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jueves, 24 de octubre de 2013

La última estación - María de los Reyes Fournier



Título: La última estación
Autora: María de los Reyes Fournier
Publicación: Editorial Isla Negra, 2011
Páginas: 194

Ambientada en la Europa de los años 40 al 70, esta novela cuenta cómo la vida de los Mathews y la de su pueblo se verán dramáticamente alteradas por conflictos geopolíticos que desencadenan un viaje de separación, pérdida e intriga que no tendrá retorno hasta que no alcancen la última estación. 

Mi experiencia con la novela

Los que habitualmente pasáis por aquí conocéis de sobra mi afición por las sagas familiares. Y aunque esta novela no sea exactamente de este tipo ya que no contiene secretos familiares o historias antiguas que rememorar el que contara los infortunios de una familia me llamó ya la atención. La última estación ha sido publicada por la editorial Isla Negra, un  sello independiente que de origen puertorriqueño pretende hacerse eco de la literatura caribeña contemporánea. Por mi parte, antes de que el libro llegará a mis manos no había escuchado nada sobre esta editorial.

Si tuviera que aplicar un solo calificativo a esta novela sería intensa, sobre todo por el ritmo narrativo del que hace gala su autora. En ella se narra la vida de una familia a lo largo de muchos años marcando la guerra un antes y un después en su forma de vida y sus relaciones. Y todo ello condesado en escasas doscientas páginas. Es una historia que remarca los lazos familiares, el dolor de la pérdida de los seres queridos y el sentimiento de esperanza que crea el amor.

La historia nos sitúa en la ciudad de Bethany donde a las afueras de la ciudad, en una mansión, viven los Mathews cuyos miembros forman una familia tradicional, religiosa y fiel a las normas sociales del país. La familia, muy bien avenida, se reúne cada noche a cenar y los domingos conforme mandan las buenas costumbres asisten al oficio religioso todos juntos. El padre, Armand es un general del ejército cuyo valor en la guerra le ha hecho merecedor de diversas medallas y condecoraciones. Rose, su esposa, está a punto de dar a luz lo que se prevé que sean gemelos. Y por último, está el pequeño Jacques, un niño inteligente, simpático, curioso y conversador que está impaciente por conocer a sus nuevos hermanitos, siempre que sean varones.

El nacimiento de las gemelas es una acontecimiento de dicha para toda la familia pero queda ensombrecido por una complicación en el parto que hace que una de las gemelas se desarrolle de forma más lenta que la otra. A pesar de todo, la familia continúa con su vida de forma apacible especialmente volcados en proporcionar a cada una de las hermanas, Margaret y Elizabeth, los cuidados que necesitan.

Pero toda esta felicidad familiar desaparece cuando una lucha territorial en la provincia desencadena una guerra entre el norte y el sur que se disputan la pertenencia de unas tierras. Cuando comienza el bombardeo algunos miembros de la familia y por distintas razones se separarán del núcleo familiar obligados a comenzar una nueva vida.

Os decía al comienzo que La última estación es una novela intensa ya que su autora para narrarnos la vida de esta familia ha optado por la concisión y un ritmo vertiginoso de forma que en algo menos de doscientas páginas se condensan muchísimos años y acontecimientos que pasan los miembros de la familia Mathews. Por un lado este ritmo tan ágil me ha gustado ya que no hay elementos que perturben la historia. La novela se lee prácticamente del tirón porque suceden tantas cosas en tan poco espacio de tiempo que irremediablemente te enganchas a los infortunios que esta familia va sufriendo. No te da tiempo aburrirte ni en un solo instante.  

Pero por otro lado, esta velocidad hace que perdamos detalles, que se obvie prácticamente toda la ambientación y que nos quedemos con la sensación de haber conocido poco a la familia a la vez que la carga dramática de ciertas situaciones no tiene suficiente fuerza.

No es que estén mal definidos los personajes, que la autora dibuja de forma correcta, pero sin grandes complicaciones psicológicas ni profundizando en sus caracteres. A través de su lectura nos podemos hacer una idea bastante definida de tipo de familia que representan pero su aparición en la novela parece tan fugaz que prácticamente no tenemos tiempo para encariñarnos con ellos. Todos ellos resultan muy verosímiles y son figuras que incluso a día de hoy podríamos reconocer fácilmente en el modelo de familia conservador. Sus preocupaciones y su estilo de vida queda bien reflejado en la novela.

Los Mathews resultan una familia acogedora e idílica.  Rose y Armad, se conocieron durante la universidad, cuando ella estudiaba psicología y él una ingeniería que le daría el acceso a la carrera militar. Ella procedente de una familia adinerada y él de clase media trabajadora. Ambos había resultado una feliz pareja desde su unión y con la llegada de los hijos se convirtieron en una padres amorosos dedicados a sus hijos cuidando especial atención en perpetuar las buenas costumbres. Además en la ciudad donde vivían eran respetados y podían contar con grandes amigos. A medida que transcurre la historia iremos abandonando a los padres para conocer mejor a los hijos. Jacques, dicharachero y ocurrente, Elizabeth, inteligente y afectuosa, y Margaret, aplicada pero lenta, son la siguiente generación a la que le toca sufrir las consecuencias de la guerra.

El estilo narrativo que utiliza la autora para contarnos la historia es conciso, muy directo, con total ausencia de elementos innecesarios en la historia que entorpezcan su objetivo Gran parte de la misma se desarrolla a través de diálogos entre sus personajes. El libro se estructura a través de veintisiete capítulos de escasa extensión que son otra forma de imprimir velocidad a su lectura.  Podríamos considerar que la novela tiene dos partes una que cuenta la vida de la familia antes del comienzo de la guerra y una segunda parte que nos narra las consecuencias de la misma sobre sus miembros.

Aunque he buscado información en la red acerca de Bethany, el pueblo donde se desarrolla la historia, no he encontrado nada al respecto por lo que he llegado a la conclusión de que debe ser una ciudad ficticia que la autora propone para desarrollar su historia. Así mismo y según nos dice su sinopsis, porque en la novela no he encontrado ningún dato, se desarrolla entre los años 40 y 70, un periodo de tiempo en que los miembros de la familia van pasando por diferentes edades y cumpliendo etapas en su vida.

Conclusión

A pesar de que hubiese disfrutado la novela más si el ritmo narrativo hubiese sido más pausado, con mayor incidencia en los detalles y en la recreación de ambientes he podido saborear su historia, me ha gustado y la recomiendo para aquellos lectores a los que les guste la brevedad y el dinamismo.