A Mónica Rouanet la conocí con su novela anteriormente
publicada que es Donde
las calles no tienen nombre. Me dejó muy buen sabor de boca por la intriga
que contenía la historia, la temática familiar alrededor de la cual giraba el
suspense y la forma en que estaba narrada. Todo ello hacía que fuese una novela
muy entretenida. Pero hoy os voy a hablar de su último trabajo.
Amparo vive en un pequeño pueblo de la Albufera, en donde
también ha heredado una barraca de su familia. Es una mujer que se ha
acostumbrado a la soledad ya que su marido se ahogó en el mar hace un año
aproximadamente. Bueno eso es lo que ella quiere creer. Nunca encontraron el
cadáver –solo su barca con restos de sangre- y las malas lenguas dicen que la
abandonó.
Cuando su único hijo Toñete, que está en Inglaterra, le
hace una llamada telefónica de socorro, Amparo no duda en coger el primer avión
e ir en su busca a pesar de que no es una mujer con mucha experiencia en la
vida. Allí no encontrará ni rastro de su hijo y se embarcará en una historia
muy oscura en la que llegará un momento que no sabrá quién miente y quien dice
la verdad.
De nuevo la autora opta por una historia de intriga y
suspense donde los temas familiares se entremezclan con otros de mayor calado y
mayor gravedad. La novela tiene una trama enrevesada, en la que nosotros, los
lectores, al igual que su protagonista nos encontraremos dudas, más de una sorpresa
inesperada con algún giro argumental que cambiará el curso de los acontecimientos.
La primera parte de la novela me ha gustado mucho. Creo
que la autora sabe encontrar un buen equilibrio entre la parte emocional de
Amparo y la parte en la cual investiga. Son muchos los interrogantes que van
pasando por su mente. El que más le preocupa es el paradero de su hijo Toñete
pero pronto descubre que su desaparición podría tener que ver con un hombre que
llegó al pueblo poco antes de la desaparición de su marido y con el que se le
ha relacionado. Con esto y otras cosas, la cosa se complica muchísimo.
Si yo os hablara de todo, todo lo que sucede en la novela
también os resultaría raro lo que voy a confesar a continuación. Y es que a pesar
de esa primera parte la segunda mitad de la novela comienza a flojear. No lo puedo
achacar a nada en concreto pero lo cierto es que la historia me ha parecido que
decaía un poco y que le faltaba fuerza. La trama sigue siendo buena pero quizás
la autora falle de algún modo en la ejecución o planteamiento de la misma.
Y no es por falta de agilidad. Porque tiene ritmo. Tiene agilidad
narrativa. Monica Rouanet además tiene un estilo que atrapa al lector, que le
hace sentir cómodo y a gusto entre sus páginas.
Es Amparo quien en primera persona nos narre tanto sus
emociones como lo que va descubriendo y las circunstancias que le rodean. Yo
creo que cualquiera en su lugar hubiese hecho lo mismo. Poco a poco iremos
conociéndola. Su historia habla de una mujer que no ha tenido una vida
demasiado feliz. Nunca ha encajado completamente en ningún lugar. Sus padres
probaron fortuna en Suecia y en España también se sintió una inadaptada. Me ha
gustado mucho como nos cuenta la historia con Antonio, su marido (un personaje
que me ha parecido interesante y del que incluso me hubiese gustado saber más),
hasta el momento en que desapareció. Al mismo tiempo nos creará dudas yo creo
que razonables.
Otro personaje que no sabremos muy bien donde colocar es
Conrad, a quien Amparo conoce en el camping del sur de Inglaterra en el que se
alojará. Es un británico de las pocas personas que está dispuesta a ayudar a
Amparo. Su historia personal es trágica y algo confusa. Hace unos meses que
murió su mujer y parecen existir diferentes versiones del accidente.
Con este y otros personajes exploraremos diferentes temas
que aborda la novela siendo la clave la familia y el amor. Porque ¿Qué no
haríamos cualquiera de nosotros por amor? Pero ¿Qué hace uno cuando descubre
algo que no quiere? En un segundo plano queda el desarraigo, los problemas
comunes a todo el mundo independientemente del lugar donde viva, la diferencia
entre ricos y pobres o como juzgamos a los demás sin conocerlos y reinventaos
sus historias porque la realidad nos parece simple.
En definitiva Despiertame cuando acabe septiembre es una novela
de fácil lectura, intrigas, una parte emocional cuya lectura no ha estado nada
mal pero a la que le ha faltado algo a pesar de que no puedo decir nada negativo
de ella.