Título: La señora
Stendhal
Autor: Rafel
Nadal
Publicación:
Destino, junio de 2017
Páginas: 282
Cuando el último
día de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en
la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al
de la señora Stendhal, que lo criará cómo si fuera hijo suyo. La fuerza de la
madre adoptiva, la rebeldía del joven Dani y la sabiduría del abuelo Dídac
acompañarán la mirada inocente del niño por un paisaje cargado de emociones y
promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos
a saldar cuentas. Después del éxito internacional de La
maldición de los Palmisano,
Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra más madura; una novela, entre
realidad y ficción, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino
y la libertad individual.
Mis impresiones
A Rafel Nadal lo conocí con su novela anterior titulada La maldición de los Palmisano, que fue
una saga familiar ambientada en Italia que disfruté ampliamente. Su última
publicación representa una historia completamente diferente aunque conserva
muchas de las características que me encantaron en la anterior.
“En el pueblo, los mandamientos de la ley de
Dios eran dos: Sabater y Ros. Antonio Sabater y Pere Ros, los dos grandes
terratenientes de la comarca, eran propietarios de la mitad de las tierras, se
alternaban en la alcaldía, aplicaban las leyes a su conveniencia y se aseguraban
el control del pueblo.”
La historia comienza en Girona en 1990, cuando el
narrador de esta historia se refugia de un diluvio en una librería del barrio
antiguo. Allí encuentra una antigua postal que le hace rememorar el pasado. La
primera persona que le viene la mente es la señora Stendhal.
De esta forma retrocedemos en el tiempo hasta pocos años
después de finalizar la Guerra Civil. El último día de la contienda fue el
mismo en que murió la madre de un muchacho llamado Lluc que queda huérfano y
pasa a vivir con la señora Stendhal, con su hijo adolescente Dani y con el
abuelo Dídac. Esta familia representa al bando de los vencidos y el abuelo ha
podido bajar de los montes en donde se tuvo que refugiar tras la caída de la
república pero las cosas aún no están demasiado en calma. Vencedores y vencidos
seguirán siendo enemigos y aún tienen muchas cuentas que saldar.
Y así veremos como transcurre la vida en esa época desde
la perspectiva de un niño que ha perdido a su madre y que es acogido por otra
familia que le trata como si fuera la suya propia. Pero es una familia que ha
perdido la guerra y que tienen que sufrir el autoritarismo y el abuso de poder
del bando franquista. Desde la casa de la carretera de los árboles en la que
viven van viendo pasar la vida y comprobando que nada ha terminado aún. Porque el
odio sigue vigente. Porque la guerra ha terminado pero no hay paz para nadie.
Rafel Nadal consigue ambientar muy bien la novela y que
comprendamos perfectamente el ambiente de represión que se vivía en los años
cuarenta en España. En un pequeño pueblo de Cataluña dos hombres se hacen con
el poder y manejan a su antojo a todo el pueblo imponiendo sus ideas e incluso robándoles
lo que les pertenece. Una ambientación perfecta que permite que se evidencien estas relaciones
entre ideologías contrarios. Al ser un lugar tan pequeño era inevitable saber
en qué lado había luchado cada uno y es algo que se recordaría durante
años.
Pero más a allá de bandos creo que con mucho acierto Rafel
Nadal consigue eliminar ciertos estereotipos de unos y otros rompiendo algunos
clichés que nos vendrían de momento a la cabeza aunque nos ponga de lado de una
familia republicana. Claro que para ello utiliza los personajes dotándoles de
ideales propios y sobre todo más humanos que políticos. Nos habla de justicia,
de deseo de venganza, de la ambición y las ansias de poder. Pero lo más importante
es que nos enseñan que las cosas pueden tener una apariencia diferente a lo que
realmente son. Iremos conociendo secretos y mentiras que cambian la vida de sus
personajes
La señora Stendhal
está narrada por Lluc, su protagonista, que al comienzo es solo un niño
inocente que ve que suceden cosas que no comprende muy bien a su alrededor. Ve
los silencios de la que ahora le trata como un hijo o la mirada perdida del
abuelo cuando reciben ciertas visitas y sin embargo no les encuentra explicación.
Poco a poco veremos como el niño crece, como abre los ojos y como decide lanzarse
al mundo e intentar librar su propia guerra. Sin embargo con el tiempo y
ciertos actos comprenderá cosas muy importantes, algunas sobre su familia,
representando una lección de vida que no podrá olvidar.
En tiempos de guerra los hombres salían a luchar y las
mujeres se quedaban en casa luchando de otra forma. Contra la guerra, contra el
miedo y el hambre con sus hijos a cuestas y el enemigo al lado. Después muchos
hombres subieron a los montes y ellas tuvieron que seguir pagando las consecuencias.
Un buen ejemplo es la señora Stendhal, la que da nombre a la novela. Una mujer
que se queda sola con su hijo aunque más tarde podrá recuperar a su padre. También
una mujer que acoge a Lluc con todo el cariño del mundo tratándole como a un
hijo más. Otros personajes más son el abuelo Dídac, cuyo comportamiento es más
moderado y al margen de lo que los demás representan. Se ha resignado a callar
y guardarse el dolor, la rabia y la impotencia o el joven Dani, que aún cree
que algo puede cambiar en el mundo y se caracteriza por su rebeldía.
Aunque pueda parecer que la historia ya la hemos visto
otras veces, que es más lo mismo a mí su desarrollo me ha sorprendido, sobre
todo el último tercio de la novela en el que pasan cosas inesperadas y que dan
un poco la vuelta a las cosas. Matiza y suaviza muchos de las cosas que hemos leído
y pensado.
Me gusta la forma que tiene Rafel Nadal de abordar y
contar sus historias. Con naturalidad, sencillez y prescindiendo de florituras innecesarias
creo que es capaz de llegar al lector. Una novela donde los silencios deben ser
rellenados por el autor porque en ocasiones son tan significativos como las
palabras. Y a veces estas llevan por mentiras o secretos que cambian las
perspectivas de las cosas.
Conclusión
La señora Stendhal
es un buen retrato de una época difícil para muchos hombres y mujeres a los que
les tocó vivirla visto desde la perspectiva de un niño y su transición a adulto.
Una novela de emociones contenidas que se lee a gusto, que nos presentan unos
personajes interesantes y una trama que va a más y que sorprende en algunos
momentos.