Título: Bajo
un cielo rojo sangre
Autora: Kate
Furnivall
Publicación:
Ediciones B, noviembre de 2016
Páginas: 608
Siberia, 1933. Sofia Morozova, prisionera
del campo de trabajos forzados Davinsky, sabe que debe escapar. Lo único que la
mantiene con vida a pesar del frío insoportable y el trabajo inhumano son las
historias que le relata su amiga Anna, historias cautivadoras de su infancia
como niña mimada en Petrogrado, y sobre el ardoroso amor que siente por Vasily,
un apasionado revolucionario.
Cuando Anna cae gravemente enferma, Sofia
le promete que escapará del campo e irá en busca de Vasily. Pero Rusia, que
ahora se encuentra en las poderosas garras del comunismo, ya no es el país de
la niñez de su amiga. La peligrosa búsqueda de Sofia la lleva desde fábricas
industriales hasta remotas aldeas, donde descubre una red de secretos y
mentiras, pero también coraje y lealtad. Y, lo más importante, un amor profundo
que supone una amenaza a la promesa hecha a Anna...
Bajo un
cielo rojo sangre es una impresionante novela épica, una
absorbente historia de amor, venganza y redención.
Mis impresiones
Creo que no
hace falta que diga las razones por las que este libro me llamó la atención porque
ya me conocéis suficiente y lo he dicho otras tantas veces que pocos no os
habréis enterado. El inicio del siglo XX me parece fascinante. Y creo que es
uno de los periodos históricos que más interesantes me resultan por la gran
cantidad de acontecimientos que transcurrieron en ellos. En esta ocasión me he
vuelto a transportar a esta época a través del último trabajo de Kate
Furnivall, que lleva por título Bajo un
cielo rojo sangre.
La novela
comienza en un gulag de Siberia, en Rusia, en el año 1933. Allí vive prisionera
Sofía Morozova que ha cumplido la mitad de una condena que le obligará a pasar
allí diez años de su vida. La vida en el campo es insoportable y lo único que
la alivia un poco es la compañía de Anna Fedorina, una joven que también está
allí prisionera y alegra a Sofía en algunos momentos con las historias que esta
la cuenta. Sobre todo aquellas que hacen referencia a Vasily, el amor que la
joven dejó atrás.
Pero las
fuerzas de Anna merman por momentos y cuando Sofía ve que en aquellas
condiciones su amiga no puede durar mucho tiempo más, decide escapar del campo
y buscar ayuda. De esta forma aprovecha un momento para salir del campo pero
eso no es suficiente porque por delante le quedan meses de soledad en una ardua
travesía hasta que consigue llegar a Tivil…
Bajo un cielo rojo sangre es una novela de ficción con un fondo histórico
que nos muestra una vez más el lado más cruel del ser humano. La novela no solo
nos va a hablar de los campos de trabajo ruso, que más o menos todos tenemos
alguna referencia de lo que ocurría allí, sino que además nos va a dar una
versión más general de lo que ocurría en Rusia. Me ha parecido una novela
interesante, que se lee de forma amena y que ha captado mi interés.
Las dos protagonistas
de esta historia, Sofía y Anna, se conocieron en el campo y siempre se ayudaron
en los momentos en que veían flaquear a la otra. Anna procedía de una familia
rica y aristocrática de Petrogrado. Y estaba enamorada de Vasily, un joven que
quería cambiar el mundo en el que vivía.
Sofía pertenece a un mundo completamente diferente al de Anna. En la
granja donde vivía no había el mismo glamour ni las fiestas de sociedad que
frecuentaba su compañera. A este personaje le veremos tomar complicadas
decisiones y también como algunas de ellas comprometerán una promesa. Son dos mujeres
con sus luces y sus sombras, las vemos dudar, observaremos esos momentos en que
se vienen abajo y también aquellos en los que deciden levantarse tras una caída.
Alrededor de
estas dos mujeres conoceremos al elenco de secundarios. A otras prisioneras que
viven en el campo de trabajo por un lado, en donde Anna permanece, y por otro
lado las nuevas que conocerá Sofía en Tivil, en donde es acogida por una
familia de gitanos que la acoge. Rafik y Zenia también guardan secretos como el
resto de los habitantes de esa pequeña comunidad.
La novela nos
muestra las durísimas condiciones en las que vivieron los prisioneros en los
campos de trabajo rusos. En este caso la novela nos habla del campo de Davinski,
situado en Siberia. Los cautivos soportaban allí temperaturas de frío extremas,
trabajaban muchísimas horas para conseguir una cantidad mínima de alimento,
dormían en barracas sin apenas abrigo y compartían su tiempo con las ratas que
competían por lo poco que había para comer. La higiene y la sanidad no existían
y además tenían que soportar un trato vejatorio de los guardines del campo y
del ejército.
Pero
históricamente la novela aún da más de sí porque el tema de los gulags ocupa
solo una pequeña parte. La verdad es que me ha gustado como la autora te introduce
en el término del Koljós, algo de lo
cual había leído muy poco hasta el momento. Este modelo fue adoptado por el
régimen de Stalin que expropió tierras a los grandes propietarios poniéndolas
en mano de los pequeños agricultores que afines al régimen se agrupaban en
cooperativas. De lo que producían una parte era para el estado mientras con
otra menor apenas cubrían sus necesidades.
Y en tiempos
de necesidad el ser humano saca lo peor de sí mismo. El régimen dictatorial que
presidía el país era opresivo y asfixiante para cualquier ciudadano, sobre todo
para aquellos que no eran adeptos a él. Esto facilitaba el malestar y la
desconfianza entre vecinos, las traiciones y las denuncias, algo que veremos en
esta novela a través de sus personajes. Pero también hay historias de
superación, supervivientes que se aferrarán como puedan a la vida. Historias que
nos llevan por la lealtad, la amistad y el amor.
El estilo
narrativo de la autora es cuidado, natural y sencillo. Aunque su ritmo es más
bien tranquilo la novela se lee de forma fluida por esa forma de acometer la
narración. En ella una voz en tercera persona omnisciente nos hace ver
perfectamente cada escenario e imaginar a sus personajes con mucho detalle. Mientras
nos narra el presente de sus personajes también iremos conociendo sus pasados
mediante flashbacks para que
conozcamos cómo fueron sus vidas y quienes eran. Y aunque en algunos momentos
puntuales la trama flaquea y pierde un poco de interés, la autora consigue
reconducirla para conseguir un final satisfactorio.
Conclusión
Bajo un cielo rojo sangre es una bonita historia de supervivencia,
de amor y amistad que nos muestra que el primero a veces pone a prueba al
segundo. Además está aderezada con un contexto histórico muy bien conseguido y
el cual me ha gustado conocer más a fondo.