Título: Carta de
una desconocida
Autor: Stefan Zweig
Publicación:
Acantilado
Páginas: 72
"Sólo quiero
hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi
vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás
mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando
esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de
que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que
siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está
explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera
hasta la última hora."
Mis impresiones
Que no es necesario extenderse mucho en una novela para
conquistar y sorprender al lector es algo que me quedó claro cuando leí Mendel
el de los libros, la obra con la que conocí al escritor austriaco
Stefan Zweig. A esa obra me acerqué gracias a las buenas sensaciones que
vuestras reseñas me fueron dejando. Con Carta
de una desconocida además de ello tenía la experiencia muy positiva que me
había dejado el autor.
La novela fue escrita en 1922 y su título lo dice todo.
La historia no es más que una larga misiva que un famoso novelista recibe el
mismo día en que cumple cuarenta y un años. Pero no se trata de una carta
cualquiera porque en ella, dos docenas de carillas escritas en letra femenina y
de remitente y firma desconocidas, una mujer desconocida abre su alma y
confiesa una atribulada historia de amor.
“Mi hijo ha muerto ayer. Durante tres días y
tres noches he estado luchando con la muerte, queriendo salvar esta pequeña y
tierna vida, y durante cuarenta horas he permanecido sentada junto a su cama,
mientras la gripe agitaba su pobre cuerpo, ardiente de fiebre día y noche. Al
final he caído desplomada. Mis ojos no podían ya más, y se me cerraban sin que
yo me diera cuenta.”
Este es el comienzo y la forma en que Zweig introduce al
lector en una vorágine de sentimientos y emociones mientras lee la historia que
una mujer necesita contar. Acaba de perder a su hijo y el relato está marcado
por una profunda tristeza puesto que con él se va parte de su vida, la única
persona que le quedaba en el mundo y a la que más ha amado. La ternura de sus
palabras se mezcla con el dolor mientras regresa al momento en que fue una niña
y comienza la gran historia de amor de su vida. Esa que tanto el destinatario
de la carta como el lector va a conocer paso a paso.
La mujer habla de cómo a los trece años conocía al amor
de su vida sin que este se diera cuenta de su existencia. Las miradas en
secreto, encuentros casuales, la vigilancia y alerta continua nos hablan de un
sentimiento muy intenso que va tomando el cariz de obsesivo e irracional hasta
el punto de hacer daño, de destruir prácticamente una vida. Zweig no opta por
un melodrama cargado de azúcar más allá de lo inevitable. A pesar de todo ello
en algunos momentos creo que la historia se tambalea y roza la inverosimilitud.
Quizás es tan solo que me han faltado información para entender algunas
situaciones.
Todo en Carta a una
desconocida gira en torno al amor pero llevado al extremo. Ese sentimiento
tan poderoso que arraiga en las entrañas y que se vuelve inmenso. Pero cómo
puede uno mantener vivo un sentimiento tan intenso cuando no es correspondido,
cómo se vive el día a sabiendas de que la persona amada no es consciente de
ello y no habrá una respuesta por su parte. Porque además es un sentimiento de
tal envergadura que condiciona toda un vida, no solo la de la persona que lo
siento sino de todos aquellos que existen a su alrededor. Pero el amor sin
pedir nada a cambio ¿es un acto de generosidad o un sentimiento egoísta?
En Carta a una
desconocida nos encontramos con tan solo dos personajes, la historia no
necesita más y ni siquiera llegaremos a conocer sus nombres. Una es la persona
que ama casi con desesperación, una mujer como otra cualquiera. El otro es el
ser amado y en este caso un galán mujeriego y con poca memoria incapaz de
comprometerse con nadie. Un hombre que desea, que enamora, pero no promete nada
y luego olvida y de ello ha hecho su forma de vida. Me ha dado la sensación que
a estos dos personajes les falta fondo, conocemos sus sentimientos pero al
terminar el libro poco más sabemos de ellos. Pero es considerable el esfuerzo
de no convertirlos en víctima y verdugo, Zweig nos expone la historia y ya será
el lector el encargado de juzgar a ambos, si es que se puede o debe hacer.
La historia, salvo en un par de párrafos que la abren y
le ponen fin, está narrada en forma de misiva y por lo tanto en primera
persona. No hay división de capítulos sino que la carta abarca prácticamente
toda la extensión del libro (que apenas supera las setenta páginas). Es una
obra que bien se puede leer del tirón o profundizar en ella tanto como uno
quiera. El estilo de Stefan Zweig es muy medido y preciso de forma que
prescinde de todo tipo de detalles que puedan distraer de lo que quiere contar
o transmitir al lector. Y de esta forma consigue cierta intimidad con el mismo,
involucrándole en su historia y arrastrándole a ese mar de sentimientos.
Conclusión
Carta de una
desconocida es un intenso relato sobre un amor que supera los límites de la normalidad para llegar a un punto
peligroso. Una historia de la que, a pesar que me han faltado algunas cosillas,
he disfrutado y me ha resultado muy interesante.
