Título: Eo
(Escondiendo elefantes)
Autor: Luis
Cerezo
Publicación:
Suma, mayo de 2015
Páginas: 304
«Entonces
lo descubrió: le estaba mirando. Olvidó gritar, escapar o cerrar la boca,
abierta por la sorpresa. No pudo apartar los ojos de su visión...»
Así
comienza la aventura más extraordinaria que un niño y un animal han vivido
nunca. Una historia de valentía y amistad en la que Pedro, un niño que vive en
un entorno dramático y solitario, se encuentra a un elefante en la ribera del
río. Tratando de huir de la realidad de los adultos que tanta infelicidad le
causa, Pedro decide ocultar su descubrimiento para conservarlo como amigo. Pero
un elefante es un secreto difícil de esconder...
Luis
Cerezo escribe un vertiginoso relato en el que un niño afronta una huida del
dominio de los adultos y su universo controlado. Una fábula contemporánea que,
desde el contraste entre la mezquindad y la ternura, entre la sinrazón y la
amistad, entre la cruda realidad y la magia, cambia la forma de ver el mundo.
Un
libro excepcional que vas a querer regalar a todas las personas a las que amas.
Mis
impresiones
“Una
novela para adultos que leerás como un niño. Un canto a la amistad que deja
huella y cambia la visión del mundo”. Esta es la frase
que aparece en la faja de la novela y la que me hizo alzar mis expectativas con
respecto a EO. A pesar de que no tenía unas ideas
predeterminadas esperaba encontrar una novela con mucha magia. Finalmente esta
lectura no ha resultado ser lo esperado y aunque en algunas ocasiones esto no
tiene por qué jugar necesariamente un papel en contra en este caso sí que lo ha
hecho y quizás junto a otros aspectos me ha impedido disfrutar plenamente de
esta lectura.
A sus diez años Pedro es un niño que está
más que acostumbrado a la soledad. En el cole no tiene amigos y la única
ocasión en que otros niños se acercan a él es con el objetivo de burlarse o
humillarle. De su padre no sabe nada desde que se marchó de casa y su madre
trabaja todo el día en un restaurante por lo que apenas se ven. Así cada día,
cuando llega a casa del colegio, no hay nadie esperándole, se calienta en el
microondas la comida que le ha dejado su madre y tiene toda la tarde para
explorar y vivir sus propias aventuras.
Pero durante una de las tardes en las que
como en otras ocasiones acude al río ocurre algo extraordinario. Entre la
maleza se oculta un enorme elefante….
Este es a grandes rasgos el argumento
inicial de EO. Su base es una historia de amistad entre un paquidermo que se ha
escapado de un circo y un niño en la que este último se refugiará huyendo del
entorno que han creado los humanos a su alrededor. La soledad, la incomprensión y la falta de
cariño son constantes en su vida y por primera vez el niño se siente valioso e
importante. La relación les causará problemas a ambos pero Pedro está dispuesto
a luchar con uñas y dientes para que nadie logre separarlos.
Uno de los principales problemas que me he
encontrado en esta historia es que el argumento es escaso. Durante el primer
tercio de la novela su autor nos introduce con lentitud en la historia y cuando
llega el punto en que esta parece que va a cambiar y entrar verdaderamente en materia
finalmente la historia se sitúa en un punto, se torna algo repetitiva para
llevarnos a un final que acaba de forma abrupta y el único momento en que la
magia, que yo esperaba, aparece en la novela. Y cuando hablo de magia no me
refiero a elementos fantásticos sino a que me ha faltado emoción, momentos
especiales entre el elefante y el niño que te transmitan sensaciones o que te
permitan ver la complicidad entre ambos personajes. Me ha dado la sensación de
que es una novela que nos narra una historia que bien podría estar enfocada
para el público juvenil pero narrada desde una voz adulta.
Descubrir que la novela se desarrollaba en
Mérida, una ciudad que conozco, me hizo mucha ilusión ya que no es habitual
encontrarse emplazamientos extremeños en la literatura y pensé que por una vez
podría reconocer los escenarios. Sin embargo, esta localización a la larga ha
resultado ser una desventaja porque no he reconocido ni identificado la ciudad
en ningún pasaje ni ninguna de los espacios que recorre el personaje lo que en
cierto modo me ha generado un ambiente de irrealidad. Son muchos los detalles
que nos hacen pensar en una ciudad diferente a Mérida, una ciudad menos
desarrollada y más conflictiva.
El protagonista de la historia es Pedro, un
niño con una vida dura. En el colegio le acosan los matones y como su madre
pasa todo el día fuera de casa trabajando siempre está solo. Un niño que se
refugia en la mentira para evitar problemas. Con esta caracterización del
personaje es inevitable que el lector se compadezca de él y aunque me ha dado
cierta pena no he conseguido ni hacerme con el personaje ni empatizar del todo
con él. Tampoco encuentro exactamente los motivos. Las situaciones en las que
se ve involucrado al igual que su vida me han parecido demasiado forzadas y
llevadas al extremo.
Creo que podemos considerar el elefante en
la historia como un elemento simbólico (y al principio dudé de que existiera en
realidad) que denota la rebeldía del niño contra todo lo que le rodea y le da
las fuerzas que necesita para enfrentarse al mundo entero. A parte de los temas
que surgen de forma evidente y que hacen referencia a las familias desestructuradas
que pasan apuros económicos y el acoso escolar en mi opinión tiene el objetivo
de concienciar sobre el respeto a la naturaleza y los animales. Y para ello el
autor introduce algunos pasajes que nos hablan de ciertas conductas perniciosas
que el hombre aplica en la cría de elefantes.
EO está narrada en tercera persona con un
estilo directo, sencillo y fluido en el que es considerable la presencia de los
diálogos contribuyendo al dinamismo con que se lee la historia. El narrador es
una voz en tercera persona omnisciente que permite focalizar la acción en el
punto que le interesa para mostrarnos que ocurre alrededor de ambos personajes.
Conclusión
Si habéis leído la reseña creo que es
evidente que EO no era para mí. Se trata de una historia de fácil lectura con
la que no he podido conectar. Es una apreciación totalmente subjetiva y quizás
a vosotros os apetezca darle una oportunidad y la historia os haga disfrutar. Aun
así me gusta el mensaje de amistad y amor a los animales que Luis Cerezo quiere
transmitir.