Páginas

martes, 22 de julio de 2014

El unicornio - Iris Murdoch



Título: El unicornio
Autora: Iris Murdoch
Publicación: Impedimenta, abril de 2014
Páginas: 345

Una historia que combina con magistral eficacia la intensidad de la novela gótica y la fascinación del cuento de hadas. Una novela impresionante en la que Iris Murdoch explora las fantasías e indecisiones que gobiernan a todos aquellos que han sido condenados a una entrega apasionada, aunque sin esperanza.

Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que allí encontrará un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmósfera de catástrofe que envuelve la extraña mansión, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se está representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeño círculo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una víctima inocente o si estará expiando algún antiguo crimen.

Mis impresiones

De esta autora hace algunos años ya leí  Amigos y amantes, una novela de género policial que aún sin ser mi género favorito me gustó mucho y me dejó con las ganas de seguir conociendo a esta autora.  Recuerdo que en aquel momento lo que más me sorprendió fue su trama verdaderamente ingeniosa y su construcción.

Aunque soy consciente de que El unicornio, publicada originalmente en el año 1963,  ni es su obra más representativa ni conocida no llego a acertar el motivo por el que me llamó la atención. Quizás el hecho de que el sello Impedimenta la incorporara a su colección fue algo definitivo.

Tras su lectura he necesitado algunos días para aclararme y definir mis ideas. Ahora que he empezado a escribir esta reseña sigo sin tener muy claras mis sensaciones. El unicornio me ha intrigado tanto como extrañado, en ocasiones fascinado y otras me ha costado entender lo que su autora quería transmitir. Quizás no sea una lectura para todo el mundo o por lo menos para coger en cualquier momento.

La novela comienza cuando Marian Taylor, una maestra de escuela de treinta años, llega en el tren a un exótico paraje costero en donde se encuentra el castillo de Gaze, el lugar donde la joven pasará los próximos meses trabajando como institutriz para la familia después de ser contratada a través de un anuncio en el periódico.

Sus primeras sensaciones en aquella tierra son sobrecogedoras por la visión de  impresionantes acantilados, oscuras rocas y la extrema sequedad del terreno que parecen configurar un escenario apartado del resto del mundo. Si bien el castillo no le sorprende demasiado si lo hace encontrarse con la idea de que en él no hay niños a los que formar sino que será la dama de compañía de la joven señora de la casa. Conforme los días van pasando Marian intuye que algo atípico flota en el ambiente y que todos los habitantes el castillo parecen querer ocultarle algo….

Una de las cosas que más me ha gustado de la novela pero a la vez me ha desconcertado es el juego de espejos en el que se miran sus personajes y donde al lector le resulta complicado saber que está ocurriendo en realidad entre ellos así como cuales son los personajes que mienten y cuales dicen la verdad. Lo más resaltable de ellos es su complicada psicología  que los hace extremadamente  ambiguos.

Hannah es uno de los personajes más interesantes de la novela y la que más juego ofrece. Se trata de la joven señora de la casa. Un ser envuelto en un halo de misterio, tan místico y espiritual que es imposible creer la acusación que otros de los personajes vierten sobre ella. La joven parece haber sido encerrada en el castillo después de cometer hace siete años un terrible acto por el cual el esposo la castiga desde la distancia. Es el personaje da título a la novela que tiene mucho en común con el unicornio, un animal mágico que representa la pureza, la virtud y la espiritualidad.

A su alrededor circulan extraños personajes como Gerald Scottow, Effingham, Denis Nolan o la familia Lejour a los que el lector irá encontrando su cara y su cruz que representan de una u otra manera los carceleros de la joven. Son figuras como el celoso guardés, el loco al que nadie toma en serio, el ama de llaves controladora o unos vecinos con los que la relación no es muy cercana. Cada uno juega un papel esencial en el montaje de la historia. Tampoco puedo olvidarme de Marian Taylor, la conductora de la historia y el personaje más terrenal que encontraremos en la novela. Eso sí, el resto le ganará terreno hasta llegar a confundirla.

Iris Murdoch no ha podido crear una ambientación mas especial para situar estos personajes. Aunque la acción transcurre en los años sesenta una vez Marian llega al castillo el ambiente se torna oscuro, con tintes góticos y detalles que hacen sentir al lector como si algo extraño flotara en el ambiente y se encontrara en un lugar donde el tiempo se detuvo al menos un siglo atrás. Realmente este suspense es una de las cosas que más conseguidas en la novela.

El castillo de Gaze y sus alrededores es el único escenario donde se desarrolla la historia. Se ubica en algún lugar no concretado de la costa de Irlanda marcado por un paisaje desolador que se caracteriza por su aridez, el terreno escarpado, una amenazante ciénaga y la escasez de habitantes. Las descripciones del paisaje con las que comienza la novela me han parecido sensacionales porque a la vez que crea imágenes muy exactas en el lector nos va relatando las sensaciones de la protagonista. Ya desde el inicio nos sentimos angustiados a la vez que este personaje, respirando la misma atmosfera opresiva.

Pero El unicornio no es una simple novela de suspense que hace al lector cuestionarse el porqué de muchos de los acontecimientos que allí suceden sino que además tocas temas tan profundos como la existencia y relatividad del bien y el mal, la expiación de los pecados, la justicia de los castigos o la posibilidad de perdonar.

Iris Murdoch emplea un estilo sumamente cuidado a la par que elegante con precisas descripciones y muchas reflexiones pero en el que destaca la perfecta utilización de la tensión narrativa para crear inquietud en el lector. Y mientras nos da una de cal y una de arena porque también hay escenas extrañas y casi difíciles de encajar. Es una novela para saborear con mucha tranquilidad. En primer lugar por su ritmo narrativo y también para llegar a apreciar todo lo que se nos intenta transmitir. Quizás en la recta final la novela decae un poco y parte de la magia se pierde.

Conclusión

Como os he dicho antes, dudo de que El unicornio sea una lectura capaz de disfrutar cualquier lector. Nos encontramos ante un gran metáfora que nos habla de algunos de los grandes males de la humanidad y todo ello como si de un cuento de hadas, con hechizos incluidos, se tratase.