenderlas y ponerme en su lugar hasta cierto
punto. Aunque como he dicho son muy diferentes a mí al igual que sus ideas.
En la novela
también aparecen algunos hombres como Gonzalo, Andreas o Jorge relegados a un
papel secundario pero que de diversas maneras han impulsado a estas mujeres a
ser quienes son y tener las vidas que tienen. Mujeres de agua y hombres de viento
cuyas vidas a veces son incompatibles y otras veces necesaria la presencia de
unos junto a otros. Y a pesar de que todas las historias que vamos a ir
conociendo son muy reales también hay lugar para darle un toque mágico a la
novela. Un simple toque que conecta presente y pasado. Y por supuesto todo lo
que simboliza ese paraguas rojo, siempre presente en la historia y cuyo concepto
a mí me ha gustado mucho.
Al igual que
ocurría en En un rincón del alma es
una novela cercana al lector, intimista, que no se caracteriza por su acción
pero si por las emociones y sentimientos que habitan en sus personajes. Es una
novela para despacio y dejarse llevar por todas las reflexiones que la autora
propone porque hay muchas frases que dejan pensando. Será Mena en primera
persona quien nos relate la historia de estas mujeres. Hablará de todas y ellas
y por supuesto siempre con la presencia de su madre. El relato le sale desde el
corazón porque lo que no se aprecia un orden muy definido a veces en la
narración, va y viene del pasado al presente, y no hay apenas situación
espacio-temporal.
Conclusión
Mujeres de agua
es una novela cercana, intimista y profunda que nos habla del amor, de las
relaciones entre las personas, de dolor y supervivencia. Una novela que además
nos deja constantes reflexiones sobre multitud de aspectos vitales.