Título: El ruiseñor
Autora: Kristin Hannah
Publicación:
Suma de letras, febrero de 2016
Páginas: 576
Francia, 1939. En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su
marido, Antoine, que debe marchar al frente. Ella no cree que los nazis vayan a
invadir Francia, pero lo hacen, con batallones de soldados marchando por las
calles, con caravanas de camiones y tanques, con aviones que llenan los cielos
y lanzan bombas sobre los inocentes. Cuando un capitán alemán requisa la casa
de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a
perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar
decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir.
La hermana de Vianne, Isabelle, es una joven
rebelde de dieciocho años que busca un propósito para su vida con toda la
temeraria pasión de la juventud. Mientras miles de parisinos escapan de la
ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, Isabelle se encuentra con
Gaëton, un partisano que cree que los franceses pueden luchar contra los nazis
desde dentro de Francia. Isabelle se enamora completamente pero, tras sentirse
traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar
atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar a otros.
Mis impresiones
El ruiseñor es una de esas novelas que te entran directamente
por los ojos, con una portada absolutamente maravillosa, sencilla pero muy
cuidada en detalles y una historia que a los que nos sentimos atraídos por la
II Guerra Mundial nos resultará imprescindible. La novela viene precedida de un
gran éxito comercial en Estados Unidos habiendo vendido más de un millón y
medio de ejemplares y manteniéndose más de cincuenta semanas en el top de
ventas.
“Si algo he aprendido en mi larga vida es esto: en el amor descubrimos
quienes queremos ser; en la guerra descubrimos quienes somos. Los jóvenes de
hoy quieren saberlo todo del mundo. Creen que hablando de un problema lo resolverán.
Yo procedo de una generación más reservada. Comprendemos el valor de olvidar,
el aliciente de reinventarnos”
La historia
comienza en Francia en 1939 y gira entorno a las vivencias de dos hermanas en
el momento en que Francia está a punto de ser ocupada por el ejército nazi.
Vianne Mauriac vive con su marido Antoine y su hija Sophie en un pequeño pueblo
llamado Carriveau en el valle del Loira. A pesar de que las noticias indican la
ocupación inmediata ellos confían en que el ejército alemán nunca llegará al
país. Pero poco después Antoine es llamado a filas y Vianne se encuentra con
los soldados entrando en el pueblo y controlando cada uno de sus actos. Incluso
un alemán se instala en su propia casa. Sola y atemorizada tendrá que enfrentarse
a esta situación.
Por otro
lado conocemos a Isabelle una joven que ha pasado su vida de colegio en colegio
por su rebeldía. A sus dieciocho años no tiene raíces y siente que su familia
no la quiere pero tiene las ideas muy claras y muy pronto es consciente de que
hay que luchar contra los alemanes para expulsarlos.
Este es el
punto de partida de una historia que me ha encandilado por completo a través de
la vivencia de dos hermanas con diferentes caracteres que se enfrentan a una
misma situación de distinta manera pero al final con el mismo objetivo. La
supervivencia es el afán que les mueve y la historia es muy emotiva. Me ha
gustado mucho el contraste ente las dos aptitudes y me han llevado a
reflexionar en la forma en que cada uno afrontamos las cosas y nos protegemos a
nosotros mismos.
Aunque
existen más personajes, en El ruiseñor
destacan fundamentalmente las dos hermanas, Isabelle y Vianne. Si tengo que decir
que en principio me convenció el arrojo, la rebeldía y la fuerza de Isabelle
con el transcurso de la historia Vianne es un personaje que me llegó a
conquistar profundamente. Y es que estos dos caracteres suyos nos muestran dos
formas de enfrentarse a la guerra. Las dos muchachas han crecido sin padres,
puesto que cuando su madre murió su padre se deshizo de ellas en cuanto pudo
incapaz de superar la soledad. Las dejó prácticamente abandonadas al cuidado de
otra persona y él se marchó a Paris.
Vianne
encontró en Antoine al hombre de su vida y se convirtió en un ama de casa al
cuidado de su hija. Y este es el principal motor que la mueve, proteger a
Sophie. Así que cuando un oficial nazi se instala en su casa ella acepta las
circunstancias y se somete sumisa a lo que le obligan a aguantar. Es prudente,
practica, temerosa y con un gran sentido de la realidad. Aun así irá
evolucionando y arriesgando cada vez más cuando se da cuenta de que el futuro
de Francia también puede estar en sus manos.
Isabelle, en
cambio, siempre ha sido una niña rebelde, incorregible y expulsada de varios
colegios no tiene marcado un rumbo en la vida. Aunque cuando Alemania entra en
el país inmediatamente decide colaborar con la Resistencia y aportar su granito
de arena. No quiere quedarse de brazos cruzados e incluso pondrá su vida en
juego para colaborar con la causa. Son dos personajes que me han gustado
muchísimo y me han parecido muy humanos porque la autora los construye con
mucho detalle y un fuerte componente emocional. Además de ver estas aptitudes
conoceremos los conflictos familiares que hay entre ellos, porque se han ido
abandonando los unos a los otros durante toda su vida.
La novela
está narrada de forma cálida y cercana atrapando al lector entre sus páginas.
Aunque el grueso de la novela se desarrolla entre 1939 y 1944, cuando Francia
vuelve a ser libre, hay algunos capítulos que se sitúan en el año 1995 y son
narrados por una de las hermanas, aunque no sabremos realmente quien es hasta
el final de la historia.
Quizás El ruiseñor no nos descubra nada nuevo
en referencia a la historia, a lo que ocurrió durante la ocupación francesa
para los que hemos leído otras muchas novelas sobre el tema. Pero sí que lo
aborda de una forma fresca y nos da un nuevo punto de vista, sobre todo basándose
en las relaciones humanas, los comportamientos y las reacciones con las que
cada uno respondemos en momentos determinados haciéndote incluso reflexionar. Su
desenlace es tan emotivo que te deja con un nudo en la garganta.
Conclusión
A estas
alturas creo que es evidente que El
ruiseñor es una lectura que me ha gustado mucho, que me ha emocionado y que
por supuesto os recomiendo. La historia de dos hermanas luchando por sobrevivir
cada una a su manera.