Título: El cazador de la oscuridad
Autor: Donato Carrisi
Publicación: Duomo, enero de 2016
Páginas: 477
EN UNA ROMA MUY INQUIETANTE, UN HOMBRE
INVESTIGA LOS MISTERIOS Y LOS CRÍMENES SIN RESOLVER. BUSCA LAS
ANOMALÍAS PERO SOBRE TODO INTENTA DESCUBRIR SU PROPIA IDENTIDAD.
Sus
investigaciones le llevan al lugar donde se custodian los pecados más abominables cometidos
por la humanidad. Es el mayor archivo sobre el mal. El secreto más oculto del Vaticano.
por la humanidad. Es el mayor archivo sobre el mal. El secreto más oculto del Vaticano.
Marcus
es sacerdote y tiene un don: detecta el mal que anida en las personas.
Sandra es
fotógrafa
de la policía. Y también tiene un don: puede hacer visible lo
invisible. Ahora ambos han unido sus talentos para atrapar a un asesino
abominable: alguien que sólo escoge como víctimas a parejas jóvenes.
La
investigación de los crímenes les lleva al Vaticano, al archivo donde se
atesoran los mayores crímenes de la humanidad. Un inventario del mal
absoluto. Un lugar siniestro donde todo es oscuridad. Con un ritmo
vertiginoso, Carrisi teje una historia en la que el lector libra la misma
lucha que Marcus y se enfrenta a los mismos enigmas que
intenta descifrar Sandra, sintiendo las mismas esperanzas y el mismo
miedo hasta la última línea.
Mis
impresiones
A Donato Carrisi le conocí con La
hipótesis del mal, una novela que me sorprendió y me gustó por su trama tan
oscura y completamente adictiva. Y no solo por los misterios que escondía la
historia sino también por la gran velocidad a la que todo sucedía. Tras conocer
al autor ya llevaba una idea preconcebida de lo que iba a encontrar o al menos
sabía lo que esperar de El cazador de la
oscuridad, publicada por Duomo, y la cual ha cumplido mis expectativas. Esta
novela forma parte de una nueva serie que comienza con el título El tribunal de las almas. Aun así son
dos casos diferentes con resoluciones independientes que se pueden leer por
separado aunque comparten sus dos protagonistas de modo que nos encontraremos
en esta algunas referencias a su pasado.
“Venimos al mundo y morimos
olvidando.
Lo mismo le había sucedido
a él. Había nacido por segunda vez, pero antes tuvo que morir. El precio era
olvidar quién había sido.”
Marcus es un sacerdote penitenciario que
tiene un don especial. Es capaz de ver y detectar el mal en las personas. Por
esta razón es llamado al Vaticano cuando aparece un cadáver de una monja
salvajemente mutilado en una zona muy vigilada y de difícil acceso para cualquier
persona. Su misión será encontrar al culpable sin que la policía se vea
implicada.
Sandra Vega es una fotógrafa forense de
la policía, un trabajo que cada vez le cuesta más hacer. Su vida está llena de
imágenes de cadáveres a los que debe capturar con su cámara cada detalle antes
de que la escena del crimen pueda ser contaminada para dejar constancia de los
hechos y poder aportar la información de forma rigurosa.
Mientras en Roma aparece un cadáver tras
otro, Sandra y Marcus deberán unir sus fuerzas para encontrar al culpable de
que sus calles se estén llenando con la sangre de parejas, poniendo especial énfasis
en hacer sufrir a las mujeres, al que han terminado por llamar “El Monstruo de
Roma”
El
cazador de la oscuridad es un thriller oscuro, de
ritmo trepidante que con mucha intriga te atrapa desde la primera página hasta
el final. La novela no da tregua y ya desde el principio comienzan a pasar
cosas y te introduce en la historia. Todo gira alrededor del mal, de un monstruo
que anda suelto recorriendo los lugares más solitarios de Roma.
Los dos protagonistas de la historia me
han resultado originales dejando de lado los investigadores imbuidos en los
típicos clichés y que se comportan siempre de la misma manera. Marscus es un sacerdote
que pertenece a una orden de la que quedan muy pocos individuos. Lo que le hace
especial es que es capaz de ver el mal en las personas y así es capaz de luchar
contra este. Es un personaje que está rodeado de misterio incluso para él mismo
ya que su pasado queda entre las sombras. Al principio de la novela sabemos que
ha estado un tiempo en coma y cuando despertó había olvidado quien era. Y tuvo
que empezar desde cero gracias a la ayuda de otro sacerdote que le instruye de
nuevo en su don.
Sandra en cambio es un personaje que me
ha resultado muy real por sus emociones y pensamientos. Trabaja de forma
concienzuda y tiene cierta sensibilidad ante su trabajo además de un gran
sentido moral. Como ya he dicho no representa ningún cliché del género e iremos
conociendo un pasado complicado. Sandra y Marcus ya tienen una historia común
que les unió de forma especial tiempo atrás y que imagino se contará en el
libro anterior. A parte de estas dos figuras hay muchísimos otros personajes
que de forma secundaria tienen diferentes papeles en la novela.
Una buenísima razón adicional para leer
la novela es su excelente ambientación mostrándonos Carrisi la cuidad de Roma
como un lugar lleno de rincones oscuros y misteriosos en donde el peligro
acecha en cualquier lado. Quizás la última imagen que nos viene a la cabeza
cuando pensamos en esta idílica y romántica ciudad. Hay muchas descripciones
precisas sobre sus monumentos o lugares. Además aprovecha para contarnos
algunas leyendas muy curiosas sobre Roma y sobre el Vaticano, el estado
soberano más pequeño del mundo que está en el centro de Roma ocupando medio kilómetro
cuadrado pero que representa un enigma para toda la humanidad. La verdad es que
me ha resultado muy interesante todo lo que nos cuenta acerca de la orden de la
Penitenciaria Apostólica que existe en realidad y de la que nunca había escuchado
hablar.
Tal y como ocurría en La hipótesis del
mal, Donato Carrisi encara el bien contra
el mal. Dos posiciones enfrentadas pero íntimamente unidas. No es tan difícil
traspasar la frontera que las separa e incluso para hacer el bien algunas veces
hay que hacerlo a través del mal.
Donato Carrisi aún habiendo construido
una historia compleja donde se mezclan muchísimos elementos como una
investigación criminal, conspiraciones, la presencia del mal y un toque
sobrenatural le facilita al lector tremendamente su lectura. El narrador es una
voz en tercera persona omnisciente que focalizará mediante capítulos la acción
en Sandra o Marcos o en ambos a la vez. Un ritmo rápido, sencillo pero sin
dejar atrás ni un detalle hace que el lector disfrute muchísimo con esta
historia. Además nos iremos encontrando muchos giros que darán la vuelta a la
historia y que nos llevarán por caminos que como lector no habías podido
predecir. Además su desenlace final en
el que todo queda resuelto con coherencia nos dejará completamente
sorprendidos.
Como último dato me gustaría contaros
que al terminar la novela hay una interesante conversación con el autor que nos
descubre cómo se documentó para elaborar la novela.
Conclusión
El
cazador de la oscuridad es una novela imprevisible
y de ritmo rápido que te atrapa irremediablemente entre sus páginas. Además
cuenta con una protagonista excepcional: la ciudad de Roma es su faceta más
misteriosa y oscura.