lunes, 20 de julio de 2015

EO - Luis Cerezo



Título: Eo (Escondiendo elefantes)
Autor: Luis Cerezo
Publicación: Suma, mayo de 2015
Páginas: 304

«Entonces lo descubrió: le estaba mirando. Olvidó gritar, escapar o cerrar la boca, abierta por la sorpresa. No pudo apartar los ojos de su visión...»

Así comienza la aventura más extraordinaria que un niño y un animal han vivido nunca. Una historia de valentía y amistad en la que Pedro, un niño que vive en un entorno dramático y solitario, se encuentra a un elefante en la ribera del río. Tratando de huir de la realidad de los adultos que tanta infelicidad le causa, Pedro decide ocultar su descubrimiento para conservarlo como amigo. Pero un elefante es un secreto difícil de esconder...

Luis Cerezo escribe un vertiginoso relato en el que un niño afronta una huida del dominio de los adultos y su universo controlado. Una fábula contemporánea que, desde el contraste entre la mezquindad y la ternura, entre la sinrazón y la amistad, entre la cruda realidad y la magia, cambia la forma de ver el mundo.

Un libro excepcional que vas a querer regalar a todas las personas a las que amas.

Mis impresiones

“Una novela para adultos que leerás como un niño. Un canto a la amistad que deja huella y cambia la visión del mundo”. Esta es la frase que aparece en la faja de la novela y la que me hizo alzar mis expectativas con respecto a EO.  A pesar de que no tenía unas ideas predeterminadas esperaba encontrar una novela con mucha magia. Finalmente esta lectura no ha resultado ser lo esperado y aunque en algunas ocasiones esto no tiene por qué jugar necesariamente un papel en contra en este caso sí que lo ha hecho y quizás junto a otros aspectos me ha impedido disfrutar plenamente de esta lectura.

A sus diez años Pedro es un niño que está más que acostumbrado a la soledad. En el cole no tiene amigos y la única ocasión en que otros niños se acercan a él es con el objetivo de burlarse o humillarle. De su padre no sabe nada desde que se marchó de casa y su madre trabaja todo el día en un restaurante por lo que apenas se ven. Así cada día, cuando llega a casa del colegio, no hay nadie esperándole, se calienta en el microondas la comida que le ha dejado su madre y tiene toda la tarde para explorar y vivir sus propias aventuras.

Pero durante una de las tardes en las que como en otras ocasiones acude al río ocurre algo extraordinario. Entre la maleza se oculta un enorme elefante….

Este es a grandes rasgos el argumento inicial de EO. Su base es una historia de amistad entre un paquidermo que se ha escapado de un circo y un niño en la que este último se refugiará huyendo del entorno que han creado los humanos a su alrededor.  La soledad, la incomprensión y la falta de cariño son constantes en su vida y por primera vez el niño se siente valioso e importante. La relación les causará problemas a ambos pero Pedro está dispuesto a luchar con uñas y dientes para que nadie logre separarlos.

Uno de los principales problemas que me he encontrado en esta historia es que el argumento es escaso. Durante el primer tercio de la novela su autor nos introduce con lentitud en la historia y cuando llega el punto en que esta parece que va a cambiar y entrar verdaderamente en materia finalmente la historia se sitúa en un punto, se torna algo repetitiva para llevarnos a un final que acaba de forma abrupta y el único momento en que la magia, que yo esperaba, aparece en la novela. Y cuando hablo de magia no me refiero a elementos fantásticos sino a que me ha faltado emoción, momentos especiales entre el elefante y el niño que te transmitan sensaciones o que te permitan ver la complicidad entre ambos personajes. Me ha dado la sensación de que es una novela que nos narra una historia que bien podría estar enfocada para el público juvenil pero narrada desde una voz adulta.

Descubrir que la novela se desarrollaba en Mérida, una ciudad que conozco, me hizo mucha ilusión ya que no es habitual encontrarse emplazamientos extremeños en la literatura y pensé que por una vez podría reconocer los escenarios. Sin embargo, esta localización a la larga ha resultado ser una desventaja porque no he reconocido ni identificado la ciudad en ningún pasaje ni ninguna de los espacios que recorre el personaje lo que en cierto modo me ha generado un ambiente de irrealidad. Son muchos los detalles que nos hacen pensar en una ciudad diferente a Mérida, una ciudad menos desarrollada y más conflictiva.

El protagonista de la historia es Pedro, un niño con una vida dura. En el colegio le acosan los matones y como su madre pasa todo el día fuera de casa trabajando siempre está solo. Un niño que se refugia en la mentira para evitar problemas. Con esta caracterización del personaje es inevitable que el lector se compadezca de él y aunque me ha dado cierta pena no he conseguido ni hacerme con el personaje ni empatizar del todo con él. Tampoco encuentro exactamente los motivos. Las situaciones en las que se ve involucrado al igual que su vida me han parecido demasiado forzadas y llevadas al extremo.

Creo que podemos considerar el elefante en la historia como un elemento simbólico (y al principio dudé de que existiera en realidad) que denota la rebeldía del niño contra todo lo que le rodea y le da las fuerzas que necesita para enfrentarse al mundo entero. A parte de los temas que surgen de forma evidente y que hacen referencia a las familias desestructuradas que pasan apuros económicos y el acoso escolar en mi opinión tiene el objetivo de concienciar sobre el respeto a la naturaleza y los animales. Y para ello el autor introduce algunos pasajes que nos hablan de ciertas conductas perniciosas que el hombre aplica en la cría de elefantes.

EO está narrada en tercera persona con un estilo directo, sencillo y fluido en el que es considerable la presencia de los diálogos contribuyendo al dinamismo con que se lee la historia. El narrador es una voz en tercera persona omnisciente que permite focalizar la acción en el punto que le interesa para mostrarnos que ocurre alrededor de ambos personajes.

Conclusión

Si habéis leído la reseña creo que es evidente que EO no era para mí. Se trata de una historia de fácil lectura con la que no he podido conectar. Es una apreciación totalmente subjetiva y quizás a vosotros os apetezca darle una oportunidad y la historia os haga disfrutar. Aun así me gusta el mensaje de amistad y amor a los animales que Luis Cerezo quiere transmitir.