Título: Como fuego en el hielo
Autora: Luz Gabás
Publicación: Planeta, febrero de 2017
Páginas: 557
El fatídico día en
el que Attua tuvo que ocupar el lugar de su padre supo que su prometedor futuro
se había truncado. Ahora debía regentar las termas que habían sido el sustento
de su familia, en una tierra fronteriza a la que él nunca hubiera elegido
regresar. Junto al suyo, también se frustró el deseo de Cristela, quien
anhelaba una vida a su lado y, además, alejarse de su insoportable rutina en un
entorno hostil. Un nuevo revés del destino pondrá a prueba el irrefrenable amor
entre ellos; y así, entre malentendidos y obligaciones, decisiones y
obsesiones, traiciones y lealtades, Luz Gabás teje una bella historia de amor,
honor y superación.
Los convulsos años
de mediados del siglo xix, entre guerras carlistas y revoluciones; la
construcción de un sueño en las indomables montañas que separan Francia y
España; y una historia de amor que traspasa todas las barreras. Una novela
escrita con el apasionante pulso narrativo de la autora de Palmeras
en la nieve.
Mis impresiones
De Luz Gabás me gustaron mucho Palmeras en la nieve, cuyo éxito fue considerable con incluso una
adaptación al cine, y Regreso a tu piel,
que fue segundo trabajo y con el que volvió a ganarse al público. No es raro
que en cuanto vi que se publicaba Como
hielo en el fuego quisiera leerla inmediatamente. Y os adelanto que la
novela me ha gustado muchísimo. Quizás incluso más que las anteriores.
Attua es un joven que estudia en Madrid para ser
ingeniero y allí es donde pretender instalarse en un futuro con Cristela, la joven
de la que está enamorado, cuando consiga un trabajo con el que formar una
familia y alejarse de las duras condiciones de vida de su tierra natal. Sin
embargo, cuando su padre es asesinado violentamente no le queda más remedio que
hacerse cargo del negocio familiar para impedir que su madre y hermana se
queden desamparadas. Así abandona definitivamente la capital y se muda al
pequeño Albort (un pueblo situado en los Pirineos junto la frontera con
Francia) en donde tendrá que encontrar la manera de hacer rentables las termas
de las que han vivido sin muchos lujos toda su vida.
No será este el único varapalo que le va a dar el destino
cuando un terrible acontecimiento le separe definitivamente de Cristela, una
joven huérfana que tiene que soportar el carácter endiablado de su padrastro y
trabajar en la taberna que este tiene en Albort.
Este el punto de partida de Como fuego en el hielo, una novela increíble que por un lado nos
narra en una vibrante historia de amor que se mezcla con otras muchas subtramas
que nos llevarán a vivir traiciones, redecillas entre vecinos, envidia,
ambición, etc... Por otro lado tampoco se puede obviar un fondo histórico
perfectamente recreado y contextualizado dentro de la historia con unos
escenarios que la complementan a la perfección. Ya desde el primer momento Luz
Gabás te atrapa con una escena en la que vemos cómo se desarrolla un duelo de
honor entre dos hombres. Uno de ellos caerá muerto y marcará el futuro de otros
dos personajes que asisten al mismo. Veremos las consecuencias inmediatas y las
que tendrán años más tarde.
Creo que Como fuego
en el hielo tiene muchísimos personajes interesantes pero sin duda ha sido
Cristela el personaje que me ha cautivado por completo. Una muchacha huérfana
que trabaja duramente y sueña con ser escritora y tener una vida mejor. Me ha
gustado su carácter fuerte y decido. Sin embargo, Attua, el otro protagonista
de la novela es débil y será incapaz de luchar por ella, por ese amor inmenso
que sienten, lo que les llevará a separarse. Y aunque es un personaje que me ha
despertado sentimientos contradictorios, como lástima en ocasiones o a veces la
incomprensión, me ha parecido que traspasaba el papel de la misma manera que lo
hacía Cristela.
Los secundarios también resultan inolvidables. Matías,
Aurore, Davina, Shelton (que se ha ganado mi corazón por completo), Belisa… dibujados
con luces y sombras y muchos matices de forma que es difícil encasillarlos en
el papel de santos o villanos. Son los personajes que más me gustan, capaces de
actuar por sus convicciones o por las circunstancias sin encasillarse. Todos se
equivocan, cometen errores y tienen que pagar su precio o son víctimas de los
demás.
La novela comienza en 1843, un momento en que España se
enfrentaba en dos bandos. La primera Guerra carlista ya había terminado y sin
embargo seguían las revueltas, los ataques y las insurrecciones generando un
ambiente de inestabilidad política y social. A Albort, la pequeña aldea ficticia
donde se desarrolla la historia, no había llegado la guerra y sin embargo la
hacían sus vecinos quienes no dudan en organizar complots, enfrentarse o
traicionar a los demás. Este contexto está cuidado al máximo y perfectamente
hilado a la historia.
Además las descripciones de los parajes donde se
desarrolla la historia son jugosas y te hacen imaginarte perfectamente esas montañas
blancas donde la vida debía ser muy dura ya sea a este lado de la frontera o en
algunos pueblos del sur de Francia donde se desarrolla parte de la historia. Luz
Gabás aprovecha también sus personajes para hablarnos de esos primeros turistas
que buscaban en el agua la curación de sus males. En la novela Attua tendrá que
quedarse con el deslavazado negocio de las termas de la familia pero también
veremos como por ejemplo las de Luchón habían evolucionado muchísimo en confort
y atractivo.
Luz Gabás ha construido una gran novela de esas que te
sumerges por completo en ella y tardas tiempo en olvidar. Nos lleva por ella
con un estilo cercano y envolvente, con mucha fluidez pero además con una gran
capacidad de hacer al lector sentirse dentro del relato. Así mismo hay escenas
muy emocionantes que hacen que no puedas soltar el libro y que te dejan con el
corazón en un puño. Además la novela no tiene ni un solo momento en que decaiga
su historia manteniendo un buen ritmo desde el inicio hasta el fin y
presentando siempre diversos atractivos para el lector.
Conclusión
Como hielo en el fuego
es una montaña rusa de emociones que nos narra una vibrante e intensa historia
de amor. Además Luz Gabás es capaz de atrapar y hacer viajar al lector a donde
quiera que lo hagan su personajes. Una novela que recomiendo a todo el mundo y
que sé que se va a quedar dentro de mí durante mucho tiempo.