jueves, 6 de julio de 2017

Cortejo en la catedral - Kate Douglas Wiggin



Título: Cortejo en la catedral
Autora: Kate Douglas Wiggin
Publicación: dÉpoca, junio de 2017
Páginas: 130

Katharine «Kitty» Schuyler es una pizpireta joven americana de diecinueve años que desembarca en Inglaterra junto a su anciana tía Celia para recorrer la ruta de las ciudades catedralicias más importantes.

Paseando entre vetustos montones de piedras y ciudades repletas de historia, Kitty pronto vislumbra un atractivo añadido al paisaje arquitectónico: el joven Jack Copley, americano como ella, que está realizando el mismo recorrido turístico.

En el momento del fortuito encuentro resulta evidente la mutua atracción existente entre los jóvenes, y así da comienzo una particular persecución del amor en la que Jack no solo cortejará a Kitty, sino que tendrá que ganarse la atención de su cegata tía, que no parece advertir su presencia a pesar de encontrárselo por todas partes durante el «asedio».

Mis impresiones

La última novela publicada por el sello editorial dÉpoca dentro de su colección «delicatessen» (con pastas duras, guardas ilustradas, lazo de punto de lectura) es una preciosa edición, ilustrada por Charles E. Brock y ornamentada, de Cortejo en la catedral. La novela, obra de Kate Douglas Wiggin, fue publicada originalmente en al año 1893 junto a Penelope´s English Experiences según se nos cuenta en el prefacio. Esta última obtuvo un gran éxito entre el público y la demanda hizo que se publicara de forma independientes. Sin embargo, cuando los lectores ya no pudieron hacerse con la primera se incrementó su deseó y las peticiones aparecieron. Así se optó por reeditarla con la incorporación de texto adicional.

“La tía Celia y yo estamos haciendo la ruta de las ciudades catedralicias inglesas. La tía Celia anhela intensamente cultivar mi mente. Mientras abandonábamos Cedarhurst papá le dijo que ni por todo el oro del mundo desearía que la perfeccionase demasiado, ante lo que cual la tía Celia observó que, hasta donde ella podía juzgar, no existía ningún peligro inmediato.”

Katherine Schuyler (Kitty) es una joven americana de diecinueve años que se ha embarcado en un viaje cultural por Inglaterra con su tía Celia. El objetivo del mismo es visitar las catedrales recomendadas por un cura que es quien también ha planificado la ruta que deben seguir. Aunque a la joven le gustaría hacer otro tipo de turismo acepta las visitas catedralicias con paciencia. Pero Cuando se encuentran en la de Winchester aparece un joven arquitecto llamado Jack Copley que también es americano. Este se queda prendado inmediatamente de la belleza de la joven e intenta acercarse a la tía y la sobrina. Sin embargo mientras en Kitty comienzan a aparecer ciertos sentimientos, la tía Celia no se percata de la presencia del joven.

Cortejo en la catedral es una novelita corta que se puede leer del tirón por su extensión y porque resulta encantadora. Nos cuenta la historia de un romance en tono de comedia en el que un joven intentará desesperadamente tomar contacto con su objeto de deseo. Así cambiará el viaje que tenía planificado y seguirá a las dos mujeres desde Winchester, que es donde se conocen, a Salisbury, Bath, Gloucester, Oxford, Ely, Peterborough, Lincoln, York, Durham, Canterbury y Chester. Estos son los nombres de los lugares que las dos mujeres irán visitando conociendo las catedrales y a donde también llevarán al lector.


Nos encontramos a finales del siglo XIX, momento en que una joven decente y de buena familia debía llevar siempre carabina. Y en este caso la cegata tía Celia, que no se da cuenta de las apariciones del joven Copley, es perfecta para que la pareja pueda conocerse e ir acercándose poco a poco.  Aunque no es una novela costumbrista (su extensión no da para ello) si podemos percibir algunas pinceladas de la forma en que se vivían y cuajaban esas relaciones amorosas. No había oportunidad para estar a solas ni se podían hacer declaraciones abiertamente porque la clase burguesa estaba sometida a rígidas normas sociales de las que no podían salirse sin provocar un escándalo.

A Kitty más que las catedrales inglesas parece interesarle más el exotismo que presentan esos enclaves ingleses que va conociendo por mucho que su tía se empeñe en que anote en su diario los datos de los edificios que visitan. Los nombres tan curiosos de los lugares, las costumbres británicas tan diferentes, incluso algunas de las comidas que en América no se ven (Kitty tiene probar de una vez por todas eso que llaman limonada, que ella piensa que es un postre) despiertan su curiosidad y le resultan muy excitantes. Jack Copley, todo un caballero además de artista, es todo un ejemplo de constancia y tesón dispuesto a seguir a las dos damas adonde quiera que vayan. Está enamorado y no va a desistir en su empresa de presentarse a tía Celia y poder cortejar a Kitty como es debido. Pero Celia está demasiado centrada en sus asuntos y no se da cuenta de los esfuerzos del joven.


Es una novela divertida y amena en la que vamos viendo las anotaciones en sus diarios que los protagonistas del romance van haciendo. Nos hablan de sus diferentes encuentros con sus propias perspectivas que dan mucho juego a la autora. Así conocemos lo que piensan en primera persona con algunas anotaciones de los lugares que visitan.  La narración tiene un punto irónico que he disfrutado mucho con diálogos desenfados a los que se puede sacar mucho partido. En la novela no solo tendrán cierto protagonismo las catedrales o lugares muy pintorescos que van visitando sino que hay muchas referencias a la literatura o la música del momento. En especial nos vamos a encontrar ciertas alusiones a Jane Austen y su novela Persuasión (que por cierto también podéis encontrar publicada en dÉpoca) y que os recomiendo.

Conclusión

Cortejo en la catedral es una nouvelle divertida, amable, amena y desenfada que nos invita a viajar por algunos enclaves de Inglaterra a finales del siglo XIX y que nos habla de una historia de amor que tendrá que superar ciertos obstáculos. Pero ¿Conseguirá el protagonista llegar a la joven?