Título: El aroma del miedo
Autor: Armando Rodera
Publicación: Amazon Publishing, septiembre de 2017
Páginas: 496
Meses después de su
último gran operativo, el inspector Bermejo deberá enfrentarse a una doble
misión en Valencia: descubrir al causante de los misteriosos asesinatos de
mujeres ocurridos en la región y acabar con una trama de corrupción en la que
se ven involucrados algunos miembros de la Policía.
Por su parte, tras una excedencia, el sargento Roncero regresa a España junto a la periodista Miriam Monfort y recibe el encargo de colaborar en una importante operación de la Guardia Civil contra el tráfico de personas en la zona levantina.
Un macabro hallazgo en el puerto de Valencia los situará tras la pista de un empresario ruso con conexiones al más alto nivel. La presencia de mafias internacionales en la zona pondrá en jaque a los investigadores, envueltos en una trama cada vez más compleja, repleta de peligrosas ramificaciones.
Un thriller en el que los protagonistas deberán enfrentarse al lado más oscuro del ser humano y luchar encarnizadamente por sus vidas.
Por su parte, tras una excedencia, el sargento Roncero regresa a España junto a la periodista Miriam Monfort y recibe el encargo de colaborar en una importante operación de la Guardia Civil contra el tráfico de personas en la zona levantina.
Un macabro hallazgo en el puerto de Valencia los situará tras la pista de un empresario ruso con conexiones al más alto nivel. La presencia de mafias internacionales en la zona pondrá en jaque a los investigadores, envueltos en una trama cada vez más compleja, repleta de peligrosas ramificaciones.
Un thriller en el que los protagonistas deberán enfrentarse al lado más oscuro del ser humano y luchar encarnizadamente por sus vidas.
Mis impresiones
Es mi primer acercamiento al trabajo de Armando Rodera y
creo que es necesario decir que quizás no sea la novela que más me atraía
dentro de las que tiene escritas. Esta es una de las reseñas difíciles que una
tiene que escribir de vez en cuando porque es complicado diferenciar si es que
el tema no era del todo para mí o es la propia novela la que no me ha acabado
de convencer.
Este volumen está protagonizado por personajes que ya
aparecieron en una novela precedente titulada El color de la maldad, la cual no he leído. Por ello no puedo
comparar entre una y otra ni sé muy bien si es necesario leerlas en orden o no.
Aunque yo al menos no he echado nada en falta.
“Ya no le quedaban lágrimas. El hedor de la
muerte le inundaba las fosas nasales y una sombra siniestra se había cernido
sobre ella, un aura tenebrosa que sobrevolaba su cabeza como un vulgar buitre
carroñero a la espera de que la joven exhalara el último suspiro. A Olena le
fallaban las fuerzas. Su organismo se encontraba al borde del colapso y sus
escasas esperanzas se desvanecían tras tantos días de infortunio.”
La novela arranca en el puerto de Valencia en 2015 cuando
varias chicas son encontradas en un contenedor. Después de varios días
encerradas sin agua y en condiciones inhumanas solo una de ellas sobrevive.
Esto es solo la punta del iceberg para una banda organizada que se dedica a
comerciar con mujeres para prostituirlas.
Mientras el inspector de la policía Francisco Bermejo
quien se ocupe de investigar unas muertes que parecen indicar que un asesino en
serie anda suelto por la zona y que está obsesionado con las mujeres.
Por otro lado Pablo Roncero, sargento de la Guardia
Civil, está pasando unas vacaciones junto a su pareja Miriam en la costa
alicantina. Ambos necesitan sobreponerse a lo ocurrido algunos meses atrás. Fue
un caso que les dejó tocados psicológicamente (y que es narrado en El color de la maldad), cuando recibe
una llamada de su comandante para que intervenga en la investigación de un
oscuro caso que se está produciendo en la zona y que tiene que ver con mafias y
drogas.
El color de la
maldad es un thriller policial en el que seguiremos un caso de corrupción,
comercio de personas, drogas y dinero ambientado en la Comunidad Valenciana. No
solo intervendrán en el delito los que suelen ser los criminales, sino que en
esta ocasión engloba a personalidades importantes del gobierno e incluso a la policía.
En ella se van desarrollando dos tramas que aunque relacionadas discurren por
diferentes caminos.
La verdad es que creo que por su trama esta novela no era
del todo para mí. No estoy diciendo que sea una mala novela si no que a mí el
tema del tráfico de personas y la corrupción no llega a llamarme del todo la
atención. Y si bien es cierto que la he
leído y no me ha costado esfuerzo también es verdad que no he estado realmente
enganchada a su trama. Pero como os digo creo que ha sido cuestión de gustos
personales.
Otro hecho que también creo que me ha pasado factura es
que me he encontrado demasiadas tramas y personajes diferentes que de repente
aparecen y que en alguna ocasión me han despistado con nombres que me costaba
recordar y ubicar más tarde.
Con respecto a los personajes me ha parecido que
funcionan bien en la historia y que están bien construidos, cada uno en su
lugar. Primero comienzan a trabajar por separado hasta llegar a un punto en que
tienen que colaborar haciéndonos participes de los pormenores de la
colaboración de los diferentes cuerpos de seguridad.
Bermejo es un inspector con una larga trayectoria en su
carrera y mucha experiencia al que le ronda por la cabeza la jubilación. Puede ser
que por ello percibamos cierto cansancio en el personaje. Roncero es psicólogo y
sargento de la Guardia Civil. En el momento en que comienza la novela está muy
tocado por el caso anterior y aun recuperándose de ello tendrá que volver al
trabajo por necesidad. Un tercer personaje que aún no he nombrado en Miriam
Monfort, un periodista, muy bella y muy descarada, que también estuvo implicada
en el caso anterior y a través de la cual en esta novela se hace un guiño a la anterior.
Un personaje del que seguiremos sus andanzas hasta el final,
aunque sin conocer su verdadera identidad estará del lado oscuro. Me gusta este
tipo de detalles porque nos dan una visión más amplia de estos personajes sin
llegar al final con un nombre y una razón. No, aquí las vamos conociendo
paulatinamente.
Con respecto al estilo narrativo, Armando Rodera utiliza
una prosa directa, fluida y ágil, aunque a mí me ha dado la sensación de que los
diálogos están un poco impostados. Me ha faltado naturalidad en ellos. Y otro
aspecto a comentar es en ella confluyen demasiadas tramas, que es posible que
para cualquier otro lector resulten muy interesantes, pero para mí ha sido excesivo.
Pero he de reconocer la dificultad de desarrollarlas y llevarlas ambas a buen
puerto como hace. Se nota que hay trabajo detrás. Su ritmo me ha parecido un
tanto irregular. Hay momentos en que predomina la acción y otros en los que la
novela se ralentiza bastante.
Conclusión
El aroma del miedo
no ha sido una lectura para mí. Reconozco el trabajo del autor pero sin embargo
a mí ha sido una historia que por gustos personales no he disfrutado del todo.