Este libro nos narra la vida del propio autor, Francis McCourt. Nació en Brooklyn en 1930 aunque toda la familia, sus padres y sus tres hermanos, Malachy, Oliver y Eugene, debido a sus condiciones precarias en Estados Unidos y la muerte de la pequeña Margaret con tan solo unos meses de vida se muda a Limerick en Irlanda, su tierra natal, cuando Frank cuenta con cuatro años.
Allí sus circunstancias no mejoran y siguen viviendo en unas condiciones
miserables y necesitados de la caridad para poder comer. Su padre era alcohólico y cuando conseguía algún trabajo terminaba en una taberna bebiéndose el dinero con que la familia debía alimentarse. Poco después terminaban echándole. La madre está constantemente embarazada y los niños apenas sobreviven unos pocos años. Viven en un desolador callejón donde la casa está permanentemente inundada de agua y al lado de un retrete en el que toda la calle vierte sus
deposiciones.
miserables y necesitados de la caridad para poder comer. Su padre era alcohólico y cuando conseguía algún trabajo terminaba en una taberna bebiéndose el dinero con que la familia debía alimentarse. Poco después terminaban echándole. La madre está constantemente embarazada y los niños apenas sobreviven unos pocos años. Viven en un desolador callejón donde la casa está permanentemente inundada de agua y al lado de un retrete en el que toda la calle vierte sus
deposiciones.
Con el estomago vacio y sin nada que comer, la ropa mojada, y una cama llena de pulgas los niños tendrán que aprender a buscarse la vida para sobrevivir a los duros tiempos que corren. No importa si hay que robar o pedir, hay que salir hacia delante de cualquier manera.
Mi opinión
Leí hace bastantes años esta novela y me ha decepcionado un poco la segunda lectura. Recordaba esta historia mucho más entretenida de lo que esta vez me ha parecido. Supongo que lo más llamativo es lo impactante que resultan las vivencias de esta familia en la más absoluta miseria. El alimentarse a base de pan y té, el tener que dormir toda la familia en la misma cama con un colchón lleno de pulgas, el tener que robar para comer o ver como mueren los hijos uno a uno es muy triste.
Con un padre alcohólico a quien no le duran apenas los trabajos pero que a pesar de todo recuerda con cariño y con quien también pasó buenos momentos, y la figura ensalzada de una madre que soporta estoicamente y perdona todos los vaivenes de su marido.
Pero una vez superada toda la sorpresa inicial queda una novela de escasa
calidad literaria y algo pesada en ocasiones. Ya sé que es una novela que se ha puesto por las nubes, que ha vendido millones de ejemplares y que tiene unas críticas muy positivas pero a mí esto me dice poco.
calidad literaria y algo pesada en ocasiones. Ya sé que es una novela que se ha puesto por las nubes, que ha vendido millones de ejemplares y que tiene unas críticas muy positivas pero a mí esto me dice poco.
No digo que la historia no merezca la pena, porque si lo hace. Los primeros capítulos logró interesarme y engancharme como la primera vez (que curiosamente es lo que más recordaba) pero más o menos a mitad de la novela estaba cansada ya de los personajes y las historias me parecían repetitivas. Sucede que el autor está bombardeando constantemente con historias negativas. Nos repite una y otra vez lo que comen, que el padre se ha bebido el sueldo y otras tantas cosas.
Una de las cosas que más conseguida está en la novela es que consigue adaptarse perfectamente la voz de un niño. Al ser una voz infantil, va directo al grano sin regodearse en los asuntos más dramáticos. El mayor énfasis le pone en cuando le regañan o cuando los niños del colegio se ríen de él a pesar de todo lo que tiene encima. Las cosas más importantes para un niño de su edad. Y como niño su visión de lo que sucede es mucho más simple que si lo hubiese narrado con su voz de adulto. Con sus conclusiones sobre lo que está pasando a veces descabelladas y otras simples y llanas.
El que sea una biografía llama la atención porque se supone que todo eso es lo que pasó realmente a la familia. Y digo se supone porque han salido muchas voces asegurando que Fran McCourt ha exagerado mucho la pobreza en la que vivían e incluso su propia madre dijo que algunos episodios nunca habían sucedido. Mientras leía la novela me iba sorprendiendo de que un niño tan pequeño recordara detalles tan concretos y cosas tan puntuales de la infancia.
De todas formas independientemente de que sea cierto o no todo lo que ocurrió es algo que no resta merito a esta novela.
Si hubiese tenido que valorar esta novela hace años, le habría puesto por las nubes, hoy mi valoración es mas negativa. Ahora estoy pendiente de ponerme con la segunda parte. Una novela que tengo en casa desde hace tiempo y que es la que ha hecho que retome esta lectura.
Conclusión
“Las cenizas de Ángela” es una novela interesante para leer aunque con salvedades. Con una historia cruda y a la vez triste de una familia que debe superar una vida llena de escollos marcada por la miseria y el hambre. Supongo que hay novelas que no admiten segundas lecturas y esta es una de ellas.