Título: El fotógrafo de paisajes
Autora: Mercedes Pinto Maldonado
Publicación: Ediciones Tagus (versión digital), junio de 3013
Páginas: 269 (aproximación según lector)
Dotado de un don especial desde que nació, Gonzalo es capaz de leer las mentes de las personas que le rodean, de saber qué es lo que piensan y cómo se sienten física y psíquicamente; don que sin duda le ha marcado desde su niñez y que con el tiempo, lejos de ser una virtud, se convierte en el lastre de un ser solitario que guarda su secreto con celo, hasta ese primer invierno de convivencia con su amigo, en el que día a día le cuenta esa parte de su historia que aún no conoce.
Después de descubrir la sorprendente habilidad de Gonzalo, Juanma lo convence para indagar sobre una extraña desaparición ocurrida en la aldea. Los dos amigos y una muchacha del lugar, confiando en el don de nuestro protagonista, se verán atrapados en una investigación inesperada.
Una novela con altas dosis de intriga, sorprendente y conmovedora.
Mi experiencia con la novela
El fotógrafo de paisajes no ha hecho nada más que confirmarme lo que ya sabía. Y es que Mercedes Pinto está dotada de una sensibilidad especial para escribir y una enorme capacidad para conectar con el lector. La conocí con dos de sus obras anteriores, Pretérito imperfecto y Maldita, que me dejaron sensaciones muy positivas e incluso llegaron a emocionarme.
Hoy os traigo su última publicación, una novela que ha sido catalogada dentro del género de novela negra que pero en mi opinión esta calificación se queda corta y sólo se refiere a un aspecto determinado de la historia porque aparte de intriga es una novela plagada de emociones y reflexiones capaz de conmover al lector.
El protagonista es Gonzalo, una persona muy especial que desde su nacimiento ha desarrollado un don muy peculiar. Es capaz de leer las mentes y percibir las sensaciones físicas de todos aquellos que se encuentran a su alrededor. Esta capacidad no ha hecho nada más que crearle problemas en su vida y sus relaciones sociales por lo que se ha convertido en una persona solitaria que huye de las multitudes y a menudo se parapeta en su solitario apartamento de Madrid. También es una de las razones por las que se dedica a fotografiar paisajes, una profesión que puede desarrollar sin relacionarse con nadie.
La historia comienza cuando Gonzalo viaja desde Madrid hasta un pequeño pueblo de Aquitania en el sur de Francia, donde ha decidido mudarse tras recibir la invitación de su amigo Juanma, a quien conoce desde la infancia y, que lleva algún tiempo establecido allí. Su objetivo es cambiar de vida, darse un respiro de su realidad cotidiana y sentirse un poco más libre. Allí los dos amigos alquilan una casa rústica en un pequeño y tranquilo pueblo. Esta situación crea un momento muy adecuado para que Gonzalo le cuente Juanma la historia de El niño de las tres lunas mediante la cual revelará a su amigo el extraño don que posee.
Pero su tranquilidad se verá alterada cuando los amigos conozcan el extraño suceso acaecido en la misma casa en la que viven poco tiempo atrás cuando una joven sordociega desaparece misteriosamente con su hijo pequeño sin que nadie volviera a saber de ellos. Así ambos se ven involucrados en una investigación que les deparará numerosas sorpresas.
El argumento de El fotógrafo de paisajes me ha parecido interesante, emocionante y adictivo a partes iguales. La novela tiene multitud de aspectos interesantes y gran diversidad de matices que hacen de ella una excelente lectura.
La trama se desarrolla a través de dos hilos argumentales uno de ellos incluido en el otro. Por un lado tenemos los acontecimientos que suceden en el presente cuando Gonzalo y Juanma se ven involucrados en la desaparición de un chica llamada Loraine en extrañas circunstancias. La otra línea argumental es la narración de Gonzalo a través de la cual vamos conociendo la historia de El niño de las tres lunas que nos revelará una trama familiar cargada de secretos, mentiras y sentimientos. Ambas son capaces de captar nuestro interés por completo gracias a la intriga que presentan aunque habrá que esperar algunos capítulos porque su autora va midiendo y dosificando la información de forma que las revelaciones se suceden en un momento concreto y adecuado en la historia.
Fiel a su estilo Mercedes Pinto se esmera a la hora de crear los personajes y dotarles de credibilidad. Todos ellos están muy bien dibujados y comprendemos perfectamente su forma de ser y actuar. Gonzalo y Juanma son dos amigos muy diferentes. El primero es introvertido, reflexivo y silencioso mientras el segundo es un joven mucho más abierto y afable consecuencia de todas las experiencias que les han ido marcado desde su nacimiento. Alrededor de ellos hay otras figuras muy interesantes pero creo que es mejor ir conociéndolas a medida que uno se sumerge en el relato.
Una de las cosas más evidentes es que Mercedes sabe contar historias y lo hace de forma que llega muy fácilmente al lector. Su estilo está marcado por la sencillez, la delicadeza y la claridad en la exposición de ideas, con un prosa muy directa que no se detenerse en descripciones muy largas o concretas pero cuidando la forma al máximo. El fotógrafo de paisajes está narrada íntegramente en tercera persona omnisciente de forma que contamos con un amplio punto de vista capaz de ofrecernos toda la información que necesitamos. La estructura interna en treinta y ocho capítulos de corta extensión más la amplia presencia de diálogos imprimen cierta agilidad adicional a su lectura. Sin llegar a ser una lectura
de acción trepidante esta va in crescendo y aumentando el ritmo a medida que avanzamos en la historia.
Pero además Mercedes Pinto aprovecha esta historia para realizar una serie de reflexiones sobre la naturaleza humana invitando al lector a participar en ella. Todos nosotros hemos soñado alguna vez con tener alguna característica especial que nos diferencie de los demás o hemos intentado adivinar en ciertas ocasiones que es lo que pasa por la mente de la persona que en ese momento tenemos delante incluso descubrir si nos miente. A través de Gonzalo podríamos fácilmente comprobar que ocurriría si esto sucediese, en que se convertiría nuestra vida. Estaría muy lejos de contar con todas esas ventajas que en principio consideramos y quizás se traduciría en un grave problema social como el que presenta el protagonista, incapaz de tener relaciones normalizadas e incluso enamorarse. Gonzalo es muy consciente de que los pensamientos se deben quedar en el interior de cada uno.
Otros temas que sobrevuelan la novela son el amor, la amistad, como nos influye el exterior a la hora de formar nuestra personalidad, lo que mostramos de nosotros mismos y lo que somos en realidad y la forma en los seres humanos nos relacionamos. Referente a este último concepto nos introduce en el mundo de una persona sordociega, ofreciéndonos algunas claves para intuir como perciben el mundo y las dificultadores para desarrollar simples aspectos normalizados como la comunicación con los demás.
Respecto a su final he de decir que me ha sorprendido y descolocado a la vez. Aunque la novela tiene un elemento paranormal como es la telepatía en el fondo no me ha costado creerme esta historia y me lo he tomado de forma muy natural, tal vez porque estos temas me gustan mucho. Pero en las últimas páginas Mercedes da una vuelta de tuerca y nos plantea una situación un tanto extravagante, difícil de asimilar, que no se cómo interpretar correctamente y que además deja a su protagonista en cierto modo en el aire de forma que incluso se puede pensar en una continuación.
Conclusión
El fotógrafo de paisajes es una novela adictiva, bien construida y desarrollada, con altas dosis de intriga y emoción capaz de captar nuestro interés por completo ya que va dosificando de forma muy adecuada tanto el misterio como la presentación de sus personajes y con giros argumentales sorprendentes. Una novela muy recomendable que he disfrutado ampliamente.